De la Redacción de El Litoral - [email protected]

Vélez Sarsfield y Gimnasia y Esgrima La Plata jugaron anoche uno de los peores partidos del Torneo Clausura y, lógicamente, empataron sin goles en el estadio José Amalfitani. El local jugó como para cerrar la temporada sin ningún tipo de festejos, ya que puede llegar a pagar muy caros los dos puntos que dejó en el camino cuando llegue el momento de definir los participantes argentinos en la próximo Copa Sudamericana. En cuanto al Gimnasia del colombiano Francisco Maturana, prácticamente se limitó a defenderse. Eso sí, sobre el desenlace entre el uruguayo Santiago Silva y Antonio Piergüidi desaprovecharon un contragolpe tan aislado como profundo.

Está claro que el nuevo conductor espera que se acabe la temporada para ir dándole forma a un equipo más a su gusto. El primer tiempo fue tan monótono que prácticamente careció de emociones. Vélez jugó mejor que su adversario, fundamentalmente al principio, cuando Darío Ocampo y Damián Escudero consiguieron abrir el frente de ataque. Para el local hubo también algunos aportes intermitentes del goloso Mauro Zárate, quien en no pocos pasajes de los partidos parece olvidarse de que tiene en la cancha diez compañeros.>

Pero lo que hubo de sobra fue la lucha en el mediocampo, la que provocó el apagón de creatividad que afectó a los dos equipos. Con todo, Vélez y Gimnasia dispusieron de una oportunidad importante para convertir en ese capítulo, pero se impusieron los arqueros. A los 10 minutos, Carlos Kletnicki tapó un potente disparo de Escudero, quien había sido asistido por Ocampo.>

Sobre el cierre de la etapa, Sebastián Peratta tuvo una intervención magnífica para desviar sobre su derecha un tiro libre que Luciano Leguizamón ejecutó con destreza. El segundo capítulo fue poco menos que insoportable, porque Vélez acumuló impotencia y Gimnasia apretó sus filas para defenderse. La intrascendencia de Vélez en la ofensiva llevó al entrenador Ricardo La Volpe a reemplazar a los titulares Lucas Castromán y Mauro Zárate por Gustavo Balvorín y Emmanuel Fernandes Francou. Castromán se retiró con un fastidio demasiado elocuente y habrá que esperar que haya sido porque tuvo perfectamente claro lo mal que jugó.>

Cuando parecía que el epílogo iba a desarrollarse sin aspectos para resaltar, el Lobo dispuso de una réplica ideal, pero Peratta fue de lo más oportuno al arrojarse a los pies del delantero y desviarle la pelota. La jugada continuó y luego Piergüidi tiró desviado cuando se hallaba frente al arco.>