-¿Cuál es la escuela pública que usted imagina y cómo aumentarle calidad a la enseñanza que en ella se imparte?
-La médula de nuestra propuesta, que es productivista, se compone de un triángulo que integra trabajo, producción y conocimiento, que es una escala más espesa que la educación.>
No va a haber trabajo sin conocimiento y no va a haber conocimiento sin producción porque al primero hay que financiarlo. Tenemos que contemplar al conocimiento y a todo lo que tiene que ver con la educación como una de las tres patas del proyecto estructural que proponemos.>
En este momento, la provincia enfrenta tres desafíos: la articulación local de la ley Nacional de Educación; el segundo, la aplicación regional de la ley de Financiamiento Educativo y el tercero, la materialización local de la ley de Educación Técnica Superior y Profesional.>
Consideramos que los tres niveles son de suma importancia y que hay un primer paso adelante que es un proyecto que trascendió, parcialmente resistido por las agrupaciones gremiales de la educación, que me parece bien porque la educación es una cuestión de tanta importancia como para que se debata colectivamente, antes de llegar a las Cámaras.>
Del proyecto, a mí me interesan cinco aspectos: en primer lugar, el consejo consultivo -que no es vinculante- da la oportunidad de participación a los distintos sectores de relevancia dentro de la educación y permite alcanzar consensos, un poco a la manera de la Mesa del Diálogo. Me parece interesante que en este consejo consultivo participen las tres religiones mayoritarias: la Católica Apostólica Romana, la judía y la Evangélica y que también se encuentren representados sectores de la producción.>
La segunda cuestión a la que le asigno importancia es a los consejos escolares. Asimismo, me parece interesante la discusión sobre si los cuatro años de edad son cuatro años para universalizar el ingreso o que a los cuatro años sea obligatorio el ingreso, como lo ha hecho la provincia de Buenos Aires. Otros puntos que considero significativos son la doble escolaridad y los trece años de educación formal.>
Estoy de acuerdo con las objeciones que se puedan hacer porque si hay un tema controvertido es el de la educación y me parece bien que se dé el debate.>
Como asignatura particularmente pendiente apunto la reconstrucción de las escuelas técnicas que fueron devastadas a lo largo de muchísimos años. A las que lograron sobrevivir, ahora hay que fortalecerlas. Nos faltan jóvenes capacitados técnicamente desde Las Parejas hasta Tostado.>
-Una de las cuestiones que se tiene que recomponer es el vínculo entre el maestro y el educando o mejor dicho entre la familia y la escuela.
-Esto es parte de una enorme distorsión cultural que sufre la Argentina en estos aspectos que la aleja de los mejores ejemplos del mundo.>
Cuando yo era chico, el maestro era un actor social importante. Un hombre que tenía una autoridad y que era contigua a la autoridad del padre. En la medida que la familia se fue resquebrajando, como se adelantó la adolescencia y se demoró la llegada de la madurez, estos años hacen que la relación entre los padres y los hijos sea más tormentosa que lo que era antes.>
No hay un principio de autoridad claro ni un principio de transferencia de valores claro. Esto ocasiona episodios casi diarios de que los padres se ubiquen en la posición de los alumnos, sólo porque son sus hijos frente al maestro, sin saber realmente qué es lo que sucede.>
¿Cómo se recupera? El mejor sistema de educación formal y de conocimiento en general del mundo es Finlandia. En primer lugar, hay que decir que entre los aportes públicos y privados al conocimiento, sumados, suponen el 17 % del PBI. Nosotros vamos a llegar el 2010 al 6 % entre los aportes públicos. Entonces, digamos que hay una diferencia de destino muy marcada.>
Me parece que una cosa que se puede hacer inmediatamente es que los maestros tengan una retribución tal, que el sueldo de maestro no sea el segundo sueldo de la familia y que el magisterio no sea una actividad reservada exclusivamente a las mujeres.>
Además, debe haber un proceso de capacitación continua para los maestros, porque muchas veces hay una brecha tecnológica entre ciertos alumnos y los docentes y un acceso a herramientas tecnológicas que el maestro no tiene.>
Luego, me parece que hay que alivianar a los directivos de todas las tareas burocráticas que los abruman y permitirles jugar su papel, que es el de animador pedagógico.>
Se debería fomentar muy fuertemente que se desposen proyectos que son importantes en el plano internacional; buscar la hermandad entre escuelas locales y de otros lugares del mundo. Asumir como propios programas de Unesco, que algunas escuelas muy meritoriamente lo hacen y califican muy bien.>
Y una última cosa importante, las escuelas deberían tener un dotación logística acorde con los tiempos modernos.>
-Este gobierno del Ing. Obeid hizo un enorme esfuerzo para recomponer el salario docente y las condiciones laborales. Sin embargo, siempre hubo una relación de tensión con los gremios que se ha mantenido. ¿Cree que es posible tener otro tipo de vinculación?
-Estoy convencido no sólo de que esto es posible sino indispensable. No gratuitamente la sexta candidata a diputada nacional por el Frente para la Victoria, la Sra. Michelet, proviene de Amsafe.
Pero también creo que es indispensable resolver algunas asignaturas pendientes. Por ejemplo, me parece legítimo, dentro de las posibilidades fiscales del Estado, que los adicionales no remunerativos -que no computan para la jubilación ni para el aguinaldo- sean formalmente incorporados al salario. El propio Estado no puede tener trabajadores en negro, o con retribuciones ocultas o con pagos no retributivos. Esto depende de la salud fiscal y no se puede hacer de un día para el otro. Es posible y creo en una provincia que se va a plantear al conocimiento como un factor muy importante y donde el motor de tracción debe ser el sector docente, y trabajar mancomunadamente con su representación sectorial.
-¿Qué tipo de relación estima que podrá tener con la educación privada confesional si llega a la Casa Gris? Me refiero a los subsidios.
-Si el Estado va a auxiliar patrimonialmente a la educación privada confesional, debe tener el mismo criterio con las otras confesiones. Las iglesias evangélicas hacen una extraordinaria labor educativa y los institutos de confesión judía, también. Si no tienen problemas de ingresos, me parece bien que no pidan auxilio, pero sí los tienen como a mí me consta con muchas de la Iglesia Católica, y el Estado los auxilia, con el mismo derecho, debe hacerlo con los demás.
No estoy en contra en absoluto a los subsidios a la de enseñanza privada.
Teresa Pandolfo