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En Sauce Viejo un grupo de ex trabajadores de la Fiat continuó con la fabricación y venta de insumos para tractores. Después de años de trabajo hoy salen a mostrar con orgullo el resultado de ese esfuerzo genuino: el de ser los mayores fabricantes de repuestos del país.
Federico Aguer[email protected]
Adolfo Luggren, Francisco Pomma Ré, Daniel Sallustro y Alejandro Maradona se quedaron sin trabajo cuando la sucesora de la Fiat dejó de funcionar en Santa Fe. Como tantos otros, fueron indemnizados con repuestos, por lo que debieron posponer un proyecto que venían pensando que nada tenía que ver con los fierros. El tiempo, por suerte, les demostraría que ese bagaje de experiencia acumulada en el rubro les rendiría sus frutos algunos años después.
Siempre en soledad, sin ningún tipo de ayuda oficial, se decidieron a refuncionalizar esos viejos galpones, comprando en cuotas la maquinaria y los repuestos. Con el paso del tiempo la empresa fue creciendo, y surgió la posibilidad de comprar esos mismos galpones, que ahora serían suyos.>
"Nunca tuvimos financiamiento, pero lo pudimos encarar haciéndonos cargo de la deuda impositiva", nos cuenta Francisco, evocando los comienzos de los 90, cuando se la jugaron y arrancaron a fondo.>
"La intención inicial era asesorar a empresas, pero esa indemnización no nos dejó alternativa que seguir en el negocio", algo que a la larga agradecerían. Hoy la empresa ocupa el 10 % de lo que era la planta original. Se trata de 7.000 metros cubiertos y más de 20.000 metros pavimentados, teniendo todavía una gran capacidad de expansión. Son dos galpones, uno dedicado a la fabricación, con 60 máquinas tradicionales de torneado, fresado, rectificado y dentado (el fuerte de Orfiec), equipos de tratamiento térmico, hornos continuos que momentáneamente están parados; y otro dedicado a la comercialización y depósito de mercadería.>
"Fabricamos más de 1.000 artículos y comercializamos unos 10.000, produciendo también para terceros (Massey, cosechadoras Laverda y New Holland en casi toda su línea). Bregamos para que se corte la importación de los productos que nosotros fabricamos. Hoy no se controla nada en este sentido y eso conspira en contra de la industria nacional", se quejan.>
"En el país hay 6 firmas que se dedican a la fabricación, pero entre todos logran sólo una pequeña parte del volumen que nosotros manejamos. Tenemos unos 2.000 clientes repartidos en todo el país, con distinto tipo de comercialización para cada uno de ellos", nos dice Daniel.>
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Máquinas que llegan
Árboles, engranajes, pallieres, todos los componentes de la transmisión de un tractor constituyen el grueso de los repuestos que fabrican en Sauce Viejo. Las cajas de transmisión, sin embargo, tienen poca salida, porque no suelen romperse. En la actualidad, la empresa se encuentra ampliando el trabajo para terceros, con un programa de incorporación de maquinaria que está llegando en breve a nuestra ciudad. Se trata de tornos de control numérico y centros de mecanizado de control numérico. "Ya estamos cotizando piezas para terceros de Brasil, por ejemplo, ya que hay una tendencia de ese país a buscar agropartes en nuestro país. Eso va a permitir avanzar y construir transmisiones para tractores, que hoy proveemos a Pauny, que es el único fabricante nacional de tractores que queda. Casi todos los componentes son fabricados en nuestro taller", expresa orgulloso Francisco .
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El problema de los recursos humanos
"Hoy estamos incorporando gente joven, tal vez los hijos de aquellos viejos operarios y algunos alumnos de escuelas técnicas. Pero no conseguimos gente capacitada para cumplir con estos requisitos. Precisamos un viajante, un rectificador y un mecánico para reparación de maquinarias, y no hemos conseguido ninguno. Son puestos clave y uno no puede estar enseñándoles, y ninguno de los que se presentó tiene la experiencia necesaria. Este mes tenemos que salir a buscar torneros, y creemos que vamos a tener que capacitar a nuestra gente para poder hacerlo. Hoy tenemos 26 empleados, y contamos con una sucursal en Córdoba desde donde llegamos a Tucumán y Mendoza".
