Familias de víctimas inocentes se unen en reclamo de justicia

La sensación, en todos los casos, es la misma: al profundo dolor de haber perdido a un ser querido, se suma el convencimiento de que los autores de los homicidios están sueltos o hasta el momento no han recibido condena.

Por eso, familiares de víctimas de asesinatos cometidos en esta ciudad se están organizando para crear alguna entidad que los nuclee y les brinde mayor fortaleza a la hora de reclamar.>

Mañana, a las 19.30, en San Jerónimo 1133, se reunirán integrantes de las familias Rosales, Bouvier, López y Betinelli, entre otros. Pero saben que no están solos. Por lo tanto, invitan a todos los seres queridos o allegados de víctimas de homicidio a sumarse a esta iniciativa.>

El último de estos casos fue el de Hernán Bouvier. La investigación judicial se vio envuelta en una serie de marchas y contramarchas, decisiones equivocadas por parte de la Justicia, un menor fugado y vuelto a detener, denuncias de maltratos, confesiones y negativas. Más allá de las explicaciones técnicas, para la familia, lo único importante sigue siendo que los culpables paguen por el delito.>

Desde el Juzgado de Menores, Susana Giordano de Bilich, accedió al pedido de que se realizaran pruebas de ADN a vestimentas de uno de los dos menores detenidos. En estos momentos, se aguarda que la Suprema Corte de Justicia de la Provincia autorice el pago de estos estudios que se realizan en el Ceride.>

A Hernán Bouvier lo mataron el 3 de enero pasado, mientras atendía un cibercafé en el barrio Santa Rita.>

La policía atrapó rápidamente a dos menores, quienes confesaron su participación en los hechos e incriminaron a dos mayores, que también fueron detenidos. De hecho, el juez de Instrucción, José Manuel García Porta, dio por aclarado el caso.>

Pero luego, la situación cambió. Ante la jueza de Menores, Ana María Elvira, los menores dijeron que en la Policía se habían autoincriminado a fuerza de golpes. "Esto resulta poco creíble, pues cuando declararon en sede policial estaban acompañados por sus madres, como marca la ley. ¿Es que acaso las mamás también les pegaron?", se preguntó la abogada de la familia Bouvier, Dra. Fede Céspedes.>

Frente a este cambio en las declaraciones, la jueza envió a los dos menores a un hogar de puertas semiabiertas en Rafaela. Uno escapó, fue detenido nuevamente y, esta vez, la jueza de Menores, Susana Giordano de Bilich, ordenó alojarlo en Asuntos Juveniles.>

Pero además, como los chicos cambiaron su declaración, el juez de Instrucción, Julio César Costa, se vio obligado a liberar a los dos mayores detenidos por falta de pruebas suficientes como para incriminarlos en el delito.>

"Uno de los testigos -explicó Céspedes- se negó a realizar el reconocimiento porque dijo temer por su vida. Y es que los sospechosos viven a cuatro cuadras de su casa y resulta un hecho verdaderamente atemorizante saber que un menor detenido se había escapado".>

"En estos momentos no existen garantías en la provincia para los testigos. Mientras tanto, la familia sigue sufriendo el convencimiento de que los culpables pueden estar sueltos", finalizó la abogada.>

De la Redacción de El Litoral