Según el horario en que se celebre la boda y el estilo de fiesta que los novios hayan elegido para la ocasión, la madrina deberá optar por una amplia diversidad de vestuario para tan trascendente momento. Aquí, algunas sugerencias:
Si se trata de una boda de mañana, están aceptados y recomendados los sombreros, eso sí, procurando que no sean demasiado recargados. Plumas, flores y demás parafernalia decorativa está bien, pero siempre con mesura. Un dulce tocado o un sencillo sombrero de rafia favorece más y no resta atención al resto del estilismo.
Dejar a un lado el negro, a pesar de ser el color más elegante y el que más estiliza. Una boda es una fiesta y es más bonito un gris perla o plata, el verde turquesa, el lila, el violeta o el rojo.
Apostá por los trajes de chaqueta con falda larga que se pueden acompañar con una exuberante estola de piel, si es invierno o por un espectacular foulard hindú o marroquí, según el tono de su traje.>
Si tu figura es envidiable, atrevete con un vestido largo, por encima del tobillo, que deje asomar los zapatos. Un escote haciendo aguas o un bustier drapeado y un broche antiguo te darán la clave de la elegancia.>
Si llevas pieles, evitá todo tipo de adornos en la cabeza. Un recogido bajo es el peinado ideal para un tipo de madrina convencional, que huye de las estridencias. El recogido necesita una media melena con mucho volumen; por eso es importante el brushing previo.
El calzado debe ser cómodo, de seis centímetros de taco aproximadamente. Recordá que tendrás que estar de pie muchas horas, así que no repares en gastos. No es necesario que vayan forrados en la tela del traje. Es preferible que sean de un color afín, es más moderno.>
El bolso debe pasar desapercibido y tampoco tiene por qué ir a juego con el vestido. Imaginación al poder. Los que van forrados de tela de kimono o bordados de flores de hilo son muy originales.>