Entre trebejos

[ En España ]

El gran maestro búlgaro Atanas Kolev se impuso en la primera edición del Torneo Internacional de Ajedrez de La Laguna, al hacer tablas en su última partida con el georgiano Mikheil Mchedlishvili, a la postre tercer clasificado.

Este certamen llegó a su fin tras la disputa de nueve rondas, que se venían celebrando desde la tarde del pasado lunes, en la sala de arte de la oficina principal de Caja Canarias en La Laguna.

El desenlace final del torneo deparó el segundo puesto para Bojan Kurajica, que en la última ronda hizo tablas con Vladimir Epishin. Sorprendente resultó el cuarto puesto del británico Gawain Jones, que partía con el puesto número 18 del ranking, con un excelente final de campeonato, sobre todo en las tres últimas rondas que le llevaron a quedar muy por arriba de lo esperado.

[ Rebelde por amor ]

La más joven promesa del ajedrez de Perú, el quinceañero Emilio Córdova, regresó a Lima desde Brasil, traído por su padre, después de haber permanecido en actitud rebelde sin querer retornar a su país por el amor de una mujer.

El último campeón del Sudamericano de Ajedrez de Córdoba (Argentina), disputado en enero pasado, llegó al aeropuerto internacional de Lima, en compañía de su padre, Arturo, quien viajó a Sao Paulo para ejercer sus derechos como progenitor, al tratarse de un menor de edad.

El maestro internacional, de 15 años, fue recibido como un héroe por algunos amigos en el terminal aérea, después de haber mantenido en medio de la angustia a su familia, por más de un mes.

Córdova participó en el torneo argentino y después viajó, por su cuenta, a Brasil, para intervenir en una serie de campeonatos que le permitan llegar al grado de gran maestro internacional.

Sin embargo, en Sao Paulo conoció a Adriane Oliveira, de 29 años, una atractiva brasileña que trabaja en un night club, y quedó perdidamente enamorado de la muchacha, madre soltera.

En las siguientes semanas, Emilio vendió su computadora personal, que lo acompañaba en cada torneo, y otras pertenencias para solventar su estadía en esa ciudad.

Luego habló con su padre en Lima y le pidió que le enviase más dinero, porque estaba enfermo y no podía retornar a su casa.

La prensa limeña, incluidos varios programas de televisión, lo ubicó en Sao Paulo y verificó que el joven ajedrecista estaba bastante desmejorado, pero porque se había convertido en un amante de la noche, visitando clubes para bailar y tomar todos los días, en un barrio frecuentado por prostitutas.