HUMOR Y REFLEXIÓN EN ESCENA
Las cuatro caras del Apocalipsis
Mauricio Dayub protagoniza el unipersonal "4 jinetes apocalípticos" que, con textos de José Pablo Feinmann y dirección de Luis Romero, llega el viernes 18 de mayo al Centro Cultural Provincial.

Cualquier similitud con la realidad social y política no es mera coincidencia. "Un padre fanático de la seguridad, el más decadente reencuentro de cinco ex militantes, un amo y un banquete macabro, y un hombre de negocios en acción el fatídico 11 de setiembre del 2001". Estos cuatro personajes -que podrían perfectamente ser extraídos de las noticias de los últimos tiempos- son los roles que Mauricio Dayub asume en "4 jinetes apocalípticos".

Escrita por el columnista de Página/12 y autor de múltiples ensayos y novelas -"La astucia de la razón", entre otras- José Pablo Feinmann, la obra cuenta con la dirección de Luis Romero y llegará al escenario del Centro Cultural Provincial el viernes 18 de mayo, desde las 21.>

Reconocido en el mundo teatral, el espectáculo transita su segunda temporada, y ha obtenido desde su estreno varias distinciones, como la nominación para Mejor Labor Unipersonal Premios Clarín, Mejor actuación en Unipersonal Premios Teatros del Mundo, Mejor Música Premios Florencio Sánchez y Mejor Actuación en Unipersonal Premios Florencio Sánchez.>

PESTE, MUERTE, HAMBRE Y GUERRA

Según la crítica especializada, la propuesta sobresale por la conjunción de la destacable actuación de Dayub y la pluma de Feinmann. En palabras del propio escritor, "en el mundo apocalíptico de hoy no hay esperanzas, tenemos que crearlas. No está mal: pocas generaciones en la historia de la humanidad tuvieron por delante una tarea tan excepcional".

Sobre esa concepción, el humor se liga a la reflexión en este relato en el que "la peste, la muerte, el hambre y la guerra se alternan en escena. Son cuatro jinetes que cabalgan bajo la sombra de un inminente Apocalipsis", tal cual se anticipa desde la producción.>

El argumento, precisamente, se desarrolla en cuatro monólogos que tratan esos males y cobran vida en cuatro personajes: "un padre desaforadamente egoísta, fanático de la seguridad, que le dice a su hijo que tiene la familia perfecta: un padre, una madre y un revólver; vivirá una reunión de ex militantes que se burlan de los sueños que tuvieron en el pasado; conocerá a un hombre poderoso que reúne a otros tres en su casa y los invita a un banquete macabro; y descubrirá a un business man que se dispone a competir, desde una de las Torres Gemelas, con su ex socio, por un negocio hipermillonario con Japón, el 11 de setiembre de 2001".>

Despiadado mundo

Las consideraciones de los críticos ponen énfasis coinciden en destacar el valor de la pieza y el trabajo actoral de Dayub.

"Coquetea con la ironía y durante una hora alterna con naturalidad el drama y el humor. Dayub logra una actuación sólida y multifacética", expresó María Ana Rago, de Clarín.

Y para Carlos Pacheco, de La Nación, se trata de "una mirada despiadada sobre la sociedad contemporánea. La labor de Mauricio Dayub es de una acabada minuciosidad. Actor muy versátil y de un histrionismo que pocas veces ha mostrado en esta totalidad".

Producción

Escenografía y vestuario: Osvaldo Pettinari. Música original: Federico Marrale. Diseño de iluminación: Fabián Reynoso. Coreografía: Noelia Leonzio. Asistente de escenario: Fernando Lazzaroni. Resolución escénica: Luis Romero y Mauricio Dayub. Realización de vestuario: Lidia Benítez. Realización de escenografía: José Luis Cuello. Pelucas: Roberto Mohr. Operador de luces: Fabián Reynoso. Producción ejecutiva: Micaela Labanca. Fotos: Gaby Herbstein. Diseño gráfico: Victoria Benedetto.