El pan es sin dudas el alimento más simple de todos y probablemente por eso no puede faltar en la mesa cotidiana. Desde hace algunas décadas carga con una muy mala fama, acusado de atentar contra la silueta y la salud. Pero el pan es muy saludable, rico en hidratos de carbono complejos, de bajo contenido graso y con proteínas propias del grano de trigo, vitaminas y minerales.
Como se cree que engorda, muchas veces se lo consume en cantidades insuficientes que no alcanzan las recomendaciones de los organismos de salud como la FAO (Food Agriculture Organization) y la Organización Mundial de Salud.>
Si tenemos en cuenta los nutrientes que aporta, el pan debe constituir una parte destacada en la alimentación diaria y estar presente en prácticamente todas las comidas, desde el desayuno a la cena. El hecho de no consumirlo de forma habitual contribuye a desequilibrar de manera importante la dieta. Aumentaría el porcentaje del total de las calorías proveniente de alimentos ricos en grasas o proteínas y nos alejaría de las recomendaciones respecto a una nutrición equilibrada en la que cerca del 55% del total de calorías consumidas deben proceder de los hidratos de carbono, el 15% de proteínas y el 30% restante de grasas. En la medida que se reduce el consumo de pan, es necesario aumentar la ingesta de otros alimentos hidrocarbonados.>
Muchas personas piensan que suprimir el pan es una de las mejores formas de evitar la obesidad o adelgazar. Aunque es un alimento que aporta energía, su consumo no es causa directa del aumento de peso, siempre y cuando se respete la cantidad recomendada para cada caso y el consumo del resto de alimentos, no exceda las necesidades energéticas individuales. A igual contenido calórico, el pan provoca una menor acumulación de grasa en el cuerpo que otros alimentos.>
En la preparación del pan, es importante tener en cuenta algunas recomendaciones:
Hoy nuestro chef nos presenta una receta de pan distinta, con tres tipos de harina. Para prepararlo hay que disolver la levadura de cerveza en el agua y dejar reposar en un lugar templado durante diez minutos. Colocar en un recipiente la sal, la miel y disolver en la leche. Agregar la levadura disuelta. Tamizar las tres harinas juntas e incorporar, poco a poco, la preparación anterior. Trabajar con las manos durante diez minutos y dejar leudar. Distribuir la masa en dos o tres moldes para budín inglés o panes enmantecados y enharinados. Dejar leudar en un lugar templado. Llevar a horno caliente hasta que los panes estén dorados y cocidos.
Para dos o tres panes.
1 cda. colmada de levadura de cerveza>
3 cdas. de agua tibia>
1 cdta. de sal fina>
4 cdas. de miel>
1 taza de leche tibia>
2 tazas de harina de trigo común>
1/2 taza de harina integral >
1/2 taza de harina de maíz.>
+ por Pedro Elías