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La coalición conservadora gubernamental japonesa sufrió una estrepitosa derrota en las elecciones al Senado de hoy en las que perdió su mayoría en la Cámara alta, en un fracaso ante el cual el impopular primer ministro, Shinzo Abe, subrayó su intención de permanecer en el poder.
De acuerdo con un sondeo del canal de televisión público NHK, el Partido Liberal Demócrata (PLD) de Abe y su aliado, el pequeño partido budista Nuevo Komeito, obtuvieron entre 31 y 43 de los 121 escaños que estaban en juego, es decir, la mitad del Senado, que cuenta con un total de 242 escaños.
El canal privado TBS, refiriéndose a una "histórica derrota", atribuyó a la coalición en el poder 34 escaños. Nippon Television le otorgó 38.>
El PLD y Nuevo Komeito debían conservar al menos 64 escaños de los 76 que defendían, para mantener la mayoría en el Senado.>
Es la primera vez en nueve años que el PLD, que domina la vida política japonesa desde hace medio siglo, pierde la mayoría en una de las dos cámaras del Parlamento nipón.>
Por el contrario, los centristas del Partido Demócrata de Japón (PDL), la principal fuerza de la oposición, progresaron espectacularmente con la obtención de al menos unos 60 escaños frente a sus 32 actuales, según esos primeros resultados a boca de urna.>
Pese a ello, Shinzo Abe tiene la intención de permanecer en el poder "ya que desea continuar sus reformas de la educación y la revisión de la Constitución", los dos pilares de su programa, afirmó la cadena televisiva nipona NHK citando fuentes anónimas.>
Se queda
Abe, que a sus 52 años se convirtió en el primer ministro más joven de la reciente historia de Japón a su llegada al poder en setiembre de 2006, ya había hecho saber, incluso antes de la jornada electoral, que no piensa dimitir, sea cual sea el alcance de la derrota de su partido.
De hecho, la aplastante mayoría de que disponen el PLD y el Nuevo Komeito desde 2005 en la Cámara de Diputados, que elige al primer ministro, permite en teoría a Abe mantenerse en el poder pese a perder incluso el control del Senado.>
El primer ministro respondió afirmativamente cuando los periodistas le preguntaron tras el cierre de las urnas si piensa seguir al frente del gobierno.>
"Abe desea proseguir con sus reformas en Educación y la revisión de la Constitución", los pilares de su programa, destacaron los medios nipones.>
Sin embargo, según los politólogos, la presión para que el primer ministro dimita se mantendrá si los resultados definitivos confirman el desastre ya anunciado por los primeros datos a boca de urna.>
Por el momento, el PLD no ha reconocido su derrota oficialmente.>
"El recuento de votos acaba de empezar. No sabremos nada hasta que todos los votos hayan sido contados", insistió el jefe del comité electoral del PLD, Yoshio Yatsu.>
Sin embargo, Yatsu reconoció que las elecciones senatoriales "han representado para nosotros una ruda batalla, a causa de los escándalos de las pensiones y de los casos financieros".>
El responsable se refería al escándalo desencadenado por la pérdida por parte del sistema nacional de seguridad social de los expedientes de 50 millones de trabajadores.>
Este increíble fallo ha sido visto como una tragedia por la mayor parte de los habitantes de Japón, un país con un elevado índice de envejecimiento en su población.>
En caída
En diez meses, Abe, un nacionalista pragmático, sufrió una caída en picado de su popularidad por este escándalo de las pensiones, uno más de toda una serie ininterrumpida, incluidos algunos casos de corrupción, en los que se vieron envueltos algunos de sus más cercanos colaboradores.
Más ideólogo que su predecesor, el populista Junichiro Koizumi, Abe logró aprobar una reforma del sistema educativo para reintroducir el "patriotismo" en las escuelas.>
"Halcón" en el terreno de las relaciones exteriores y firme aliado de Estados Unidos, inició el proceso de reforma de la Constitución pacifista de 1947, que a ojos de los nacionalistas coarta las ambiciones de Japón.>
Sin embargo, ese programa muy "ideológico" no ha logrado interesar a la mayoría de la población, más preocupada por el bienestar y por las crecientes desigualdades entre ricos y pobres.>
Así, el jefe de la oposición, Ichiro Ozawa, centró hábilmente su campaña en los problemas cotidianos de los japoneses y las regiones rurales, feudos de la derecha, que se sienten abandonadas por el poder central.>
AFP