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Manteniendo vivo el sueño
La vieja planta de la Fiat llegó a tener 5.000 empleados, con 30.000 personas incorporadas en total entre Santo Tomé y Santa Fe. Sin embargo, semejante polo laboral fue abandonado por la empresa y por el Estado, que dejaron marchitar otro lugar que debía protegerse. "Nosotros estamos demostrando que se podría haber continuado trabajando en el país, tal vez a una escala menor, pero posible. Hace 23 años se cargó por última vez un barco con 900 tractores a Cuba, en un verdadero hito, habiendo llegado a exportar también a EEUU. En la actualidad estamos haciendo contactos con España y Brasil, porque ellos nos detectaron y nos vinieron a buscar", nos cuentan.
Hoy, en Orfiec están trabajando con tres máquinas a doble turno, y podrían ampliarlo a tres turnos, pero no tienen la capacidad para aumentar la escala que eso implica, sobre todo por el problema que los recursos humanos plantean.>
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Para Daniel, fue muy importante seguir investigando y desarrollando otros tipos de reductores. "Gracias a eso, creemos que una firma de tractores de esta provincia va a adoptar nuestro tractor para incorporarlo a su línea de producción. Después de Citta se acercaron importadores de tractores de Polonia, que luego de la incorporación al mercado del Euro quieren fabricar acá las transmisiones, y estamos esperando los planos para revisarlos y cuantificarles la propuesta", dicen.
"Tenemos la experiencia y la estructura, queremos inversiones que deben llegar a través del crédito para la industria a tasas no usureras. Creemos que así la Argentina va a crecer mucho más rápido. Nos están costando mucho los intereses de los bancos, pero creemos que si eso cambia el desarrollo puede ser mucho más importante que lo que muchos prevén. Hemos perdido tiempo esperando los créditos para la industria, pero gracias al CFI tenemos un crédito para estas máquinas nuevas a 7 años. Este año queremos cumplir trabajos a terceros que están llegando. Desde Santa Fe se está exportando fuertemente a Brasil y a Canadá y los clientes nos piden que pongamos más gente y más máquinas a trabajar. Si pusiéramos en marcha un tercer turno estaríamos exportando mucho más", expresan optimistas.>
Sin dudas que esta nueva etapa de ayuda provincial al parque industrial significa una gran expectativa para la empresa, que recién ahora, y después de tanto esfuerzo, está empezando a mostrar lo que hace.>
Su ejemplo es una lección para los gobiernos (que nunca los apoyaron), para las otras empresas (como demostración que se puede), y para levantar la autoestima local, comprobando que Santa Fe puede seguir siendo puntal del desarrollo industrial gracias al empuje de gente como ellos. Gente que hace falta. Gente de fierro.>
Un sueño de fierro
El prototipo de tractor propio desarrollado por la empresa es un proyecto, hoy trunco, que significa el gran sueño de Orfiec. "Se comenzó el desarrollo de la matricería, consumiendo 40 matrices diferentes, todas en plástico reforzado. El problema fue que las herramientas puntuales para tractores habían sido descuidadas y abandonadas, por lo que tuvimos que reemplazarlas por completo. Nos tomó por lo menos dos años poner el desarrollo a caminar. Los costos internos subieron fuertemente (el acero duplicó al dólar), perdiendo la rentabilidad del proceso. Tractores de baja potencia nacionales ya no existen porque no es rentable hacerlo. Este es un proyecto que en 2 a 4 meses puede estar produciendo de 10 a 15 tractores por mes, que es lo que consumen los municipios de la provincia. Sin embargo, los están importando del Brasil. Si a la industria no se la ayuda desde el arranque, no puede poner primera. Nuestro tractor puede llegar a ser un poco más caro que el brasilero, pero sin dudas va a ser mucho más barato su mantenimiento. Es ideal para las economías regionales, no tiene electrónica, pero es apto para desempeñarse con versatilidad en todo tipo de usos. La transmisión puede servir para un tractor como para una pala cargadora, un autoelevador; y a la vez, dentro de un tractor agrícola, puede servir para la fruta, la vid o el tabaco. Enseguida se puede transformar, adaptándolo a las necesidades de cada región", nos cuentan. El tractor santafesino está ahí, listo para arrancar, las autoridades de la Producción lo saben sólo falta el apoyo de una política estatal que lo ayude a poner primera.
