Los datos oficiales de la inflación de 2006 despertaron todo tipo de reacciones. Elogios, pero también críticas que apuntaron a la metodología de la medición porque no reflejaría con precisión lo que sucede con los precios.
%sIgnacio Sanguinetti - CMI
El 2006 fue duro para el IPC (Índice de Precios al Consumidor). El índice oficial perdió una importante "credibilidad". Esto obedeció a la estrategia encarada por el gobierno para frenar la inercia de 2005, que se plasmó principalmente en la evolución de la inflación núcleo, categoría con fuerte presencia de Alimentos y bebidas, que ascendió a 10,6%, luego de haber aumentado 14,2% en el 2005.
A su vez, a pesar de los aumentos en las tarifas de algunos servicios, los precios de los bienes y servicios regulados continuaron contenidos, exhibiendo en los últimos doce meses un comportamiento similar aunque levemente inferior a lo que fue el 2005 (3,3% contra 3,7% en 2005).>
Así, con la contención de estas dos categorías (núcleo y regulados) se redujo el impacto de las mayores subas de precios de los bienes y servicios estacionales.>
"Mientras en 2005, el segmento de los estacionales se incrementó 14,2%, en los últimos doce meses de 2006 alcanzó una suba de 15,7%, empujado por la fuerte alza observada en los precios de frutas (32% en los últimos doce meses), turismo (17,3%), ropa exterior (16,1%) y verduras (1,3%)", sostiene un informe del Ieral de la Fundación Mediterráneo.>
Sensación térmica
Allí radica la razón por la cual varias asociaciones de consumidores sostienen que la inflación de 2006 ha sido superior, en torno del 15%. Claramente la "sensación térmica" de aumentos de precios no se refleja en el IPC.
Esta sensación térmica es explicada por el economista Miguel Bein. "Los acuerdos beneficiaron especialmente a los sectores bajos, ya que la canasta no es la misma en los sectores de ingresos medios altos. El hecho está en que lo que más aumentó fueron los gastos de vivienda, restaurantes, salidas fuera del hogar, etc".>
De alguna forma lo corrobora, Susana Andrada, del Centro de Educación al Consumidor (CEC), cuando dice: "distorsionan la realidad". "En los segmentos que no están regulados por los acuerdos de precios, como pueden ser la medicina prepaga, las escuelas privadas, los alquileres y las expensas hubo aumentos que van del 30 al 60 por ciento".>
Es que el efecto ha sido fuerte sobre el IPC cuando se controló algunas categorías. En alimentos y bebidas mientras en el 2005 el incremento de precios fue de 15,7% en 2006 acumuló 11%. De esta manera, la contribución de alimentos que pondera 31,3% en el total del IPC, fue 4,9 puntos porcentuales en 2005 y cayó a 3 puntos porcentuales en 2006.>
Dos ítems explican buena parte de esta menor contribución del rubro. La estabilidad observada en el precio de la carne vacuna como consecuencia de algunas medidas adoptadas por el gobierno y de los productos lácteos, cuyos precios también se han estabilizado en el marco de un permanente monitoreo oficial sobre el sector.>
Pronóstico 2007
Los últimos datos de inflación correspondientes a septiembre (0.9%), octubre (0.9%), noviembre (0.7%) y diciembre (1%), corroboran este argumento, ya que desde el mes de septiembre la inflación se habría situado en un piso más elevado, pasando de aumentos mensuales en torno del 0.6%, a incrementos de alrededor del 0.9% mensual.
A ello se suma que la política económica de estímulo a la demanda agregada genera presiones inflacionarias y está en línea con un aumento general de precios por encima del 10% anual. De hecho, esto es lo que ocurre con la inflación acumulada en los once primeros meses del año en los bienes y servicios no regulados ni controlados por el gobierno (13.0%).
"Dado que el gobierno no parecería dispuesto a resignar puntos de crecimiento para moderar la inflación, probablemente el año próximo se reforzarán los controles de precios. No obstante, ello tendrá efecto acotado y la inflación terminaría ubicándose un escalón más arriba que este año, cerrando el 2007 en torno al 11.0%", sostiene desde la consultora E&R.
