El mundo de la joyería se suma a una tendencia que rinde culto a una época dorada, cuando la seducción de las mujeres se asentaba en joyas elegantes y sofisticadas.
Una joya es la que define el perfil de la persona que la luce. Hay diversas opciones según la ocasión y adaptadas a cada personalidad. Modelos distintos, atrevidos y divertidos, con una amplia gama de colores y combinaciones: piedras de colores, nácar, oro blanco, gris, amarillo, rojo...los consumidores incorporan esta tendencia.>
La novia, princesa por una noche, cede a la tentación de lucir esas joyas elegidas para ese momento especial. Son el complemento estrella de ese momento conmovedor.>
El diamante ha sido asociado con el romance y la leyenda, y hace referencia a la eternidad del amor. Es la gema más dura conocida por el hombre. Tener un diamante equivale a tener el universo en las manos.>
Los anillos, sinónimo de amor, para los hindúes son símbolo de felicidad, para los árabes de fidelidad y para los chinos de eternidad.>
Hoy en día las alianzas van desde las más clásicas hasta las más sofisticadas, en diversos colores: no sólo rosado, sino blanco, amarillo, gris y tonos combinados, con incrustaciones de diamantes, anillos centrales giratorios o los diseños exclusivos fabricados especialmente.>
Como todas las figuras redondas y cerradas, el anillo es un símbolo de continuidad y han servido como emblema de amor eterno.>
Para el novio, es infaltable un buen reloj que capture su inconfundible estilo personal.
Para una joven quinceañera, espíritu joven y ansioso por las últimas tendencias que siente una fuerte inclinación por la moda, un estilo definido y una gran inquietud por las joyas innovadoras como flores, libélulas, felinos, serpientes, piedras colgantes de diversos colores, divertidos dijes en pulseras de tobillo, anillos en dedos no convencionales y hasta en los del pie, y aros hasta en el ombligo.>
A sus hijas, los padres regalan en esa ocasión especial una joya, depositando sobre ella el cariño y el amor, para que el recuerdo de esa fecha perdure para siempre.>
Lo cierto es que los misterios y romances con las joyas van más allá del tiempo, son capaces de durar varias generaciones, y en algunos casos siglos. Como dijo Dalí: las joyas fueron creadas para el placer de verlas, para levantar el espíritu, para agitar la imaginación.>