Alberto Sánchez[email protected]
Era uno de esos partidos de "hacha y tiza", en donde flotaba en el aire esa sensación de que "el que se equivoca en una, pierde". Pero paradójicamente hubo tantos errores, que parecía que el gol no iba a llegar nunca, la prueba de ello es que a excepción del "Turquito" Aseff en los minutos finales, cuando Instituto arremetió con todo para buscar el empate final, los arqueros no tuvieron trabajo.
Eso hizo que el encuentro entre santafesinos y cordobeses sea uno de los más ordinarios de los últimos tiempos, no obstante hubo emociones en los diez minutos finales que levantaron el ánimo y la adrenalina anoche en el 15 de Abril, después de que las penumbras lo hayan inundado culpa de la baja tensión en el fluido eléctrico. >
"Manejamos muy bien la pelota y logramos desbordar muchas veces, aunque lo terminábamos mal, cosa que no pasó en los últimos minutos, así que creo que el resultado fue justo. Hoy demostramos mucha personalidad para intentar asociarnos y jugar, ya sea con errores o con aciertos, porque siempre los habrá, pero me gustó mucho, fue un buen triunfo y buen partido de Unión", manifestó Carlos Trullet cuando ya casi llegaba la medianoche.>
siguiendo con el análisis, el "Cabezón" expresó: "Pienso que por momentos se emparejó el partido, porque Unión perdió el buen traslado de pelota que venía mostrando, pero nunca vi que Instituto haya superado a Unión. Jugamos muy bien en términos generales y se ganó con justicia un partido difícil, con lindos goles, como el de Pereyra, que es una maniobra de una jerarquía extraordinaria".>
El encuentro venía "chivo" para Unión, que sin mostrar grandes cualidades, por lo menos, era el que más pretensiones evidenciaba por quedarse con los tres puntos, pero no había que descuidarse.
La suspensión durante más de 15 minutos en el epílogo del partido, con el marcador todavía cerrado, hacía pensar que los diez minutos que restaban por jugarse iban a ser tanto o más abúlicos que los jugados, sin embargo, la apertura del tanteador por parte de César Pereyra avivó las acciones.>
Ni hablar cuando a los cuarenta segundos del gol del "Pelado", Instituto lograba el empate, cuando el pueblo tatengue (y algunos de los jugadores también) aún seguían festejando la ventaja lograda.>
"Todavía somos tontos, sin querer herir a nadie. Es que tenemos tanta ansiedad por darle un triunfo a la gente, nos pesa tanto esta cancha, que cuando hicimos el primer gol creíamos que ya habíamos ganado el partido. Cuando metieron el pelotazo a espaldas de Torres, Pereyra todavía se estaba abrazando con Barreto, esas son las cosas que no nos tienen que pasar. En ese caso, teníamos que enfriar, alguien se tiene que quedar para ordenar. Pero no es la primera vez que nos sucede eso, lo que pasa es que otras veces no habían terminado en gol", señaló el técnico tatengue.>
"Éste es un premio para los jugadores, que tratan de marginarse de no sé si llamarlo presión pero sí la ansiedad que tienen por ganar un partido de local, ante su gente", dijo Trullet.
Merecido reconocimiento.
En el entretiempo del partido entre Unión e Instituto, la dirigencia rojiblanca entregó unas plaquetas a manera de reconocimiento especial a algunos de los jugadores que integraron el plantel de 1979, año en que Unión obtuvo el logro más importante de su historia, que por eso será el punto más álgido y emotivo de la evocación que se hará el 14 de abril por la noche. Los jugadores que recibieron su presente fueron: Eduardo Sánchez, Roberto Telch, Mario Eduardo Alberto y Oscar Sabino Regenhardt, como también el técnico de aquel equipo, Reynaldo Volken. Todos recibieron un caluroso aplauso como muestra del inmenso cariño que la gente siente por ellos.