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Una noche llena de magia
6 de enero.

Como su propio nombre indica, el misterio que envuelve a los tres Reyes Magos sigue aún sin ser descifrado. Cierta es su pretérita existencia, revelada por San Mateo en uno de los evangelios, por la que llegaron a ver al niño Jesús, le entregaron los regalos y marcharon de regreso. Sin embargo, de su condición de magos, su número y rasgos físicos, nunca se han sabido.

Citados en el Nuevo Testamento de la Biblia por San Mateo, lo único que se conoce de los Reyes Magos es lo expresado de esta manera: "Nacido, pues, Jesús en Belén de Judá en los días del rey Herodes, llegaron del Oriente a Jerusalén unos magos diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? (Mateo 2,1-2)".

Luego, prosigue este párrafo, en el que se expone su intención: "Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra. (Mateo 2:11)".>

Sin embargo, no se detalla nada con respecto a sus rasgos físicos, el número de ellos, sus nombres, ni su condición o categoría ya que "mago" -en aquella época- podía ser un astrónomo, sacerdote, sabio o alquimista, pero la hechicería era algo prohibido en la Biblia.>

De esta manera y siguiendo las sagradas escrituras, podemos comprobar que sí atesoraban conocimientos astronómicos al ser orientados por una estrella en su complejo camino topográfico al pesebre, donde había nacido el Mesías. >

Del mismo modo, tuvieron un encuentro desafortunado con Herodes, rey de Jerusalén, que -encelado- inquiría más detalles de ellos acerca de las profecías que situaban al niño Jesús como su rival potencial.>

Melchior, Hiespar y Walthauser

Los Reyes visitarían a Jesús, le entregarían oro, incienso y mirra y marcharían de regreso a sus tierras. No obstante, Herodes -inquieto por la posibilidad de perder el trono- decidió ir a buscar al niño a Belén y mandó a sus tropas que mataran a los menores de dos años (La matanza de los santos inocentes).

Esta es la versión más extendida, que atiende al legado de las creencias cristianas. Las versiones populares añaden que son tres y con los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar.>

Así es la leyenda la que forja el mito y encierra el círculo del misterio, con la ayuda del friso de la Iglesia de San Apolinar Nuevo (Rávena, Italia), donde aparecen por primera vez con tal número -anteriormente se llegó a asegurar que podían haber sido seis e incluso doce- y con los nombres inscriptos sobre sus cabezas.>

Este conjunto de mosaicos data del siglo VI y su inspiración es persa, otra especulación sobre sus orígenes. Otra confirmación de esta opción es que Beda, en su libro "De tempóribus liber" (VIII), indica que fueron "Melchior", "Hiespar" y "Walthauser", a los que en la actualidad conocemos como Melchor, Gaspar y Baltasar.>

Por otro lado, y mientras que los testimonios más antiguos afirman que procedían de Persia, otros hablan de Caldea, que es donde se inicia la astronomía.>

Con todo eso, las enseñanzas filantrópicas del cristianismo quisieron simbolizar a través de ellos las diferentes razas del hombre y sus edades. Esa es la razón por la que en la actualidad poseamos la imagen de un Melchor anciano, de tez y barbas blancas, un Gaspar joven y rubio, y un Baltasar de raza negra. Los tres con oro, incienso y mirra, respectivamente, en sus manos.>

Siguiendo estas claves, cada regalo representa para la historia del Mesías, una realidad. El oro es su naturaleza real, el incienso la divina y la mirra, el dolor y sufrimiento.>

Su destino

Cuenta la leyenda que tras la resurrección de Jesús, el apóstol Tomás halló a los Reyes en India (Saba) donde fueron bautizados y ordenados obispos.

Tras su martirio en el año 70, sus restos reposaron en el mismo sarcófago para llegar más tarde a descansar en Colonia (Alemania). La tradición señala que los restos mortales entraron en esta ciudad en 1164 gracias a Federico I Barbarroja. Su féretro un sarcófago de oro gigante se erige tras el altar mayor de la catedral.>

Los tres Reyes Magos son un ícono en la localidad bávara. Patrones de la ciudad, sus coronas decoran el escudo municipal y sus figuras pueblan la fisonomía urbana.>

Empero y antes de arribar a Alemania trasladados por Federico I, la tradición los sitúa anteriormente en Constantinopla. Santa Elena fue la que se encargó del traslado de las reliquias desde la lejana India.>

De cualquier manera, la aparición de estos restos venerados aceleró la construcción de la catedral de Colonia. En seiscientos años lograron levantar uno de los edificios góticos más importantes de la historia del arte.>

Desde 1248 se generó la costumbre de convertirlo en lugar de peregrinación, como también ocurriría con Roma y Santiago de Compostela.>

textos de Nacho Casado.