El brillante ganador de la Clase 3 del TN dialogó con El Litoral. También lo hicieron otros protagonistas de la divisional, que son de nuestra región. Asimismo, se recogieron conceptos del vencedor de la Clase 2, el cordobés Joaquín Volpi.
Daniel Monticelli
En verdad, la quinta fecha del Turismo Nacional, desarrollada en el circuito de la ciudad de Concordia, tuvo dos protagonistas que sobresalieron netamente del resto de los competidores. Ellos fueron: Esteban Eduardo Tuero, en la Clase Tres -con el Ford Focus del equipo FP Racing-, y el marcosjuarense Joaquín Volpi integrando la misma escuadra, pero a bordo de un Ford Fiesta. La supremacía evidenciada por ambos en las dos carreras finales es algo que no se da habitualmente en tan competitiva disciplina. De esa forma, los dos pilotos se llevaron sendos triunfos desde Entre Ríos.
Cada uno reflejó su punto de vista, posterior a los festejos y ya en la tranquilidad de sus domicilios.>
"Cuando uno tiene un auto tan contundente, debe tratar de aprovecharlo durante todo el fin de semana. En estos casos, siempre hay que mantener la calma porque por cualquier cosita, de repente, arruinás todo. En verdad que tenía un auto superior en todo", sostuvo Tuero.>
El ex Fórmula Uno amplió: "Si bien en algún momento el Focus tuvo alguna ida de trompa que no me convencía mucho, lo demás anduvo todo muy bien", puntualizó.>
Por el lado de Volpi
El cordobés era otro de los que estaban muy felices por el logro concordiense. "Sí, la verdad es que, desde que tiré el auto a la pista el viernes, el mismo se mostró muy consistente. De hecho, hice la pole, gané la serie y la carrera final. Incluso, fijate que marqué el récord de vueltas. De todas formas, hay que tomarse las cosas con tranquilidad. Es cierto que estoy puntero del campeonato, pero hay que ir paso a paso. Pensar carrera tras carrera y tratar de cometer la menor cantidad de errores posibles", afirmó el pibe que tiene la atención del equipo de Edgardo Porfiri y la preparación motriz de los hermanos Riva de Casilda.
Los santafesinos
No fue un buen week end para la mayoría de los pilotos de nuestra región. Por ejemplo, Carlos Contín en la 2 y Omar Suriani en la 3 no pudieron ni siquiera tomar parte en las competencias finales del domingo.
Contín, piloto de nuestra capital que corre con un VW Gol de la C. 2, lo resumió de la siguiente forma: "Tuvimos un problema en el autoblocante; hicimos algunos cambios que no le gustaron al auto, el motor no andaba y, en la serie del sábado, tuvimos un toque. Por eso es que ahora estamos estudiando hacer un replanteo en el equipo para la próxima fecha", destacó. (N. de R: trascendió por estas horas que Carlos estaría hablando con Víctor y Fabián Boscarol para la motorización y con Piaggentini, para que se encargue de la parte del chasis).>
Kúbica dejó el hospital y dijo "tener suerte"
El piloto polaco Robert Kúbica afirmó al abandonar el hospital Sagrado Corazón de Montreal en Canadá, en el que fue ingresado el domingo tras sufrir un espectacular accidente durante el Gran Premio, disputado en el circuito Gilles Villeneuve, que había tenido "mucha suerte". Kúbica, integrante del equipo BMW-Sauber, de 22 años, dijo que se sentía muy bien, pese a la violencia del accidente y de sufrir solamente un esguince en el tobillo.
El oriundo de Cracovia manifestó que espera participar en la próxima carrera que se disputará el domingo venidero en Indianápolis para el Gran Premio de los Estados Unidos.
Kúbica salvó su vida de milagro, gracias sobre todo, a la rigidez y dureza del habitáculo, la célula de supervivencia, construida a base de material de fibra de carbono, en la que se acomoda el piloto y es prácticamente indestructible.
El auto del único polaco que llegó a la Fórmula Uno quedó prácticamente desintegrado, a excepción del cockpit, cuyas doce capas alternas de fibra de carbono y aluminio protegieron la integridad del "driver". Además, el piloto está sujeto a la butaca con un arnés de seis puntos de anclaje de impide que el mismo se desplace. Y sobre él está colocado un arco de seguridad que protege su cabeza en el casco, en el caso de que el auto termine dado vuelta. Otro de los aspectos a los que el polaco estará eternamente agradecido es al Hans (Head And Neck Support -sujeción de cabeza y cuello-), un dispositivo que impide violentas sacudidas en la cabeza que puedan afectar a las vértebras cervicales.
