Bolsillos cada vez más vacíos
El jubileo estilo K está vigente
Tomados en conjunto, el episodio del Indec, las turbulencias del dólar y de los bonos y las declaraciones de Kirchner y de la primera dama dan cuenta del proceder de un gobierno que dice defender a los que esquilma. Pocas veces una serie de hechos y declaraciones en un breve espacio de tiempo describen de modo tan contundente -aunque enrevesado- el proceder de un gobierno.

Lo llamaremos el `jubileo K' y resulta de los episodios en el Indec; las declaraciones al respecto de la primera dama, senadora y candidata presidencial, Cristina Fernández de Kirchner; los movimientos en los mercados cambiarios y de capital y la denuncia del presidente Néstor Kirchner de maniobras por parte de bancos y fondos de inversión para hacer subir el dólar, desacreditar las cifras del Indec, generar inflación y lograr así -pérfidamente- una mayor retribución sobre los bonos argentinos en su poder.

Bonos, valga recordar, que el actual gobierno comenzó a emitir al completar la reestructuración de la deuda en default que en su momento consideró una gesta heroica y de resultado inmejorable. Bonos, además, diseñados básicamente para las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP). Ergo, vinculados al valor de las futuras jubilaciones de millones de argentinos. >

Curiosamente, el ministro de Economía, Miguel Peirano, primero, y el presidente Kirchner, después; dijeron que las estadísticas del Indec, eran confiables y que la agencia -intervenida de hecho desde enero por el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno- estaba haciendo "muy bien su trabajo", a pocas horas de la eyección del (ex) director, Alejandro Barrios y a un allanamiento judicial a la agencia estadística. >

El allanamiento del Indec se hizo en búsqueda de evidencia física de la manipulación del Indice de Precios al Consumidor (IPC), la vara más usada para medir lo que los argentinos llamamos, a secas, inflación e insumo esencial del menos conocido (pero relevante) Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER), por el que se ajustan los bonos en pesos que el gobierno emitió para completar -son sus palabras- "la mejor reestructuración de deuda soberana de la historia". >

Esa evidencia tal vez sea necesaria para juzgar penalmente a la emisaria de Moreno en el Indec, Beatriz Paglieri, al propio Moreno y a un séquito de manipuladores de datos, pero no para afirmar, sin sombra de duda, de que a lo largo de 2007 el gobierno ha falseado de modo sistemático y deliberado el IPC, rebanándole varios puntos. Esa evidencia está en las góndolas de los supermercados, en las verdulerías y carnicerías, en los almacenes, en las contradicciones del IPC con otras cifras del propio Indec, en la evolución del IVA (cuya recaudación crece a un ritmo que sólo la inflación puede explicar) y hasta en decisiones como la del reestatizado Correo Argentino SA, que aumentó 35 por ciento sus tarifas. >

Desde Madrid, Cristina Kirchner recordó el origen de la manipulación, que había quedado prácticamente olvidado en las crónicas, opacado por la inverosimilitud y la osadía de las cifras que fue difundiendo el Indec. Cada punto de inflación, recordó la candidata presidencial de aires regios, son 420 millones de dólares en intereses de los bonos. En rigor, algunos estiman que la cifra es bastante mayor. Pero dando crédito a la cifra de Cristina, un cálculo conservador arroja que con la manipulación del IPC el Estado K ya se ahorró cerca de 2.000 millones de dólares en intereses que se detraen del valor de las jubilaciones.>

El mundo del revés

A la confesión de parte le siguió, desde el martes, la turbulencia en los mercados cambiarios y de capital. El problema se originó en Estados Unidos y afectó a los mercados emergentes en general. En la Argentina se combinaron un inusual aumento del dólar y una caída del precio de los bonos más importante que en otras latitudes.

¿La explicación de Kirchner? Se trata, dijo, de maniobras de los fondos de inversión para producir más inflación y ganar más dinero. Esa confusa lógica admite varias lecturas, entre ellas la implícita admisión presidencial de que un dólar caro mete mayor presión sobre los precios internos, posibilidad negada de manera enfática y expresa -al día siguiente- por el inefable Guillermo Moreno. Segunda lectura: para Kirchner, un banco o fondo de inversión actúa bien si compra un bono en pesos, pero mal si lo vende. Por añadidura, en el curioso mundo kirchnerista quien quiere beneficiarse con el aumento de un bono, lo vende (esto en realidad deprime su precio, como sucedió) y de ese modo provoca inflación. >

Cualquier esfuerzo por desentrañar ese acertijo será inútil. Lo que en el fondo favorece un mayor ajuste de los bonos (y no al revés), es la inflación. Los esfuerzos oficiales por ocultarla lo testimonian. Las afirmaciones presidenciales no describen los hechos, sino que ofuscan su comprensión y se inscriben en la lógica discursiva por la que el gobierno se presenta siempre como el defensor del interés general, de lo nacional y popular, contra oscuras conspiraciones. >

Es infrecuente, sin embargo, que una afirmación vaya tan en contra de la realidad. Así como la falsificación de los datos del Indec conspira contra las jubilaciones de millones de futuros jubilados, la verdadera inflación carcome el poder adquisitivo de los ingresos de prácticamente todos los argentinos. >

Ganancias y después

El gobierno puso en escena el viernes el aumento del mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias, un retroceso táctico en el avance del fisco K sobre los bolsillos particulares a través de la inflación.

La próxima puesta en escena de este mecanismo serán los aumentos de salarios y jubilaciones, entre agosto y setiembre. Al mejor estilo Hood Robin, el gobierno devolverá a los jubilados de ahora parte de lo que les sacó con la verdadera inflación, sin poner en riesgo lo que les saca a los jubilados del futuro con la de mentirita.

Mientras tanto, sigue ignorando el pedido de la Corte Suprema de Justicia de restablecer la movilidad de los haberes previsionales. El truco consiste en aumentar dos o tres veces al año la jubilación mínima, pero empujar al fondo de la escala a cada vez más jubilados. Además del juego de pinzas de la inflación de verdad y del IPC morenista, la administración kirchnerista recurrió este año a la moratoria y a la reforma previsional, cuya característica central es que le arriman al gobierno actual un fenomenal torrente de ingresos (unos 9.000 millones de pesos extra) a cambio de compromisos para allá lejos en el tiempo. Incluso para después de Cristina.

Diálogo

Representantes de los gobiernos de Argentina y de Uruguay retomarán mañana en Nueva York el diálogo bilateral para buscar una solución al conflicto por la instalación de la planta de producción de pasta de celulosa de Botnia sobre un curso de agua compartido. Las delegaciones técnicas de ambos países mantendrán el primer encuentro de esta ronda mañana a partir de las 9 (10 en Argentina), bajo el auspicio de la corona española que nombró a su embajador ante la ONU, Juan Antonio Yánez Barnuevo, como facilitador del diálogo. La cita será continuidad de la que se produjo en el mismo escenario a fines de mayo pasado y tendrá nuevamente en el centro del debate la "localización" de la planta que la compañía finlandesa Botnia construye en Uruguay.

Gira

La vicepresidenta primera del gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, inició hoy su tercera gira por América latina para subrayar la importancia de la región en la política exterior de su país, durante la cual visitará Argentina, Chile, Ecuador, Guatemala, Honduras y Nicaragua.

Sergio Serrichio (CMI)