Enfermedades y plagas aparecen antes de tiempo
Una campaña agitada para los pulverizadores
Los actuales niveles de humedad y calor favorecen la proliferación de insectos, hongos, virus y bacterias en los cultivos agrícolas. Las orugas están dando la nota y se anticipan las enfermedades de fin de ciclo.

Juan Manuel Fernández - [email protected]

Además de anegar campos y perjudicar a cientos de productores en el centro santafesino, las lluvias récord de diciembre ya muestran un efecto directo en la sanidad de los cultivos debido a la aparición anticipada de plagas y enfermedades de fin de ciclo (EFC). En combinación con las altas temperaturas, los prolongados períodos húmedos aceleraron el desarrollo del complejo de orugas (cogollera de maíz, defoliadora, medidora, anticarsia, militar y del yuyo colorado) y promovieron la aparición de hongos, virus y bacterias, por lo que las pulverizaciones se suceden a ritmo febril, ya sea por tierra como por aire.

Los monitoreos realizados por profesionales en distritos de La Capital y Las Colonias indican una anticipación en los ataques de oruga, que tradicionalmente empezaban a controlarse alrededor del 20 de enero. Las condiciones ambientales favorecieron la postura de huevos y los seguimientos arrojan números alarmantes, sobre todo en alfalfa: hasta 20 ejemplares por metro lineal, prácticamente el doble de las 10 o 12 que configuran el umbral de daño.>

Por otra parte, comienzan a tener elevada incidencia las EFC en soja, según los informes del Sistema Nacional Argentino de Vigilancia y Monitoreo de Plagas Agrícolas (Sinavimo). Al 1° de enero, en el norte santafesino se reportó la presencia de mancha marrón (Septoria glycines) con un 50% de incidencia en hojas inferiores y 4% de severidad. En el centro oeste, esta enfermedad presenta similares características pero con un nivel de incidencia superior: entre 60 y 90%. También se reportan -en esta última zona- ataques de tizón de la hoja (Cercospora kikuchii), tizón bacteriano porPseudomonas spp) y podredumbres de plántulas por Fusarium spp, Rhizoctonia y Phythopthora spp.. La buena noticia es que aún no hay signos de roya asiática de la soja, aunque si hubo muchos días altamente conductivos para la proliferación de este hongo.>

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Mucho bicho

En una zona de 30 kilómetros alrededor de Humboldt los agentes de Agricultores Federados Argentinos (AFA) detectaron un intenso ataque de orugas defoliadoras, que -además de castigar las alfalfas- incluso obligó a tratar el girasol por primera vez en mucho tiempo.

En las pasturas además hallaron orugas de la verdolaga, muy difíciles de tratar porque permanecen en una especie de cápsula de seda que complica el contacto del insecticida. Por ello recomiendan pulverizar con mayor presión a fin de obtener una gota más pequeña con buena penetración en el cultivo.>

Contra ambas plagas se trabaja con piretroides alternando distintos tipos para evitar resistencia, con lo cual también varían las dosis a utilizar en cada caso.>

En los lotes de soja, por su parte, el complejo de orugas es aún mayor y a las defoliadoras se suman las medidoras anticarsia y militar. Pero también hay novedades en el cultivo estrella de la colonia, porque en esta campaña empiezan a verse tucuras que exigen un control efectivo y rápido, también con piretroides pero en dosis más altas.>

Para la asesora técnica de AFA Humboldt, Edith Weder, "el secreto de la pulverización está en el monitoreo previo para no tirar productos innecesariamente; reconocer las especies, manejarse con el umbral de daño y alternar el tipo de insecticida para no generar resistencia".>

Aplicar en el momento oportuno -explicó la especialista- evita tener que repetir tratamientos y, por lo tanto, no se satura el campo con químicos; pero, sobre todo, con un número menor de tratamientos se ahorra una buena suma de dinero.>

Condiciones desfavorables

Por su parte, Norberto Lavatiatta, actual integrante de la Comisión de Agricultura del Colegio de Ingenieros de la 1° Circunscripción y ex auditor verificador de la Ley 11.273 de productos fitosanitarios, confirmó un primer ataque de chinche en distritos como Llambi Campbell, Cayastacito o Emilia, principalmente en sojas tempranas en estado R1 en adelante (enchauchadas).

