Feria del Libro, índice de cultura

La Feria Internacional del Libro que anualmente se realiza en la ciudad de Buenos Aires es uno de los principales acontecimientos culturales del país y la apuesta más firme a favor de la cultura nacional.

Según las informaciones disponibles, alrededor de 1.500 stands con más de 18.500 títulos y un volumen de negocios de unos 550 millones de dólares anuales, dan cuenta de los alcances de esta feria, considerada una de las más relevantes de América latina.>

Se calcula que la exposición será visitada por más de un millón de personas, cifra que autoriza a matizar la idea de que en la actualidad se lee menos o que el libro es un objeto en decadencia. El tradicional debate "televisión versus libros" encuentra imprevistas aristas de abordaje teórico ante una situación que muestra expectativas favorables a la lectura.>

No se trata de desconocer datos fuertes de la realidad, pero no hay duda de que la demanda de libros sigue siendo alta y en más de un caso ha crecido en comparación con otros años de autoritarismo político, censura cultural y discriminación ideológica. Las cifras, en este sentido, son elocuentes más allá de que, como observan algunos intelectuales, la calidad de la lectura ha disminuido. En efecto, así como se puede hablar de "música chatarra" para referirse a productos de mala calidad, lo mismo podría hablarse de "libros basura" para aludir a textos relacionados con la denominada industria cultural apuntada a consumos masivos.>

El debate es antiguo pero todos los años se renueva. Importantes intelectuales advierten sobre la degradación del libro, la manipulación del lenguaje, la corrupción de las palabras, y si bien algo de verdad hay en estas consideraciones, no se puede desconocer que, de todos modos, la masividad de la lectura sigue siendo un hecho culturalmente valioso.>

Hace más de cincuenta años, en una polémica con los representantes más lúcidos e intransigentes de la Escuela de Frankfurt, el sociólogo norteamericano Robert Merton señaló que las personas que hoy acceden a la lectura, incluso a la lectura de baja calidad, en otros tiempos eran analfabetas o no tenían posibilidades de acceso a los libros, por lo que, de alguna manera, el consumo masivo debía considerarse, desde el punto de vista sociológico, como una oportunidad de acceso a la cultura.>

Por entonces Merton se refería a los nuevos avances civilizatorios que iluminaban nuevas franjas de la realidad al tiempo que oscurecían otras. En el siglo XIX, cuando en la Argentina el 80 por ciento de la población era analfabeta y más del 70 por ciento vivía en ranchos, era muy difícil imaginar un escenario cultural con consumo de masas. Los progresos económicos y culturales explican este nuevo escenario, incluidos los problemas relacionados con la masificación y la banalización de la cultura, problemas que, dicho sea de paso, gracias a las libertades vigentes, son permanentemente denunciados por intelectuales y funcionarios culturales.>

A modo de conclusión se puede decir que toda iniciativa destinada a promover la lectura, debe ser bienvenida sin que ello implique desconocer los nuevos problemas que suscitan en el escenario sociocultural.>