En esta próxima campaña triguera
No se puede recetar a todos por igual
En el marco de las Segundas Jornadas de Trigo de la Región Centro, la especialista disertó sobre el análisis fitosanitario de la campaña 2006/07 y sobre los posibles escenarios futuros. Remarcó el trabajo de campo como herramienta vital y destacó la importancia del clima como factor condicionante.

Federico Aguer[email protected]

Margarita Sillón es Ingeniera Agrónoma, egresada de la Universidad de Morón. Es fitopatóloga, especializada en el control biológico de las enfermedades en la Universidad de Salamanca, España; y en epidemiología de la Universidad Nacional de Río Cuarto. Es docente e investigadora de la U.N.L. desde 1988.

En el trabajo presentado por la especialista en dichas Jornadas, se indica que existe un riesgo sanitario diferencial entre los cultivos establecidos en distintas zonas, con un riesgo potencial máximo en la región de la Mesopotamia o Litoral. Entre los patógenos con mayor impacto sobre la productividad se destaca el grupo de las enfermedades foliares, registrándose alta incidencia de las mismas en todas las regiones cerealeras de la Argentina.>

En base a algunos trabajos realizados desde el año 2003 en Santa Fe, se pudo delinear el comportamiento de algunos cultivares durante cada campaña agrícola y establecer las enfermedades predominantes, que resultaron ser roya de la hoja, mancha amarilla y septoriosis, desde el macollaje hasta el grano pastoso. Altamente dependiente de las condiciones ambientales en el momento de la floración del golpe blanco, como la enfermedad más importante referida a la espiga, con aparición errática de la región.>

Los ensayos se realizaron en campos experimentales aportados por Agricultores Federados Argentinos en zona Norte y los grupos CREA. Se utilizó la metodología de análisis semanal de macroparcelas a través de la cuantificación de enfermedades y caracterización de las mismas en cada variedad de trigo. La observación del campo se complementó con recuento de hojas enfermas y el estudio del área foliar afectada, los cuales se realizaron en gabinete. El estudio del progreso de enfermedades a lo largo de los distintos ciclos arrojó curvas de tipo sigmoidal con un incremento general a partir de la floración. Esto indica cultivos sanos hasta avanzado el estado de desarrollo, coincidiendo con condiciones ambientales poco conductivas para avances de patógenos foliares por falta de lluvias.>

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Programa sanitario del 2003 al 2005

La ponencia hace hincapié en las condiciones ambientales imperantes en el centro oeste de la provincia durante el desarrollo del cultivo del trigo no fueron propicias para el avance de enfermedades. Todos los años se aislaron desde raíces, hongos del suelo, relacionados con el stress hídrico, constituyendo focos de la patología denominada podredumbre de zonas áridas.

Las intensidad de enfermedades foliares no superó el 20 %, por lo cual las diferencias a campo entre testigos y lotes tratados fueron difíciles de observar. Pero en el estudio de laboratorio se determinó que la aplicación de fungicida redujo el número de pústulas activas de roya de la soja . No se registró fusariosis de la espiga en ninguno de los cultivares analizados. En el 10 % de los lotes se detectó espiga negra, y la aplicación de fungicida realizada según estado fenológico permitió, en promedio, un aumento del 7,9% del rendimiento en los cultivares de ciclos corto, 11,11 % en cultivares de ciclos intermedio y 15,9 % en cultivares de ciclo largo.>

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Programa sanitario de la campaña 2006 para la región.

En el departamento Las Colonias, centro Región I, realizada en el campo experimental AFA Humboldt, y en el Departamento Castellanos Oeste Región I en el campo experimental de María Juana. En estado de hoja bandera, en el centro de la provincia se registró un aumento generalizado de la severidad de mancha amarilla. Churrinche, Gaucho, Onix y Premiun 13 registraron roya de la hoja en hojas superiores. En María Juana, las condiciones climáticas no predisponentes para el desarrollo de enfermedades provocaron baja incidencia de manchas foliares en Arriero, Escorpión, Jabalí, Capricornio, Sagitario, ACA302, Chacarero, Mejor Pan 601 y Proteo.

