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Aunque no fueron recibidos por ningún funcionario, los organizadores de la manifestación producida ayer frente a la Casa Gris hicieron un balance positivo de la misma. Esperan que el gobierno provincial escuche sus reclamos en el encuentro de la semana próxima.
De la Redacción de El Litoral
La tensa jornada que protagonizaron ayer más de un millar de vecinos pertenecientes a distintos barrios del cordón oeste de la ciudad en reclamo de un resarcimiento económico de dos mil pesos por la emergencia pluvial del último marzo se prolongó hasta entrada la noche, cuando, sin ser recibidos por autoridades del gobierno provincial, los cinco vecinos que habían logrado ingresar con autorización a la Casa Gris decidieron abandonar el edificio.
En diálogo con El Litoral, Luis Martínez, vecino de Santa Rosa de Lima y uno de los hombres que acompañó al vecinalista de Barranquitas Sur Ramón Narváez en el encuentro que esperaba con las autoridades, manifestó esta mañana que se fueron de Casa de Gobierno alrededor de las 20 cuando el jefe de la Policía de la provincia, Gabriel Leegstra, les ratificara la decisión del ministro Coordinador, Rubén Michlig, de recibirlos el próximo martes junto con representantes de Promoción Comunitaria.>
Cabe señalar que dicha información les había sido comunicada a las 15.30 pero pretendían oirla del mismo ministro para "llevarle tranquilidad a la gente". "No nos vamos a ir de acá hasta que el ministro nos diga, en lo posible por escrito, que se compromete a recibirnos el martes y a darnos una respuesta. Lo queremos escuchar de su boca y no del jefe de la Policía", decía Ramón Narváez a los medios presentes.>
Ánimos caldeados
Un plazo de diez minutos fue el que, cerca de las 14 de ayer, una voz en el micrófono le dio a las autoridades del gobierno para que cumplan con su palabra del miércoles de recibirlos, día en que presentaron un petitorio y la "carta del inundado". Pasado el tiempo, y ante la falta de respuestas, una veintena de manifestantes comenzó a treparse por los andamios que se utilizan para reparar la fachada de la Casa Gris y se quedaron en los balcones.
Más tarde, bajo la estricta orden policial de no reprimir, cinco vecinos, entre ellos el principal movilizador de la protesta, Ramón Narvaéz, consiguieron ingresar al edificio. Con ello, la gente empezó a descender y a acumularse en la plaza a la espera de una respuesta.>
En el interior de Casa de Gobierno, cuya puerta principal estaba cerrada con candados y era custodiada por varios policías, los cinco hombres fueron sacados del hall de entrada para aguardar, según dijeron después, el encuentro con el ministro Coordinador.>
Hasta las 16, nada se sabía de la reunión. Frente a diferentes versiones, media hora más tarde Narváez confirmó que serían recibidos el martes pero que, de todas maneras, querían reunirse con Rubén Michlig para que se lo notificara.>
"Hasta el momento sólo hablamos con el jefe de la Policía. Nos pidió que volvamos el martes y que ese día nos va a atender el ministro para evaluar el petitorio y estudiarlo. Pero no nos queremos ir hasta que no sea él quien nos diga eso. Yo no puedo bajar y transmitirle a la gente que nos atendió el jefe de la Policía así que nos vamos a quedar acá hasta que podamos llevar una respuesta", decía Narváez. Y aclaraba: "Nosotros no vinimos a romper nada ni somos violentos. Tuvimos demasiada paciencia pero ocurrió que nos mintieron toda la mañana".>
Consultado sobre cuánto dinero quieren, el vecinalista de Barranquitas Sur indicó que lo único que pretenden "es una reparación para la casa del inundado".>
Respecto de algún tipo de intención política a la hora de organizar la movilización, Ramón Narváez sostuvo que no hay ninguna e instó a los periodistas a preguntarle a los presentes a qué partido correspondían.>
"Lo sospechoso es que estamos a dos semanas de las elecciones", señaló un cronista. A lo que el hombre respondió: "Lo sospechoso es también que a los negocios que supuestamente se inundaron, el Ministerio de la Producción les haya dado $ 700. ¿Y para los vecinos inundados qué hay?, ¿Quién comete el error acá?".>
"Si logramos una respuesta favorable para la gente, esto se termina. Queremos que se le pague antes de las elecciones y que el gobierno que se va y el que entra sepan que el pueblo santafesino existe. Acá no hay nada político sino que estamos cansados de las cosas que nos pasan", precisó Narváez.>
Agresión a periodista
Una movilera de LT 10 fue agredida verbalmente por los manifestantes. Al respecto, el vecinalista sostuvo que, pese a que no vio "nada", tuvo conocimiento del incidente.
