Eloy Rodríguez
Dos términos que, en un contexto económico, deberían estar en relación directamente proporcional, conviven en una contradicción ocasionada por la falta de planificación. El diagnóstico dictamina la necesidad de compatibilizarlos, pero incomprensiblemente se actúa sólo sobre lo urgente.
Se repite, sin sorpresa, la escasez de gasoil. La necesidad indica elaborar una estrategia para atraer las inversiones que puedan atender la demanda, que se repite "in crescendo" año a año. Lo urgente constriñe a la intimación para cumplir con la Ley de Abastecimiento, que data de 1973, y contempla la aplicación de multas que, realidad mediante, son de difícil cobro (aún no ingresaron los 23 millones de pesos con los que fue penado Shell el año pasado).>
El país siempre estuvo inmerso en la improvisación. Hasta el 2003, el faltante se cubría con importaciones realizadas por las mismas petroleras. Hoy, esta metodología dejó de ser negocio por la no variación del valor de venta al consumidor. Las empresas aducen pérdidas por u$s 8 millones cada 400.000 m3 que transporta cada barco.>
Coexisten otras razones, como la mayor demanda del agro, que es el principal consumidor de gasoil con 4.000 millones de litros anuales, el mayor tránsito de camiones portadores de cargas y el incremento en el tránsito de automóviles. A pesar de todo esto, la refinería doméstica mantiene los niveles de 1990 y como si fuera poco, la escasez eclosiona justo en el momento de cosechar la soja y el maíz y en la época de implantación del trigo y pasturas invernales.>
La ley de abastecimiento no es suficiente, como tampoco alcanzan las declaraciones de emergencia y/o desastre ante los fenómenos climáticos. La imprevisión ocasiona la dicotomía flagrante entre los récord de producción y el desamparo del productor.>
La provincia de Santa Fe, sirve como ejemplo. En materia agrícola, es la segunda exportadora del país con u$s 9.000; su producto bruto geográfico equivale al 8% del PBI nacional; de acuerdo al INTA, Santa Fe tiene el 21% del área sembrada del país; es la primera productora de oleaginosas y la segunda de cereales. Con respecto al total productivo argentino, la soja santafesina representa un 40%, el sorgo granífero un 21%, el maíz un 20%, el trigo el 16%, el algodón el 13% y el girasol un 9%. >
Con referencia a la ganadería, la provincia posee 31.000 establecimientos, más de 7.000.000 de cabezas (casi el 14% del rodeo nacional), de las cuales, casi 4.000.000 millones (56%) se destina a ganado de cría; 1.500.000 (21%) a invernada y 1.300.000 (18%) a tambo. La faena excede los 2.000.000 de animales por año, se producen más de 500.000 toneladas de carne, es la primera provincia exportadora de productos cárnicos (50% del exportable nacional) y la segunda exportadora de carne bovina.>
Para CARBAP "el interior productivo depende de la correcta provisión de combustible y es el Estado quien debe planificar y prevenir".>
CARSFE alega que la falta de gasoil "sólo puede desembocar en un indeseable mercado negro, donde este combustible se adquiere solamente con sobreprecio" y ADELCO habla de inconstitucionalidad.>
Así dada la situación, la urgencia, repetida hasta el hartazgo, demandará un acuerdo con las petroleras para asegurar el suministro y una optimización en el control del pago de las regalías, la Ley de Desabastecimiento será un nuevo oasis que, artificialmente, superará la necesidad de planificar y el productor seguirá en una situación inversamente proporcional a la ubérrima producción argentina. >
