"La tecnología me supera..."

La escena la protagonizan dos jóvenes padres de una niña que no supera los cuatro años de vida y transcurre en la vereda de un bar santafesino donde los mayores intentan comer en paz, mientras la pequeña se pone un poco "molesta".

Para tranquilizar y entretener a "Gordi", como la llamaban, la mamá le entrega su celular y automáticamente queda cautivada por el aparato. Desde ese momento, no sólo que la nena se mantuvo calma por el resto de la velada, sino que fue quien entretuvo a todos los comensales simulando tener conversaciones con su abuela. Demás está decir, que logró poner en funcionamiento el teléfono, con sus ínfimos deditos, más de una vez. El comentario se podría terminar con el tan repetido "así son los chicos de ahora". >

Por otro lado, a diario la tecnología avanza y deja los conocimientos obsoletos de más de un grandecito al que "Gordi" podría darle más de una lección. Mp3, Mp4, cámaras digitales, DVD, programas para entablar diálogos a distancia en tiempo real, juegos que simulan lugares y situaciones virtuales rodean a los chicos desde la más tierna infancia, mientras los grandes los contemplan absortos sin lograr entender. >

¿Cómo se prende?, ¿está funcionando?, ¿está llamando o es un mensaje?, ípero si ya apreté ese botón y no pasa nada!, ¿me prendés el coso para chatear? son algunos de los comentarios domésticos que se escuchan a diario cuando alguien, nada ducho en el tema, debe enfrentarse a los adelantos de la época. Es que éstas son las diferencias que viven hoy en día los que se criaron jugando con soldaditos, bolitas y muñecas y los que se entretienen actualmente con la Playstation, la compu y tienen al alcance de su mano los más sofisticados aparatitos modernos. >