Recomendaciones del Centro Nacional de Intoxicaciones del Hospital Posadas
Cómo debemos actuar ante una emergencia toxicológica
La Dra. Viviana Crapanzano integra el Centro Nacional de Intoxicaciones del Hospital Prof. Dr. A. Posadas de Buenos Aires. Foto: Alejandro Villar

Los accidentes más frecuentes que ocurren con plaguicidas suceden como consecuencia de que se usan con un fin distinto al original o son mal utilizados, a lo que se suma la causa ocupacional, es decir, la falta o mala protección de los profesionales del control de plagas.

"íDale leche!", gritó desde el fondo la vecina cuando esa madre desesperada corría por la cocina sin saber qué hacer luego de que su hijo había tomado de aquella botella de gaseosa donde habían guardado un poco de veneno para cucarachas.

El envase lo confundió y la corta edad del niño no le permitió discernir si se trataba de otro líquido o de un jugo fresco que encontró en la cocina, demasiado accesible para los niños de la casa a pesar de ser una sustancia tóxica y peligrosa.>

"De ninguna manera la leche es el antídoto universal cuando ocurre un accidente con productos que sirven para el control de plagas; no previene ni mejora nada, sino todo lo contrario", aseguró enfáticamente la Dra. Viviana Crapanzano, integrante del Centro Nacional de Intoxicaciones del Hospital Prof. Dr. A. Posadas de Buenos Aires.>

Ésta fue una de las recomendaciones que dejó en nuestra ciudad la especialista en Toxicología, master en control de plagas y miembro del Grupo de Expertos en Toxicología del Senasa. Fue una de las disertantes del Curso y Taller sobre Emergencia Toxicológica: uso y manejo seguro de plaguicidas, que se desarrolló el jueves pasado en el hotel Riogrande, organizado por Bayer Environmental Science y el Centro Nacional de Intoxicaciones del Hospital Nacional Prof. Dr. A. Posadas.>

Y continuó: "Queremos sacar esa vieja historia de dar leche para contrarrestar el efecto del plaguicida, cuando ha ingresado por vía oral (si se ingiere accidental o intencionalmente), por vía respiratoria (si uno está en un ambiente contaminado con un plaguicida), cutánea u ocular. Los plaguicidas en general son compuestos muy solubles en grasas (liposolubles) y la leche es un medio muy graso. Por eso, cuando uno toma leche después de haber ingerido accidentalmente un plaguicida no le mejora el pronóstico al paciente (no le hace bien), sino que -por el contrario- favorece que el plaguicida se absorba mejor. Le estamos dando el medio justo para que ingrese mejor al torrente circulatorio".>

Advirtió que sólo si el paciente tiene mucha irritación en la garganta, le pica o le quema o quizás tiene un vómito, lo único conveniente es darle un sorbito de algún líquido sin gas, bien frío (puede ser agua), e inmediatamente hacer la consulta telefónica a un Centro de Toxicología o llevarlo al hospital o la sala de primeros auxilios que esté más cerca de su domicilio.>

Para la emergencia

El Centro de Toxicología del hospital Posadas brinda asistencia, información y asesoramiento respecto de casos de intoxicaciones, tanto a la población en general como a profesionales de la salud y otros profesionales como ingenieros agrónomos, químicos o biólogos.

Funciona en ese establecimiento de salud de alta complejidad, uno de los de mayor complejidad en Latinoamérica. Trabaja los 365 días del año, las 24 horas, con dos médicos de guardia, quienes atienden una línea rotativa gratuita y de cobro revertido (0-800-333-0160), es decir, que la llamada la paga el hospital.>

Recibe llamadas de todo el país, aunque tiene un gran número de consultas del conurbano bonaerense y Capital Federal porque funciona en Buenos Aires, pero las consultas son por igual de todo el país.>

Atiende casos de intoxicaciones sobre plaguicidas involucrados en el control de plagas urbanas. Son grupos de productos muy especiales, con formulaciones particulares, y una concentración diferente a los plaguicidas que se usan para el control de plagas agrícolas.>

La causa más frecuente de consulta generalmente tiene que ver con los medicamentos (psicofármacos, aspirina, paracetamol y otras drogas que pueden estar involucradas en la génesis de la intoxicación) y luego por intoxicaciones con productos del hogar (productos de limpieza o cosméticos). En tercer lugar, con el 14% del total de las consultas, figuran los plaguicidas de uso doméstico, es decir, los que están destinados al control de plagas domésticas o urbanas. En total reciben unas 4.000 consultas anuales por esta causa.>

Mal uso o desvío de uso

La especialista informó que la mayor parte de las intoxicaciones que reciben tiene que ver con el mal uso del plaguicida o lo que se denomina el desvío de uso.

