Las ofertas de la licitación se conocerán el próximo jueves
Senado: medio millón para demoler el anexo fallido
Símbolo. Para la vicegobernadora María Eugenia Bielsa, hay una segunda lectura, además de la urbanística. El adefesio simboliza una etapa obscura de la actividad política en Santa Fe. Foto: Archivo El Litoral

La esquina de 3 de Febrero y 4 de Enero volverá a ser un espacio verde. Será eliminado el esqueleto de hormigón que se levantó en 1990, en tiempos del entonces vicegobernador Antonio Vanrell. La Cámara votó una resolución para demolerlo el 26 de octubre de 2006.

El frustrado anexo del Senado hoy tiene todos los vestigios propios de una obra abandonada y -según la opinión de la Dirección de Arquitectura de la provincia- su presencia no se corresponde con las líneas del Palacio Legislativo. En su reemplazo se estudia levantar otro edificio en la actual plazoleta de 4 de Enero y General López.

El jueves de la semana próxima, en un acto previsto para las 10, se conocerán las ofertas de las empresas constructoras que se interesen en el trabajo de demolición, que tiene un presupuesto oficial de $ 545.351.>

Para la vicegobernadora María Eugenia Bielsa, que además es arquitecta, terminar con el fallido anexo "habilita a una doble lectura". Una es estrictamente técnica, urbanística; la otra, política, porque la obra corresponde a una época muy particular para el peronismo de Santa Fe: la vicegobernación de Antonio Vanrell.>

"Una lectura está vinculada a la recuperación del edificio como patrimonio de la ciudad. Este anexo desde el punto de vista arquitectónico está muy mal colocado, porque rompe con un edificio que tiene una simetría muy estricta. Por otra parte, ese proyecto ha quedado abandonado -supongo que por falta de decisión política- durante unos 20 años... Desde que llegamos a la administración pensamos en su demolición. No fue fácil. Hubo que hacer un aseguramiento de pruebas, obtener los dictámenes jurídicos necesarios, confeccionar los pliegos licitatorios y, ahora, concretar este proceso de demolición también tiene que ver con la seguridad de los vecinos y con devolverle a la plaza lo que le corresponde. Está construido sobre un espacio público", dijo la presidenta de la Cámara.>

"Hay, por otra parte -reflexionó-, un valor simbólico. Es la representación de un momento de la historia política de la provincia que en general tratamos -quienes creemos que hay una forma diferente de construir política- de revertir".>

El "adefesio"

Entre los empleados de la Legislatura, los periodistas que cubren su actividad y los colaboradores de algunos legisladores, ha prendido el término "adefesio" para denominar al esqueleto edilicio. Significa "despropósito, disparate, extravagancia", y también, "persona o cosa ridícula, extravagante o muy fea".

"No le haría esa valoración... Los arquitectos tenemos términos más específicos para referirnos a eso", resumió la vicegobernadora Bielsa ante una pregunta con esa expresión.>

"Esto -subrayó- es parte de un momento en el que la política se concebía de una manera y los actos de gobierno se resolvían del mismo modo: con arbitrariedad. La decisión de construir un edificio sobre una plaza pública, quitarle a la ciudadanía un espacio de uso público, proyectar un anexo con un llamado a licitación que era de una precariedad jurídica importante... Hay una serie de procedimientos que llevaron a erigirlo, que están muy alejados de lo que la democracia nos exige", advirtió. >

"A pesar de que nos hubiera gustado irnos con esto concluido, al menos hemos podido seguir todos los pasos previos que requiere un buen desempeño de la tarea a realizar: haber tomado todos los recaudos jurídicos, técnicos y, ahora, proceder a la demolición, que seguramente no va a terminar en esta gestión", señaló.>

El golpe de gracia

La Cámara de Senadores votó, el 26 de octubre de 2006, una resolución para darle el golpe de gracia al esqueleto de hormigón de la esquina de 4 de Enero y 3 de Febrero.

Ese día, el justicialismo aprobó un proyecto del senador Juan Carlos Mercier (PJ-La Capital), para eliminar el simbólico fallido anexo que proviene de tiempos en los que la Cámara alta tenía su prestigio institucional por el piso.

En la sesión del año pasado, la UCR y el PS se abstuvieron. Consideraron que no son suficientes los dictámenes de la Dirección de Arquitectura de la provincia, y que deberían hacerse más consultas antes de barrer aquella inversión, cuyo valor, actual o histórico, no se mencionó en aquel debate. Los senadores opositores seguramente interpretaron que así como fue del PJ de fines de los '80 la erección del adefesio, es al actual justicialismo al que le corresponde poner el remedio (y pagar los eventuales costos políticos del caso).

La obra edilicia, más allá de la resolución que se tomó hace 9 meses, ya había sido de hecho abandonada: el esqueleto de columnas de hormigón fue tapado por un musgo verdoso y una suerte de pudorosa mampara o tabique que (al menos a la altura de los ojos) ha dejado invisible la polémica construcción.

Luis Rodrigo