Señores directores: El gobierno brasileño lanzó el 24/5/07 la Política Nacional sobre Alcohol, que busca reducir los casos de violencia y daños a la salud provocados por el consumo excesivo. Asume el liderazgo de manera valiente con una campaña que incluye medidas como el estímulo a la restricción de los puntos de ventas de bebidas alcohólicas y la ampliación de la atención a los adictos.
Entre las consecuencias sociales del consumo de alcohol están la violencia doméstica, lesiones corporales, tentativas y homicidios consumados y diversas formas de conflicto, alegan las autoridades brasileñas.>
Desde 2002 hasta junio de 2006, los gastos públicos del Sistema énico de Salud con el tratamiento de dependientes de alcohol y otras drogas sumaron poco más de 18 millones de dólares, informó el ministerio.>
Para combatir el uso de alcohol por los conductores en el tránsito, el Ministerio de las Ciudades incluirá el problema en los cursos de formación y en la grilla curricular de las escuelas públicas.>
El gobierno estudia también la prohibición de la venta de bebidas alcohólicas en rutas federales y puestos de gasolina.>
Según la Asociación Brasileña de Medicina de Tráfico, cerca de 60 por ciento de los accidentes de tránsito ocurren a causa de que los conductores dirigen después de haber ingerido bebidas alcohólicas. Un refrán conviene recordar: "cuando veas a tu vecino afeitarse, pon tus barbas en remojo". Por estos pagos santafesinos seguimos indiferentes ante el caos que genera la ingesta de alcohol. Ahora que Brasil ha decidido "tomar el otro por las astas", puede que nuestra gente se decida a emprender de manera convincente la labor para intentar frenar al alcoholismo que está poniendo en jaque a nuestra sociedad.>
En cada violación y abuso de bebés o niños menores, lo mismo con mujeres de todas las edades, riñas conyugales y familiares, robos, hurtos, trata de blancas, asaltos a mano armada y atentados contra la propiedad hay un adicto al alcohol y un posible entrecruzamiento con drogas. Pido a quienes corresponda que hagan cumplir las normas en vigencia y que legislen correctivas con rapidez y convicción, ya que si seguimos como "el avestruz" puede que lo único que quede en evidencia sea la álgida indiferencia, un interés económico o el miedo a entrar en alguna contradicción, que no sería tal, cuando la vida de cualquiera de los ciudadanos carece de importancia al estar expuesta al delincuente imprevisible, adicto y tarado. O sea actúa con coraje o se renuncia, la ineficiencia sólo beneficia la expansión delictual.>
Roberto Ale. DNI. 6.262.178.>