En este sentido, explicó que "los plaguicidas están destinados al control de una plaga en particular, como los insecticidas, pero la gente desvía su uso y lo utiliza para otra plaga y es ahí cuando ocurre un accidente. Por ejemplo, uno tiene un compuesto organofosforado, que es potencialmente muy tóxico, que está destinado al control de insectos selectivamente y la gente suele mojar un pan con él y ponerle un poco de queso para ofrecérselo a una rata para matarla. No es el uso adecuado".>

También mencionó que los grupos químicos de la variedad de plaguicidas destinados al control de plagas urbanas más frecuentemente involucrados son -en este orden- los llamados piretroides, las mezclas de piretroides con compuestos organofosforados, los compuestos organofosforados solos y los plaguicidas destinados al control de roedores.>

Advirtió que la mayoría de los accidentes suelen suceder -por ejemplo- cuando el plaguicida había sido trasvasado a una botella mal rotulada o sin rótulo. "Esto es algo muy común porque las familias lo compran fraccionado o se los prestó un vecino para control de hormigas o cucarachas. Lo importante es siempre guardarlo en los envases originales, correctamente rotulados para advertir que es un veneno, alejados de los chicos realmente porque muchas veces uno cree que el chico no va a alcanzar un lugar alto y lo ideal es que está guardado bajo llave, para que el chico no tenga ninguna posibilidad de acceder al plaguicida", remarcó.>

En este punto, explicó que "si el chico accede al plaguicida y ocurre un accidente, la mamá o el familiar que está a cargo o el médico nos puede llamar al Centro de Toxicología para saber qué hacer con el chico. Muchas veces no sabemos de qué se está hablando porque quizás el chico tomó de algo del que no sabemos su composición química o la concentración de la sustancia química que contenía. Esto complica muchísimo el manejo del chico y a veces hay que tomar demasiadas medidas, a veces innecesarias y que se podrían haber evitado, si desde un principio hubiéramos sabido de qué plaguicida estábamos hablando".>

Causa ocupacional

En otro orden, la Dra. Crapanzano planteó que -a los accidentes por mal uso o desvío de uso de los plaguicidas- se deben sumar los de causa ocupacional, es decir, el mal uso o la falta de uso de elementos de protección personal por parte de los controladores de plagas. Suelen ocurrir cuando se hace una aplicación de plaguicida sin máscaras, sin guantes ni ropa de trabajo, o cuando usan ropa de trabajo y luego no la lavan convenientemente.

"Es otro pilar importante donde tenemos mucho para trabajar todavía y éste era el motivo de la capacitación en Santa Fe, ya que estuvo destinada a los profesionales del control de plagas urbanas. Hicimos hincapié en la prevención de estos accidentes entre ese grupo de población que se denomina de riesgo porque son los que están expuestos todos los días a los plaguicidas", recordó.>

Tras asegurar que "todos los plaguicidas son tóxicos y potencialmente peligrosos", la especialista aclaró que no todos tienen la misma toxicidad. Por eso, recomendó que "siempre es conveniente pedir algún asesoramiento técnico o profesional cuando uno tiene una plaga en su domicilio (como cucarachas u hormigas), preguntar qué dosis hay que usar, cómo, cuánto tiempo hay que esperar para entrar de nuevo al ambiente donde se utilizó el plaguicida, etc.".>

Y agregó: "El ama de casa siempre tiene acceso, a través de la góndola del supermercado, a gran cantidad de productos, muchos de ellos potencialmente muy peligrosos. Deben tener en claro que están manejando un plaguicida, que no es un desodorante de ambientes".>

Cebos para roedores

El accidente con plaguicidas en los chicos es algo muy frecuente con cualquier tipo de estos productos y no solamente con insecticidas, según mencionó la especialista.

Advirtió que "también ocurren muchos accidentes con los cebos rodenticidas, que son los plaguicidas destinados al control de roedores. Hay muchas golosinas que son muy parecidas a estos plaguicidas, que son muy especiales porque se necesita que el roedor se lo coma para que ejerza su efecto como control de plaga. Por lo general, una de las formas de presentación son granos de cereal que están embebidos en el plaguicida. Algunos productos tienen un amargante, que disuaden al chico que continúe comiendo pero muchos no lo tienen, así que si uno se lo pone en la boca no sabe a nada, no es rico pero tampoco es feo. A la vista son de colores llamativos (fucsia y verde fuerte) y en muchos casos se parecen a golosinas".>

