Opinión económica
La Argentina convergiendo al crecimiento de largo plazo
La inflación es un factor que puede disuadir a las empresas a invertir. Foto: Archivo/El Litoral. 

Razonablemente, se piensa en un crecimiento para el país en 7 puntos. La dificultad se encuentra en mantener la tasa de expansión de la oferta agregada con los actuales niveles de expansión

Fausto Spotorno (*)

La economía argentina está comenzando una suave etapa de desaceleración y es probable que 2007 termine con un crecimiento cercano a 7 por ciento, cifra algo menor a lo observado en los últimos años.

La razón de esta reducción en el ritmo de crecimiento se encuentra en las dificultades que presenta la economía para mantener la tasa de expansión de la oferta agregada con los actuales niveles de inversión. De hecho, el crecimiento en el primer trimestre ya estaría levemente por debajo de lo observado a finales del año pasado.>

En 2006 la economía creció 8,5 por ciento, y de esta manera, cumplió cuatro años consecutivos con crecimientos superiores al 8 por ciento. Sin embargo, es posible que haya una desaceleración a lo largo de 2007. Según el EMAE, en el primer trimestre de 2007 el crecimiento del PIB estaría en torno al 8 por ciento anual, cifra levemente inferior al 8,2 por ciento que se esperaba según el relevamiento mensual del BCRA y al 8,6 por ciento que se alcanzó en el cuarto trimestre de 2006.>

A su vez, en abril el IGA-OJF mostró un crecimiento algo menor: 7,7 por ciento. Esto implica que el PIB desestacionalizado estaría creciendo a una tasa cercana al 1,4 por ciento trimestral.>

De no mediar una nueva aceleración, es posible que hacia el cuarto trimestre PIB muestre una expansión cercana al 6 por ciento anual. Con lo cual, es razonable pensar que en el promedio de 2007 el PIB crecería 7 por ciento. Algunos sectores de la economía ya están mostrando señales que van en este sentido. Durante el 2006, el rubro de mayor crecimiento fue la Construcción, con un alza de 18,6 por ciento. Sin embargo, en los últimos meses se está observando una importante desaceleración en el sector, que en abril creció 7,6 por ciento anual según el IGA-OJF, al tiempo que en igual mes de 2006 se expandió a un ritmo de 20,4 por ciento. >

Cabe destacar, que aunque se percibe desde el segundo semestre de 2006 una menor actividad en este rubro, en los últimos dos meses se exacerbó a causa de las precipitaciones récord: 330 mil millones en marzo (150 mil millones histórico) y 200 mil millones en abril (97 mil millones histórico).>

Esta reducción en la velocidad de expansión de la economía representa la convergencia hacia la tasa de expansión de largo plazo, proceso que se está produciendo con suavidad. De hecho, algunos sectores como el financiero aún muestran tasas de crecimiento semejantes a las del año pasado.>

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La vuelta al crédito bancario

La intermediación financiera que en 2006 creció 22 por ciento, en abril subió 21,9 por ciento según el IGA-OJF, esto se debe a que los préstamos bancarios continúan ganando dinamismo, de la mano del crédito al consumo y lo mismo sucede con el comercio que en abril creció 8,5 por ciento.

Tarde o temprano la expansión de la economía argentina tiene que ajustar a niveles más sostenibles. Si bien el PIB crece a tasas chinas, la inversión es latinoamericana (21 por ciento del PIB), lo que implica una reducción de la capacidad ociosa.>

A medida que la producción se acerca su nivel potencial y de largo plazo, es natural que la economía comience a frenarse, pero las excelentes condiciones internacionales, la política económica local y el fuerte crecimiento de la demanda interna permiten que este proceso sea lento y suave, aunque llevan como contrapartida un riesgo inflacionario, que puede afectar, incluso, la tasa de crecimiento.>

Cuanto mayor sea la inversión mayor será el crecimiento del PIB en el largo plazo. Pero si la confianza de los inversores se ve perjudicada, entonces es posible que el crecimiento económico se deteriore. En este sentido, la inflación es un factor que puede disuadir a las empresas de invertir.>

En síntesis, la tasa de expansión de la economía se está desacelerando y es natural que esto suceda porque el nivel de inversión que presenta la economía argentina es consistente con una tasa de crecimiento del PIB menor a la actual. El mayor riesgo es que la inversión se reduzca debido a la incertidumbre que provoca la inflación y que esto lleva a tasas de crecimiento subóptimas. No obstante, de lograr una reducción de la inflación es posible converger a tasas de crecimiento más sostenibles.>

* Economista jefe de Orlando Ferreres y Asociados