Mario Cáffaro

Los diputados de la oposición que integran la Comisión de Asuntos Constitucionales y Legislación General no firmaron aún el dictamen del proyecto del nuevo Código Procesal Penal, que será discutido el jueves próximo en el recinto, e intentarán fijar una postura común. Todo parece indicar que en general se expresarán en apoyo al proyecto que el propio justicialismo dejó abierto a la firma, pero existen dudas sobre la falta de instrumentos para luego aplicarlo.

Verónica Benas (ARI) es de las que afirma que es necesario dar el paso para mejorar el sistema de Justicia, mientras que Raúl Lamberto (socialismo), si bien reconoce la necesidad imperiosa de la reforma, duda de la efectividad de la actual iniciativa. En el medio, otros como Santiago Mascheroni (UCR), autor junto a Danilo Kilibarda (PJ) de un proyecto de Código, espera unificar una postura con los restantes bloques de la oposición para llevarla al recinto.>

"El Código es un buen trabajo que supera el sistema actual; establece un proceso diferente, donde la investigación quedará a cargo del Ministerio Público y con garantías", afirmó Lamberto, quien, no obstante, advirtió que "es una legislación elaborada sin ninguna posibilidad de ser aplicada en lo inmediato. El proyecto tiene innumerables remisiones a leyes que se deben dictar y a organismos que se deben crear".>

Muy cercano a Hermes Binner, el socialista no desconoce "la necesidad político institucional de superar el actual sistema e ir a otro donde el juez no investiga, sino que juzga". Enseguida, cuestiona que "sin tener resuelto lo principal para ponerlo en funcionamiento se lo quiere aprobar". >

Lamberto recuerda que al nuevo Código lo deberá aplicar el futuro gobierno. "Por una necesidad de Estado, daríamos el apoyo en general, pero no nos parece un tema menor que sea el futuro gobierno el que deba llevarlo a la práctica".>

A la hora de justificar las dudas, enumera que el Ministerio Público debe ser independiente de la Corte y hasta ahora no lo es; siguen refacciones al edificio de tribunales de Rosario, sobre la base del actual sistema penal y no del futuro; se designan jueces de Instrucción que deberán cambiar su rol; no está el nuevo mapa judicial ni se determina dónde estarán los fiscales; no se sabe cómo se va a realizar la etapa de transición, qué pasará con los expedientes actuales. "Hay demasiados elementos sueltos que condicionarán al futuro gobierno. Si nos equivocamos en la reforma, iremos al fracaso, como ocurrió en otras provincias".>

Otro de los interrogantes del socialista está en la preparación del personal del Poder Judicial. "¿Quién la hará? ¿Cómo? Esto no se hace con el dictado de algún curso. Se deben cambiar muchos años de un sistema por otro".>

Lamberto reconoce que la modificación "debió haberse hecho hace varios años. Ahora, a 10 días de un proceso electoral, se apuran los tiempos. La necesidad de cambiar la hemos expresado hace años; estamos -filosóficamente- en contra del juez que investiga y juzga, pero queremos que el cambio sea un éxito y no un fracaso. El proyecto es bueno en el papel, pero en la práctica lo podemos hacer inaplicable, si no tenemos en cuenta muchas cosas. La presión de los jueces no puede llevarnos al fracaso".>