El mercado de los biocombustibles
Contacto con productores para levantar plantas de bioetanol
Existen líneas de créditos internacionales a baja tasa de interés. En biodiésel hay fuertes inversiones de grandes empresas y muchas consultas de pequeños y medianos productores.

Con la política de levantar plantas de biodiésel en marcha, la apuesta del gobierno santafesino ahora es también que el sector privado ponga en acción plantas de bioetanol antes de que termine la gestión de Jorge Obeid. En pocas semanas, una docena de productores de maíz se reuniría con el ministro de Hacienda y Finanzas, Walter Agosto, quien les presentará las líneas de crédito blandas del Banco Interamericano de Desarrollo, para el desarrollo de plantas en el continente.

Miguel Urquía, el asesor ad honorem del gobernador Obeid en temas productivos, ve con optimismo las posibilidades santafesinas de ser provincia productora de biocombustibles, eslogan tomado como bandera por la actual administración.>

En materia de plantas de biodiésel, el panorama se divide entre las grandes cerealeras o aceiteras con inversiones millonarias en marcha, y los pequeños productores que tienen proyectos e inquietudes, sector a los que el gobierno escucha, les informa y los pone en contacto con los técnicos del Incape en Ingeniería Química para determinar las posibilidades técnicas, y con el Ministerio de la Producción para conocer las líneas de financiamiento disponibles.>

Urquía reconoce que el tema de los biocombustibles se potenció cuando el valor del barril de petróleo superó los 40 dólares (hoy alcanzó los 70). "A estos niveles cobra importancia transformar los aceites en combustibles" señala.>

El empresario consideró "un acierto" del gobierno provincial definir ventajas impositivas y de financiamiento para estos emprendimientos.>

Grandes y pequeñas empresas

"Ese tipo de promoción y tener el polo aceitero más importante del mundo hace que ese aceite que antes se exportaba como crudo al exterior, hoy se procese y pueda ser exportado como biocombustible agregándole valor".

Recalca que el interés del gobierno es que se multipliquen los emprendimientos sobre biocombustibles. "Hay un sector muy encaminado. Son las grandes fábricas del polo aceitero para los cuales la escala les permite seleccionar la tecnología adecuada, tener el financiamiento internacional o propio y no necesitan nada del gobierno provincial. La importancia es que de las ocho millones de toneladas que se producen en el polo, en esta primera etapa, con seis o siete plantas en marcha con inversiones de 400 millones de dólares, se van transformar un millón y medio en biodiésel. Este sector va a crecer hasta los cuatro millones de toneladas. El 50 % de aceite se va a transformar en biodiésel. Estas empresas tienen estudiada no sólo la coyuntura sino el mediano y largo plazo. He visitado a la mayoría de ellas y me contaron lo que hacen pero no necesitan nada del gobierno provincial. `Para nosotros es como poner una refinería. En vez de exportar aceite crudo, exportamos biodiésel' dicen. Su problema es el acceso al polo aceitero que seguirá creciendo".>

La tarea del gobierno es responder y apoyar las inquietudes de productores que quieren transformar su grano en combustible. Apuntan a generar entre 5 y 10 mil litros diarios de biodiésel para autoconsumo. "A éstos si les interesa todo el paquete que ofrece la provincia: desgravaciones impositivas, subsidios de tasas en los créditos, eventual acompañamiento en la financiación. Esto es inorgánico, está muy como iniciativas personales y se van a hacer 20 y 30 emprendimientos".>

En cuanto al interés, la interpretación del asesor de Obeid es que el productor busca una integración vertical. "Produce materia prima, vende materia prima y está sujeto a los vaivenes del mercado. A muchos de ellos les va bien, tienen excedente de liquidez y piensan en la integración vertical, en agregar valor a la materia prima para vender producto".>

Maíz en el tanque

En cuanto al bioetanol hay buenas posibilidades de financiamiento del BID. Urquía relata que el ministro de Hacienda, Agosto, recibió ofertas de dicho banco para financiar proyectos de este tipo con largos plazos de amortización, años de gracias y bajas tasas de interés.

Una planta para producir bioetanol demanda una inversión mínima de 30 millones de dólares. "La idea es juntar unos diez productores medianos agropecuarios y que Agosto les explique estas facilidades de financiamiento. Otros les explicaremos la tecnología necesaria para facilitarles la integración vertical en un proyecto de escala. Ya he contactado a cuatro productores vinculados a Aapresid y que están dispuestos a escuchar. La idea es que la provincia además de biodiésel puede tener tres o cuatro plantas de bioetanol a partir del maíz. La planta se amortiza rápidamente, es muy rentable y hay fondos disponibles", asegura.>

Alimentos vs. combustible

Sobre la polémica acerca del destino de los granos, si alimentos o combustible, Urquía dice -aclarando que no es liberal- que en un sistema de economía liberal capitalista las fuerzas del mercado determinan hacia dónde va la cosa. "Qué haría la provincia diciendo que el maíz que produce es para alimentos, y no para combustibles. Ese producto sale por el puerto y a un determinado destino que no garantiza que no se convierta en combustible. Nosotros perderíamos la posibilidad de agregarle valor por creer en el fundamentalismo de producir alimentos. No podemos fijar el destino final. Habrá equilibrio de mercado".

Como ingeniero, recuerda uno de los principios fundamentales de la termodinámica, aquel que señala que todos los sistemas siempre tiende hacia el equilibrio. "Con el barril a 40 dólares, nadie estaba interesado en producir biocombustible. Ahora con el barril a 70 es negocio", señala.

Números

Urquía admite que hoy la ecuación no cierra para producir biodiésel para el mercado interno por el actual precio interno del gasoil que dista de los precios internacionales. En cambio, el polo aceitero vende el bio a valores internacionales. "En las condiciones actuales no es tentador producir biocombustibles", reconoce.

No obstante, la actual ley vigente en el país establece que desde el 2010 habrá que cortar gasoil y nafta con combustibles vegetales como empezó a hacer el mercado europeo en los últimos años.

Mario Cáffaro