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La ceremonia se realizó en la sede del organismo, ubicado en 1° de Mayo 2152.
De la redacción de El Litoral
La fuerte emotividad fue la nota distintiva del jueves a la noche, cuando en el Museo Judío de Santa Fe Hinenu -que significa "Aquí estamos"- quedó habilitada la exposición "La visión santafesina sobre el horror de la Shoá", organizada en forma conjunta por el citado organismo y la Comunidad Israelita de Santa Fe. Al acto asistió la subsecretaria de Cultura de la provincia, Lic. Ana María Cecchini de Dallo; el vicario general presbítero Javier González Grenón, y diversas personalidades del quehacer político y cultural santafesinos. El acto fue conducido con sobriedad por Alejandro Reiner, secretario del museo.
Fue el presidente de la Comunidad Israelita de Santa Fe, Daniel Steimberg, quien recordó con énfasis lo consignado en la invitación al acto: "No arranquemos esta hoja de la historia". "En momentos -dijo- en que algunos niegan lo acontecido en aquellos trágicos momentos no tan lejanos y hasta un mandatario de un país manifiesta en forma constante su inexistencia, nuestro deber es recordar y hacer recordar".>
Recordó luego los seis millones de muertos, "una estructura diseñada y preparada para matar, con las peores vejaciones a que puede ser sometido un ser humano, no puede ni debe olvidarse. Somos herederos de una responsabilidad, la de recrear lo que pasó para que no se repita. Olvidar es matar dos veces; por eso decidimos presentar esta `Visión santafesina sobre el horror de la Shoá' ".>
"Los protagonistas de Shoá -continuó Steimberg- son sobrevivientes, pero habría que llamarlos `los que regresaron', los que vuelven más allá del límite. Fueron los únicos testigos del exterminio. Los que quedaron vivos fue por milagro, heroísmo o suerte. Por eso los respeto, los considero héroes y mártires. Deben interesarnos estos sobrevivientes, que nunca hablaron en primera persona. Ellos siempre dicen `nosotros'; ellos son los portavoces de los muertos".>
La ausencia de huellas
Steimberg se refirió a Shoá, aludiendo a que "tiene por único tema la radicalidad de la muerte. Trata sobre la ausencia de huellas. Fueron asesinados, cremados, reducidos a cenizas. Una de las pocas sobrevivientes está aquí con nosotros. Ella puede atestiguar mejor que nadie lo acontecido y por eso damos gracias a Eugenia Unger por su presencia". La señora Unger ofreció un fuerte relato de su vida en el gueto de Varsovia y en los campos de concentración que conmovió a la numerosa cantidad de asistentes y del que daremos testimonio en una próxima edición.
Finalmente, el presidente de la Comunidad Israelita destacó que "pensaremos, recordaremos y estaremos prestos para actuar con la intención de que nunca más se repita, para que nunca más alguien decida sobre la vida y existencia de otro pueblo, de otro ser humano. Mantendremos en este museo la memoria de la Shoá, recordaremos y rendiremos homenaje a los que fueron callados con la muerte, honraremos a los que sobrevivieron, pensando en las generaciones por venir... Dado que la educación, responsable de la educación del mañana, es la vía privilegiada para la transmisión, creamos este espacio de reflexión, pensamiento e intercambio, con el propósito de bregar por una sociedad, cuyos valores primordiales sean la dignidad, la ética y la consideración por el prójimo".>
Recuerdo y homenaje
La directora del Museo Hinenu, Raquel Zak de Gura, puso de relieve que "un museo es un libro escrito con fotografías, objetos y documentos. Si tomamos un objeto, si miramos una fotografía y percibimos su calor, comenzamos a preguntarnos de dónde salió, de quién era, por qué está aquí, de dónde vino. Así comienza a devanarse la madeja de la historia individual, familiar, que se transforma en colectiva, hace la historia de un pueblo y, capítulo a capítulo, la historia universal".
"Con la muestra que hoy inauguramos pretendemos recordar y rendir homenaje en forma permanente a las víctimas de uno de los actos de barbarie más repugnantes de la historia, haciendo nuestro el llanto y el lamento de una tierra que albergó, en su silencioso y sufrido sueño, a millones de inocentes cuyo único pecado fue la malhadada idea de nacer judío, o gitano, o deforme u homosexual y caer en las garras de ratas pardas, cuyo hambre de conquista y su sed de sangre llevaron a la humanidad a su destrucción.>
"Queremos también -enfatizó Gura- recordar y rendir homenaje a los miles de seres humanos que arriesgaron sus propias vidas ayudando, escondiendo, protegiendo y alimentando a miles de judíos que con distintos grados de éxito lograron llegar al final de la guerra, salvándose de las garras de las bestias nazis".>
Tomar conciencia
Finalmente, la directora del Museo Hinenu enfatizó que con la exposición inaugurada "pretendemos que los jóvenes y no tan jóvenes tomen conciencia de las terribles consecuencias de los regímenes totalitarios y del desprecio hacia la vida humana que surge de la xenofobia, del antisemitismo y de la persecución de las minorías..., porque sólo si se conoce la historia y se aprende de ella se podrán reconocer hechos alarmantes para enfrentarlos y destruirlos con decisión".
Día y horario
El museo ubicado en 1° de Mayo 2152 está abierto los domingos de 17 a 19, y los interesados en realizar visitas guiadas pueden solicitarlas a los teléfonos 4558119/4558128.