En estado de floración, en Humboldt se registró estabilidad sin incremento de nivel de enfermedad en los cultivares Capricornio, Chacarero, ACA601, ACA303, Tauro, MejorPan. Con roya de la hoja hacia hojas superiores: Guapo, Churrinche, Gaucho, Onix y Premiun 13. En AFA María Juana se generalizó las aparición de la roya de la hoja, aunque con muy baja severidad (de 1 a 2 pústulas por hoja). Los cultivares que no presentaron Puccinia Recóndita en hojas superiores fueron Tijereta, ACA303, y 302, Capricornio, Proteo, Castor, Gavilán y Tauro.>

En estado de grano lechoso se observó una diferencia del 30 % del área verde sana a favor de las parcelas tratadas con fungicidas. En María Juana se presentaron menor nivel de enfermedades, como consecuencia de las precipitaciones inferiores a las ocurridas en Las Colonias.>

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Resultados consistentes

Los problemas de podredumbre de zonas áridas se evidenciaron con mayor nivel de incidencia en la zona oeste. Por tercer año consecutivo, las fertilizaciones foliares con el agregado de fungicidas aumentaron la producción del trigo. El comportamiento de las fertilizaciones foliares fue afectada por las características del año. En algunas condiciones funcionó mejor la aplicación en el momento Zadoks 23-31 y en otras el momento 39-45, lo que demuestra que la variable momento de aplicación debería estudiarse con mayor detalle y de ser posible en condiciones más controladas. Los resultados de las experiencias demostraron que el efecto del agregado de nutrientes con aplicaciones foliares en trigo incrementaron el rendimiento de granos y que deberían seguir siendo estudiadas.

En aquellos cultivares que no presentaron ni roya ni septoriosis, y que la severidad de mancha amarilla no sobrepasó el umbral de acción, las respuestas al control químico resultaron erráticas, y en algunos casos no mejoraron los rendimientos. Los resultados fueron consistentes y efectivos cuando el control en hoja bandera coincide además con el nivel de la enfermedad.>

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Análisis sanitario

En las Jornadas desarrolladas en Rosario, Sillón contó la situación de nuestra provincia en el campo. Para la fitopatóloga, para hacer un análisis sanitario se debe retrotraer un poco más atrás en la historia, haciendo un balance de tres a cuatro años por lo menos. El trabajo hecho con AFA zona norte en la investigación, se destacan campañas secas, incluso en los cultivos del oeste, en el departamento Castellanos, donde se ha registrado un srtess hídrico importante. Por lo tanto, si bien las enfermedades foliares se presentaron, lo hicieron con un nivel de severidad menor que en el 2003.

"En el ciclo biológico está todo relacionado, entonces estamos hoy encontrando sobre vainas de soja y granos de maíz patógenos que luego van a estar en el suelo en la implantación del cultivo del trigo, y en ese aspecto hay que tener en cuenta que puede estar complicada la implantación del cultivo en función a la presencia de patógenos del suelo. Eso por un lado, y por el otro lo otro que queremos trabajar en la llegada al productor y al técnico es en la memoria. Si hace 4 años que no tenemos fusariosis en el trigo, que es un problema realmente importante, no nos podemos dejar estar. Por eso hay que seguir recalcando el trabajo en el monitoreo en el campo, porque no sólo nos otorga el nivel de severidad, sino que todas las semanas en el campo nos da una información basada en la fisiología, porque el golpe blanco entra cuando está expuesta la planta, y si no hago un seguimiento exhaustivo del lote no lo puedo detectar. Por eso todo el manojo sanitario debe estar basado fuertemente en el trabajo de campo", dice.>

Las lluvias condicionan

Para la Ingeniera, estas recientes lluvias están condicionando mucho la campaña de soja, y en función de eso lo van a hacer mucho desde las enfermedades de fin de ciclo. "En nuestra región, con elevadas temperaturas e índices de humedad, no se debe discutir el manejo sanitario a través de fungicidas. Lo que sí podemos ajustar son los momentos de aplicación de acuerdo al nivel de las enfermedades, y -a lo mejor- los principios activos que en eso reside el costo, entonces hay distinta residualidad, y en eso pasa parecido que en la soja, apuntamos a mejorar la técnica.

"Por eso se hace difícil un escenario de receta. Las lluvias dejaron los caminos y los campos bajo el agua, y el trabajo de cosecha marcó con sus huellas el trabajo para el trigo, condicionando a realizar tareas de labranza convencional en muchos casos.

Se debe trabajar lote a lote y región a región y los productores y los técnicos no pueden hacer nada si no se hace en el marco de obras de estructura que los respalden, y eso es lo que más nos está condicionando", finalizó.

Manejo

De esto surge la importancia de tomar en cuenta dos principios fundamentales para un manejo correcto de las enfermedades de trigo en un escenario futuro: por un lado, cuidar la sanidad inicial del cultivo a partir de las semillas usadas, y los recursos de control de patógenos de suelo que actualmente están en el mercado; y por otro lado el monitoreo a campo con la cuantificación de enfermedades foliares como herramientas imprescindibles para definir momentos de aplicación de fungicidas.