Elisa Carrió ratificó ayer que en las elecciones de octubre disputará la Presidencia de la Nación y no la Jefatura de Gobierno porteña, aunque el epicentro de su campaña será Capital Federal, donde aspira a reforzar la candidatura de quien, finalmente, sea el elegido para representar a la coalición cívica en la que viene trabajando desde hace tiempo.

La ex titular del ARI renunció a su banca de diputada nacional, tal como lo había anunciado la semana pasada, para volcarse de lleno al armado de la coalición y a la campaña electoral que comenzará, según afirmó, luego de la Semana Santa, con la presentación de las listas de candidatos de la ciudad. Previamente, y en una carta dirigida a la Junta Nacional del ARI, hizo efectiva su desafiliación del partido que creó en noviembre de 2001 y reafirmó su "absoluto compromiso de ser candidata a la Presidencia de la República", una decisión que puso fin a la expectativa que ella misma había creado cuando, hace unas semanas, sugirió que podía postularse para la Jefatura de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires.>

Carrió aclaró ayer que la confirmación de su postulación presidencial pretende "dar certeza a la ciudadanía de una candidatura opositora y despejar toda especulación sobre la doble candidatura Capital-Nación", y reconoció sutilmente que cuando dijo que pensaba en postularse en la ciudad no pretendía otra cosa que posicionar a su partido en la carrera electoral del que parecía excluido.>

Para el consultor Ricardo Rouvier la jugada de Carrió se trató de "un golpe mediático que confundió a todos, pero que como mucho va a favorecer a algunas listas del ARI, donde hay dirigentes que aspiran a renovar su banca".>

Rouvier señaló que antes del episodio porteño, Carrió tenía para la presidencia un diez por ciento de intención de voto. "Ahora habrá que medirla nuevamente porque también salió López Murphy a la cancha. De todas formas, creo que su presencia electoral va a seguir siendo testimonial", agregó.>

La coalición cívica, que por ahora cuenta entre sus seguros integrantes a Patricia Bullrich, el socialista Rubén Giustiniani, y el radical Enrique Olivera, no parece tener grandes posibilidades de expansión fuera de la ciudad de Buenos Aires y Santa Fe, donde el ARI apoya la candidatura de Hermes Binner.>