Deslucido festejo en Santa Fe

En el 197° aniversario de la Revolución de Mayo, la noticia en Santa Fe fue la pobreza institucional y la ausencia de autoridades con las que se recordó la fecha patria. Prácticamente, no hubo actos; sólo el izamiento de la Bandera, el Himno y la escenografía propia que dan con su presencia los abanderados. Nada de discursos, y hasta el Tedeum en la Catedral Metropolitana, se hizo con un arzobispo reemplazante.

La escena de esta mañana no es un dato menor si se la contextualiza. Porque con el faltazo de hoy, el gobernador Jorge Obeid terminó de marcar en el calendario de su gestión que sólo presidió un acto alusivo al 25 de Mayo.>

En 2004, Obeid había viajado a Brasil. El Ejecutivo estaba a cargo de María Eugenia Bielsa, y la gestión seguía inmersa en un clima de tensión social por las inundaciones. Así que por primera vez, el acto no se hizo en la plaza 25 de Mayo, sino en la Casa Gris. Los roces existieron igual, porque Bielsa debió sortear los planteos de las personas afectadas mientras cruzaba la plaza.>

En 2005, Obeid quiso darle otra impronta a la celebración. >

"Los festejos por esta fecha eran cada vez más alicaídos; cada vez participaban más funcionarios y menos gente. (Entonces) empezamos a pensar cómo podíamos hacer para darle de nuevo el brillo que se merece la conmemoración de esta fecha patria", dijo en aquel momento el mandatario. Así surgió la idea de trasladar los festejos al predio del ex Liceo Militar de Recreo. "La intención -decía Obeid- es que todos los años se haga una convocatoria masiva". >

Pero el ímpetu duró poco. El año pasado, si bien los actos se hicieron en Recreo, con público y con muchos funcionarios, ya no estuvo el gobernador, que también en esa ocasión eligió Buenos Aires para festejar en "la plaza del sí", los tres años de gestión de Néstor Kirchner. >

Y llegamos al 25 de Mayo de 2007: ni el gobernador (en Mendoza), ni Recreo, ni público, ni actos. En el Tedeum, sólo dos ministros del gabinete: Roberto Ceretto y Adriana Cantero; un secretario de Estado -Alberto Gianeschi-; un diputado provincial -Jorge Cura-, una legisladora nacional -Ana Berraute-, responsable de segundas líneas, autoridades militares y policiales y un referente municipal -Pablo Abraham-. También el Ing. Martín Balbarrey viajó a Mendoza.>

Parafraseando a Obeid, aquel "alicaído festejo" por la cada vez menor participación de público y más funcionarios, ahora hasta se quedó sin ellos.>

El Tedeum

La homilía en la Catedral Metropolitana estuvo a cargo del arzobispo Emérito de Salta, monseñor Blanchoud -José María Arancedo se encuentra en Brasil-. Tras invitar a dejar "el frenesí de lo temporal" para detener la atención "en lo espiritual", reflexionó sobre tres pilares que consideró esenciales para mantener una "patria grande": verdad, justicia y solidaridad.

"Hemos recibido mucho de nuestros antepasados; lo tenemos ahora en nuestras manos. ¿Qué hacemos con esa herencia? ¿La cuidamos, la defendemos, la conservamos, la acrecentamos según las necesidades de los tiempos; o egoístamente dejamos que las cosas se derrumben con tal de poder escapar de la hecatombe general?", planteó. >

"Cuántas cosas cambiarían si cada uno cumpliera con responsabilidad y honestidad el accionar de cada jornada", se preguntó. "El único camino para construir sólidamente una Nación, es la verdad -insistió-. La justicia es otro puntal sobre el que descansa una comunidad: cuando se hacen preferencias o se distinguen sectores, no hay que sorprenderse de que se vaya al derrumbe porque tanto los beneficiados como los postergados empiezan a bregar para defender sus derechos, y entonces, el desencuentro, la destrucción y la muerte".>

Por último, reiteró el "espíritu de solidaridad, que implica sentir como propia la carencia del necesitado". >

"Éste es mi aporte, para que le demos un sentido trascendente y motivador a nuestro trabajo, a fin de que la patria se asiente en sus leyes fundamentales y en la confianza del esfuerzo de todos y cada uno de sus hijos", concluyó. >