Habló dos horas en Ferro
Chávez y un acto antiBush lleno de guiños a Kirchner
Aunque lo organizaron Madres de Plaza de Mayo y movimientos sociales y piqueteros, el gobierno supervisó todo. El mandatario venezolano repitió con énfasis su consabido discurso, ante una multitud donde el kirchnerismo evitó la primera fila. Sí estuvo Rafael Bielsa.

Con un acto a su medida convocado por organizaciones sociales y piqueteras y aprobado sin disimulo por la Casa Rosada, el venezolano Hugo Chavéz consiguió ayer liderar un nuevo gesto político contra el gobierno de Estados Unidos cuando el presidente George W. Bush pisaba suelo uruguayo en el marco de una gira estratégica y comercial por cinco países de Latinoamérica.

Ese gesto con poco de inocencia habló anoche del guiño del gobierno de Néstor Kirchner para que el mandatario de Venezuela tuviera un escenario preferencial en el atardecer de Buenos Aires, al término de un día plagado de protestas y manifestaciones contra la presencia de Bush a ambos lados del Río de La Plata. >

Por eso, sin la presencia de funcionarios de primera línea en los palcos del estadio de Ferro y para cierto disgusto de los grupos piqueteros y sociales críticos del gobierno, la figura del Presidente sobrevoló con fuerza el acto organizado por la Asociación Madres de Plaza de Mayo que encabeza Hebe de Bonafini. >

La propia Bonafini, primero, y Chávez, después, se encargaron de resguardar la figura de Kirchner pese a los silbidos aislados que lograron colarse desde algunos sectores del campo cuando llegó la hora de las menciones al Presidente. "Gracias al presidente, que permitió que este acto se haga en total libertad", arrancó Bonafini.>

Hijos de la misma crisis

Sin titubeos, Chávez dedicó varios tramos de su discurso a resaltar a Kirchner. Aseguró que tanto el presidente argentino como él son "el producto de una misma crisis histórica", describió con detalle la reunión que había mantenido por la mañana con Kirchner y su esposa, Cristina Fernández, y rescató el proceso "de unión" entre ambas naciones.

Pero jugó sin medias tintas cuando en uno de los ejes centrales de su mensaje desmintió que el acto fuera un "sabotaje" a la gira de Bush orquestado con Kirchner. "No necesitamos hacer eso, el caballerito del norte ya es un cadáver político", ironizó en medio de los aplausos y rechifla de los manifestantes. >

El discurso "antiimperialista" de Chávez tuvo otras muchas menciones del papel de Kirchner en la región, especialmente por la posición de la Argentina frente a las políticas de los organismos de crédito internacionales -"Néstor llegó al poder por una rebelión del pueblo contra el FMI", afirmó- y el avance de los acuerdos estratégicos con su país. La presencia "virtual" del gobierno en el acto de anoche pareció encontrar razones firmes en el resguardo de esa alianza.>

Entre bambalinas

La Casa Rosada monitoreó durante toda la semana la organización de una movilización cuyo armado en un estadio había generado cierta preocupación. Y garantizó la presencia de las organizaciones piqueteras cercanas al poder central a través de su vínculo con el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli.

El gobierno llegó, incluso, a preocuparse por la demora en la llegada de fondos que había prometido Venezuela para la movilización de militantes y que pareció frustrar la foto de un estadio absolutamente colmado. Sin embargo, para el final, el kirchnerismo evitó colarse en la primera fila del palco de honor. >

Anoche, en Ferro se dejaron ver el subsecretario de Derechos Humanos, Rodolfo Mattarolo, el diputado nacional Miguel Bonasso, y el ex canciller y potencial candidato a gobernador por el kirchnerismo en Santa Fe, Rafael Bielsa. Así, la primera fila del sector VIP de invitados quedó capitalizada por los dirigentes piqueteros, sociales y sindicales que sumaron a la movilización. >

Sin embargo, en las oficinas de la Rosada que aprueban el vínculo con Chávez se respiraba anoche satisfacción, especialmente por haber sorteado el temor a una silbatina fuerte como la que los grupos antikirchneristas hicieron escuchar en julio pasado cuando el venezolano compartió tribuna con Fidel Castro en la Ciudad Universitaria de Córdoba. >

Ayer, el gesto de repudio provino centralmente de los grupos de izquierda que poblaron el campo de Ferro como la Corriente Clasista y Combativa (CCC), el MST y el MTD Aníbal Verón. >

Cooperación, gas y soja

Entre los once acuerdos de cooperación bilateral firmados ayer por Kirchner y Chávez, se destaca la creación de una organización de países productores-exportadores de gas de Sudamérica, sobre lo cual el mandatario anfitrión destacó el deseo de que Argentina vuelva a ganar un lugar destacado en ese ámbito. Kirchner dijo que con la ayuda de Venezuela, la Argentina "va a recuperar las posiciones en el mercado de gas que se perdieron por la falta de visión estratégica" del pasado, al tiempo que ratificó que a fines de marzo se dará puntapié inicial con el gobierno boliviano de Evo Morales para el gasoducto del noreste y reiteró la voluntad de construcción del megaducto sudamericano.

Otro de los acuerdos firmados, esta vez entre Chávez y el empresario sojero Gustavo Grobocopatel, fue el de transferencia de tecnología argentina para el desarrollo agropecuario de Venezuela, que alcanzará aproximadamente a los 400 millones de dólares para los próximos cuatro años.

También se suscribieron acuerdos comerciales de cooperación y asesoramiento argentino para ampliar la producción agrícola ganadera de Venezuela; otro para el desarrollo núcleo genético para el mejoramiento del rodeo bovino del país caribeño; un acuerdo para la creación de una compañía mixta para la fabricación de motores a gas y otra para la fabricación de dispositivos para la conversión a gas natural vehicular. Finalmente, se celebró un acuerdo para conformar una compañía argentino-venezolano para fabricar autobuses a gas.

Seguridad

Chávez llegó al estadio de Ferro en medio de un imponente operativo de seguridad. El palco desde el que habló Chávez y en el que se ubicaron las Madres de Plaza de Mayo fue posicionado "de espaldas" a las torres de edificios que rodean el estadio, por un expreso pedido de la Casa Militar de Venezuela. Con Chávez, también subieron al escenario más de una decena de hombres de seguridad, y antes de eso fue despejado todo el espacio frente al escenario. No pocos periodistas e incluso organizadores del acto, se sorprendieron al saber que para poder estar allí necesitaban una credencial "venezolana".

Viviana Mariño (CMI)/El Litoral