Cartas a la Dirección
El otro Garibaldi

He leído con sumo interés al artículo de El Litoral el día 28 de junio pasado titulado "Giuseppe Garibaldi y el nacimiento de un mito" y referente a la conferencia sobre el tema desarrollado por la profesora italiana Patricia Herskovita. A dicha conferencia no concurrí por lo que me referiré solamente a la nota de redacción del diario.

Aclaro que, a pesar de mi sangre itálica, de mi actuación en la dirigencia de esta colectividad en nuestro medio y del respeto, admiración y cariño hacia Italia, no puedo silenciarlo porque, por sobre todas esas cosas ísoy argentino! Y, además, un insaciable lector de Historia, loca, argentina y universal.>

Cuando Garibaldi retorna a Italia (1849) dice la nota: "Enumera la oradora el bagaje de conocimientos militares, políticos y humanos (?) que el héroe italiano había adquirido en nuestras tierras", omite decir que también lleva cargadas sus alforjas y baúles con el oro sudamericano -en gran parte argentino, como veremos-, producto de saqueos, muertes, robos, profanaciones, contribuciones obligatorias, etc. que sirvieron -ívaya noble y feliz paradoja!- para iniciar, constituir, cimentar y consolidar la unidad italiana, territorial, política y humana. ¿Con qué, sino, iba a equipar con armamentos, pagar y alimentar a sus tropas? ¿Con qué, sino, iba a poder comprar la isla de Caprera? (Revista Nosotros).>

Y es allí, en Italia, donde realizaría los actos patrióticos, nobles y desinteresados que lo colocan en el más alto sitial de los grandes de la Historia. Su verdadera gesta libertaria, militar y política la cumple en su patria.>

La actuación de Garibaldi en nuestras tierras sudamericanas fue, ni más ni menos, que la de un mercenario, es decir, un individuo apátrida -sin patria ni bandera- que vende al mejor postor su valor, sus conocimientos, tropas, barcos, etc.>

En la crónica periodística citada se omite -o lo omitió la conferencista- que, en el mismo libro citado, "Memorias de Garibaldi", de Alejandro Dumas, (libro disponible en la Biblioteca Dr. José Gálvez) el autor transcribe las declaraciones de Garibaldi en las que, palabras más, palabras menos (cito de memoria) éste declara haber "ocupado" e impuesto una considerable contribución en metálica al pueblo de Gualeguaychú, con lo que, obviamente, acrecentó su botín. (A confesión de parte...).>

Es de pensar que esta "contribución" fue cumplida por los esbirros garibaldinos a sangre y fuego y que ícuántos "escondidos" -como llamaban entonces a los entierros de objetos de valor que los pobladores hacían ante la inminencia de un saqueo- debieron ser desenterrados para salvar sus vidas!>

Estas líneas tienen por objeto, como ya dije, poner de relieve otro aspecto poco o mal conocido de nuestra historia patria y para que los sudamericanos del Atlántico: brasileños, uruguayos y argentinos sepan que hubo... íOtro Garibaldi!>

Eduardo P. Bernardi Ciudad.