"Tengo entendido que ella dijo por radio que eran personas encapuchadas las que se estaban movilizando. Pero acá no hubo encapuchados sino gente con gorros porque hacía frío. Si uno pretende enfrentar al gobierno tiene que venir con palos y fierros, y acá nadie trajo nada", admitió. "La idea fue venir en el horario en que nos dijeron el miércoles pero nos tuvieron horas afuera, en el frío, sin atendernos y sin respuestas".>
El próximo martes
Para el encuentro del martes, Narváez indicó que irán los representantes de los barrios afectados del oeste y que no va a pedir "tanta multitud". Asimismo, referenció que posiblemente "muchas personas van a querer acompañar desde afuera".
Por último, Luis Martínez informó a El Litoral esta mañana que si el encuentro no les resulta positivo "seguramente nos volvamos a movilizar".>
Repudio
El Foro de Comunicación Santafesino expresó en un comunicado de prensa su solidaridad hacia la periodista Luciana Trinchieri que en la movilización frente a la Casa Gris fue agredida verbalmente mientras cumplía sus funciones como movilera de LT 10. En el mismo comunicado, Focos solicita a las autoridades que tomen las medidas pertinentes y garanticen el desempeño de nuestro trabajo y que los movimientos barriales no confundan a los responsables de la situación por la que atraviesan.
¿Quién es Narváez?
Luis Martínez, vecino de Santa Rosa de Lima y compañero de Ramón Narváez, manifestó que el principal organizador de la manifestación es "partidario del radicalismo pero también recibe llamados de peronistas". Remarcando que lo acontecido ayer no tuvo tintes políticos, el hombre consideró a Narváez como alguien que tiene "poder de convocatoria" y "lucha por la gente". Según pudo conocer El Litoral, Ramón Narváez está al frente de la vecinal Barranquitas Sur desde hace ocho años, tiene nueve hijos y aspira a "cambiar Santa Fe".
Visión desde la Casa Gris
Una fuente de la Casa de Gobierno que siguió los acontecimientos tanto el miércoles como ayer, originados por vecinos de la zona Oeste que habían sido movilizados por el presidente de la vecinal Barranquitas Sur, Ramón Narváez, señaló a El Litoral que en ningún momento alguien del gobierno les había dicho a estos manifestantes que iban a ser recibidos ayer por el ministro Coordinador, Rubén Michlig.
"El miércoles -relató- fueron atendidos por el director de Audiencias de la Gobernación, señor Pelusa, y un colaborador del Ministerio Coordinador. Se les recibió el petitorio y se les respondió que sus reclamos iban a ser respondidos por vía de la Secretaría de Promoción Comunitaria, al igual que se hizo en el caso de Coronda y otros de la provincia. Tampoco se les prometió indemnización alguna porque, en el momento del fenómeno hídrico, hubo un acuerdo entre el conjunto de los intendentes y el gobierno de que toda asistencia desde la provincia iba directamente a las municipalidades y comunas y no a los vecinos en particular, aparte de las medidas que se adoptaron para con la producción".
El vocero, además de calificar lo sucedido como gravísimo porque hasta se había intentado ingresar por los andamios a la Secretaría Privada de la Gobernación ubicada en el primer piso, encuadró a los hechos en una clara intención política, habida cuenta la cercanía con las elecciones del 2 de setiembre.
Asimismo, expresó que mucha gente había sido engañada en su buena fe diciéndoles que ayer iban a recibir en la Casa Gris 2.000 pesos, incluso párrocos de la zona Oeste.
Se supo por otro carril informativo, que en la víspera, funcionarios del gobierno habían hablado de este tema con el arzobispo, Mons. José María Arancedo.