En estos lugares -además- comentó que, ante la aparición de EFC (en particular de mancha marrón y tizón) ya empezaron a hacer pulverizaciones preventivas con fungicidas; y, en virtud de los pronósticos climáticos que prevén altos niveles de humedad, el profesional estimó que son altas las probabilidades de una mayor incidencia en esta campaña.>

Lavatiatta además calculó que podrían prolongarse los ataques de oruga, por lo que se haría necesario incrementar el número de tratamientos. "Debido al período de residualidad de los productos, se va a tener que pulverizar cada 21 días y la cantidad de tratamientos se van a elevar a 3 o 4 cuando lo normal son dos para todo el ciclo del cultivo", detalló.>

A tono con los dichos de Weder, el profesional recomienda monitorear los lotes antes de pulverizarlos para formular la dosis justa de modo tal que no se desperdicien químicos. Pero también usar los productos apropiados para resguardar a las especies benéficas, que pueden ser mucho más efectivas que los insecticidas. Tras desaconsejar el uso de metamidofos por su alta toxicidad, aseguró: "en la naturaleza el mayor control nunca va a ser el químico, sino que hay que dejar que actúen los enemigos biológicos, que a futuro tendrán más control". Sobre este punto, el especialista agregó que la consecuencia de perjudicar la fauna benéfica deviene a largo plazo en un incremento de los tratamientos.>

Ojo con los truchos

Lavatiatta, que también fabrica coadyuvantes, resaltó la importancia de estos productos para un tratamiento eficiente y alertó a los productores por la altísima circulación de soluciones "truchas" que pueden causar serios perjuicios. "Entre el 70 y el 80% de los coadyuvantes no están autorizados por Senasa; cualquier fábrica de detergente pone uno en el mercado, pero el problema es que se cortan como un yogurt y la bomba no lo tira, sobre todo en los aviones que usan menos agua en la formulación", explicó.

En tal sentido remarcó el perjuicio económico que acarrea tener que parar un avión para limpiar la bomba y tirar el producto, ya sea insecticida, fungicida o herbicida; y recomendó certificar la validez del coadyuvante adquirido ingresando en la página web del Senasa, en donde figura un listado de todas las marcas autorizadas.>

Al margen de llamar la atención de agricultores y contratistas, Lavatiatta remarcó lo valioso que resultan los coadyuvantes en las actuales circunstancias climáticas. "Hoy, por los lavados por lluvia y altas temperaturas, es importantísimo para fijar el agroquímico en las plantas", aseguró. >

Estos productos, además de disminuir la tensión superficial de la gota y facilitar la distribución en la hoja, bajan el punto de evaporación, disminuyen la deriva y aumentan hasta un 30% la residualidad.>

Qué hacer con los envases usados

En el manual de pulverización editado por la Inta Balcarce bajo el titulo "Pulverizaciones agrícolas terrestres; La exactitud mejora el rendimiento y asegura la protección del medio ambiente" se detalla el procedimiento recomendado para preservar la salud y el entorno de los productores.

Allí se explica cómo realizar el triple lavado. Consiste en lo siguiente: el envase vacío debe ser llenado en una tercera parte con agua limpia y luego agitarlo durante 30 segundos, paso que debe repetirse tres veces. El agua del lavado debe incorporarse al tanque de la máquina para su posterior pulverización en la zona donde se efectuaron los tratamientos.

Los envases de plástico deben ser quemados. Los de papel o cartón es necesario incinerarlos y enterrar las cenizas. Los envases de vidrio y metálicos hay que limpiarlos como los de plástico, romperlos y enterrarlos. Nunca se debe utilizar los envases vacíos para otros fines y se debe mantenerlos siempre alejados de los niños y animales domésticos.

Existen en el mercado, para una limpieza profunda de los envases, picos lavadores rotativos que funcionan a alta presión incorporados generalmente en el cargador del producto.

Actualmente está en proceso de incorporación la tecnología de reciclado de envases mediante un sistema de chipeado, fusión y estrusado, del cual se obtienen una cantidad de subproductos.