Néstor Fenoglio-Federico Aguer[email protected]@ellitoral.com

Rosario (Enviados especiales).- Las segundas jornadas de trigo de la Región Centro, realizadas en la Bolsa de Comercio rosarina el martes pasado, se constituyeron en un verdadero mirador para la próxima campaña triguera, con una marcada diferencia entre las expectativas generales o nacionales y las de nuestra región, acuciada por intensas lluvias e inundaciones. Así, los especialistas -buena parte de la mejor inteligencia en trigo disponible en el país- pudieron determinar un mejor panorama en materia de reservas de humedad que la campaña pasada, pero con la salvedad de que nuestra región debe analizar caso por caso y campo por campo la situación para implantar el cereal.

Y en esa precisión, en esa contrastación de datos entre lo nacional y lo regional, salta a la vista que para nuestros campos, para Córdoba, Santa Fe o Entre Ríos, habrá que esperar que los campos sequen y estén bien oreados a la hora de la siembra, aun aplazando el momento de implantación. González-Montaner es tajante: "venimos de años de sequía y ahora hay más humedad, lo que es bueno. Pero ustedes (por nuestra región) recibieron demasiada agua y ningún extremo es bueno. Recomiendo no sembrar hasta que los campos no estén secos. sembrar en tierra muy húmeda o en barro es una catástrofe y no hay protección que alcance para esos casos. Conviene esperar un poco.">

Y esa espera irá luego de la mano de la variedad a elegir, que en este caso, atada a la soja de segunda como una sola unidad de negocios (como corresponde ser analizada la decisión de sembrar trigo), apuntará en los casos de extrema humedad a ciclos cortos o intermedios.>

Margarita Sillón, investigadora de la UNL, sostiene que debe analizarse caso por caso y que no se descarta la labranza tradicional en aquellos campos que quedaron muy pisoteados por el paso de orugas para recoger la soja de la actual campaña.>

Es un año, además, con buena disposición de humedad lo que apuntará más al rinde que a las proteínas, pero con las advertencias lógicas de nuestra región, donde el calor y la humedad generan patógenos de suelo y enfermedades de hoja a las que hay que prestarles mucha atención. Sabido es que el trigo demanda mucha tecnología e inversión, pero también decisiones correctas.>

Y entre esas decisiones estará presente, incluso, la de no hacer trigo si no están las condiciones (por ejemplo: en Las Colonias y La Capital, en algunas zonas de Castellanos y en San Jerónimo hay que estudiar muy bien cómo quedaron los suelos), porque los especialistas recomiendan no sembrar con exceso hídrico. No hay protección (y no es barato curar semillas y luego hacer tratamiento de malezas con herbicidas) que resuelva una mala implantación. Así, habrá áreas en Santa Fe y Entre Ríos que directamente no harán trigo o lo harán más tarde apuntando a ciclos cortos.>

Otro aspecto a tener en cuenta es el del nitrógeno: va a hacer falta de entrada, pero con un otoño con perfil de lluvias, hay que tener cuidado con los lavados. En cuyo caso, se puede analizar una fertilización dividida. Ese perfil de lluvias se extenderá al invierno y al fin del ciclo, en primavera: las precipitaciones de setiembre, se sabe, son bienvenidas para el trigo; las de octubre son una invitación para fusarium, y fusarium sobra...>

En fin, que son muchas las cuestiones y los condicionantes para la presente campaña de trigo en nuestra zona. Y ello sin contar las erráticas o agresivas políticas del gobierno que cierra exportaciones en momentos en que se decide la siembra. Así que se puede empezar a deshojar la margarita. Una margarita con demasiados pétalos.>