Por eso, recomendó: "Es muy importante asegurarse dónde se ponen las denominadas estaciones de cebado. Tienen que estar al alcance del roedor porque si no lo come no es efectivo como control de plagas pero hay que tener mucho cuidado porque también puede estar al alcance de los chicos, para quienes es algo muy tentador".>

En tanto, aseguró que "en el adulto es menos frecuente el accidente aunque es posible porque si alguien guarda un plaguicida diluido en una botella de gaseosa puede pasar que accidentalmente tomó un trago, confundiéndolo con una gaseosa o un jugo. En el adulto, el accidente suele ocurrir como tentativa suicida, que es otro gran problema que tenemos, donde la gente hecha mano a los plaguicidas con fines suicidas".>

Consultar ante la sospecha

Consultada en relación a los síntomas que se pueden advertir para detectar una intoxicación, la Dra. Crapanzano explicó que "los cuadros clínicos de intoxicación con plaguicidas son completamente diferentes y muchos porque los mecanismos de acción de estos productos son distintos. La idea es que ante la mínima sospecha de que el chico pudo haber ingerido un plaguicida, se lo volcó o se lo salpicó en los ojos (sobre todo si confirmó el accidente, al ver al chico cuando ocurría) se debe hacer inmediatamente la consulta al centro de toxicología o llevarlo al hospital más cercano para que un médico lo evalúe".

En este sentido, advirtió que "muchas veces, ante la presencia de un síntoma ya es tarde porque lo importante es prevenir para que el accidente no ocurra y, en el supuesto caso de que las medidas de prevención fallaron y se produjo el accidente, lo que hay que hacer es consultar inmediatamente al médico y realizar rápidamente las medidas de rescate del tóxico, antes de que aparezcan los síntomas. Si ingresó por vía digestiva, por ejemplo, se puede realizar a través del vómito provocado, el lavado gástrico, al carbón activado, entre otras medidas, que sólo son de resorte exclusivo médico, que evitan la aparición de síntomas. No es algo que la mamá pueda hacer en la casa. El médico decidirá cuáles serán las medidas de rescate indicadas o si hay que hacer otras cosas, como análisis de laboratorio o hasta algún tratamiento si ya hay síntomas presentes", concluyó.>

La capacitación

Alrededor de 100 personas asistieron a la capacitación brindada por las Dras. Viviana Crapanzano y Ana Paula Voitzuk, especialistas en Toxicología, y otros colegas del equipo de toxicólogos del Centro Nacional de Intoxicaciones del Hospital Posadas.

Durante la mañana -explicó Crapanzano- brindamos información sobre el rol del centro de intoxicación, el manejo general del paciente intoxicado, es decir, los primeros auxilios que los profesionales del control de plagas deben hacer en el momento en que ellos sean eventualmente las víctimas o sean el primer contacto con la víctima, antes de que llegue al médico. Traté de dejarles claro qué cosas pueden hacer (cómo se lava un ojo salpicado con plaguicida, o la piel cuando un plaguicida la contaminó) y, fundamentalmente, qué cosas no hay que hacer en esta situación, ya que pueden empeorar el pronóstico del paciente.

Entre los temas que se analizaron figuran plaga y control químico, efectos tóxicos de los plaguicidas para el hombre, insecticidas, compuestos organofosforados y carbamatos, rodenticidas, herbicidas, fumigantes, toxicología laboral de plaguicidas, entre otros.

El curso y taller tenía como objetivo advertir la importancia de un Centro de Intoxicaciones en el diagnóstico, tratamiento y prevención de las intoxicaciones; difundir las actividades de asesoramiento dirigidas a los profesionales del control de plagas, técnicos, aplicadores y la población en general; conocer las intoxicaciones por plaguicidas más frecuentes y el uso seguro de plaguicidas; entre otros.

En el Cullen

El Centro de Toxicología del hospital Posadas de Buenos Aires es uno de los 22 centros de toxicología del país. En nuestra provincia funcionan varios Centros de Información, Asistencia y Asesoramiento (Ciaa) pero no de la complejidad del Posadas.

La Dra. Crapanzano comentó que "en Rosario funcionan dos o tres centros de toxicología que brindan una atención mucho más compleja que la que se brinda en Santa Fe. En esa ciudad tienen en el hospital Cullen dos bioquímicos toxicólogos que son excelentes: el Dr. Carlos Mastandrea y la Dra. Alicia Kaczan, que trabajan junto con el grupo de neurólogos. Si bien no hay un médico toxicólogo, los neurólogos trabajan en conjunto y hacen la neurotoxicología. brindan una respuesta importante a la población. Tienen un buen lugar de referencia en el Cullen".

Mariana Rivera