TEMA CENTRAL / EDUCACIÓN
Cuarenta años viviendo la música
Vivenciar la música en un clima de calidez y expresividad, es lo que propone el Crei a los chicos que llegan a sus aulas.. 

Centro Recreativo Estético Infantil. Un breve repaso por la rica historia de la institución que recorrió, en distintos escenarios, cuatro décadas de sólida formación musical y humana: el Crei. textos de Nancy Balza. foto de Guillermo Di Salvatore.

Si uno camina por el pasillo de una institución y lee esta frase: "el Crei es un orgullo para la ciudad"; o ésta: "todos los que pasamos por acá lo vamos a llevar en nuestro corazón", puede tener una idea bastante concreta del ambiente que se promueve, del sentimiento que une a la gente que forma parte de un proyecto común, como el que desarrolla desde hace cuarenta años el Centro Recreativo Estético Infantil.

Esas son sólo algunas de las frases que recogió la pregunta lanzada en la escuela a chicos y chicas que integran la comunidad educativa: "¿qué le dirías al Crei en su cumpleaños?, y en estos días las respuestas podían leerse en una de las pizarras dispuestas en las paredes del segundo piso del Complejo Educativo Sarmiento -sede del Crei desde 1982- junto a dibujos y fotografías.>

Con festejos dentro y fuera de la institución, un acto central celebrado el 16 de agosto en el Centro Cultural Provincial, talleres y la grabación del CD "Con Ciertos Conjuntos" para anticiparse al aniversario y la edición de la revista que repasa toda su historia, el Crei decidió celebrar junto a sus alumnos y docentes, pero también con la comunidad.>

En palabras de su actual directora, Claudia Vandenberghe, y las vicedirectoras Claudia López y Silvia Nerbutti, y el apoyo del material recopilado para la revista aniversario, Nosotros repasamos algunos tramos de una historia rica en experiencia y formación artística y humana.>

Mucho camino transitado

El Crei depende de la Dirección Provincial de Educación Artística de Santa Fe. Nació en 1961 como Ballet Infantil y en 1967, a instancias de su directora Iris Pantanali de Busso, se transformó en la Escuela de Música N° 9.902. La institución fue creciendo y necesitando nuevos espacios hasta llegar a la sede actual, en Primera Junta 2895, que ya quedó chica. Son alrededor de 600 alumnos y alumnas que se distribuyen en tres turnos que se van estirando hasta completar las actividades que se distribuyen en cuatro ciclos: Iniciación Musical Infantil, Trayecto Instrumental Básico, Trayecto Artístico Profesional y Capacitación Musical.

"En estos años fuimos creciendo", señala Vandenbergue, y la frase alude a la constante incorporación de actividades, pero también a una matrícula que aumenta año a año. "El Crei siempre estuvo a la búsqueda de una casa donde poder funcionar. Llegar al complejo Sarmiento fue un gran avance, pero el crecimiento de la matrícula y los cambios en los planes generaron la necesidad de otros espacios. Fue entonces que se empezó a gestionar otro lugar más adecuado" (Ver "Para echar raíces") y hoy las expectativas están puestas en el reacondicionamiento de las instalaciones del ex Molino Franchino.>

Una amplia oferta educativa

Los chicos inician su paso por el Crei a partir de los 6, 7 u 8 años de edad, tengan o no conocimientos musicales previos. A partir de allí y luego de atravesar los distintos ciclos de enseñanza, completan 12 años de sólida formación distribuidos en el ciclo de Iniciación Musical, donde se produce la alfabetización musical de los chicos; Trayecto Instrumental Básico, etapa en la que pueden elegir instrumento y es posible optar entre clarinete, flauta dulce, flauta traversa, guitarra, piano o saxo; y Trayecto Artístico Profesional que concluye cuando los alumnos tienen 17 ó 18 años y obtienen el título de Técnico Profesional en Música especializada en instrumento y/o canto con orientación a la Música Popular.

En 2009, egresará la última promoción del Ciclo Capacitación Musical que pertenece al plan de estudios anterior y habilita a quienes egresan a dar clases en jardines, preescolares y los dos primeros niveles de EGB. "El valor de este ciclo está, por un lado, en la necesidad de maestros de Música y por el otro en que proporciona a los chicos una salida laboral". Cuando egrese el último grupo dentro de dos años, habrán sido 21 las promociones que pasaron por el ciclo.>

Mucho más que enseñanza musical

Junto con la calidad de la enseñanza, consolidada en tantos años de trabajo, es importante el vínculo que se genera a partir de una actividad artística. "Acá se rescata el encuentro entre los chicos, la actividad grupal. Nos une el lenguaje de la música pero también un sentimiento de amistad que tiene que ver con lo expresivo", apunta Nerbutti.

"Cuando los escucho cantar o tocar un instrumento, me conmuevo porque sé que internanente los moviliza otra cosa", aporta Vandenberghe.>

El aprendizaje grupal también tiene un capítulo en la revista. Claudia López escribe que "en el Crei, nacido en una época de transformaciones y renovaciones, se ha tenido la oportunidad de abordar clases de instrumento de otra manera. La historia de nuestra escuela, desde los comienzos nos muestra las clases grupales de guitarra, las de flautas dulces reunidas en conjunto y también cuando se inició en los años '90 la experiencia de enseñar teclados en forma grupal".>

Muchos egresados del Crei siguieron dedicados a la música, como solistas, en agrupaciones o como docentes, y se llevaron consigo "una muy buena base", musical y humana.>

Con todas las letras

Para preparar la celebración de los 40 años, se realizó en febrero el primer curso de perfeccionamiento docente interno. Más tarde llegó la presentación del CD "Con ciertos Conjuntos", que significó un enorme desafío "por todo lo que implica la participación de cuatro conjuntos, grabar en un estudio especializado, el traslado de alumnos e instrumentos, la compaginación, al realización de las copias".

Este trabajo discográfico -que llega diez años después del último disco- es "un orgullo por el esfuerzo y por el resultado musical".>

Otro de los orgullos es la revista que recoge la historia del Crei, contada por docentes pero también por alumnos. Allí se recupera la nómina de las directoras: Iris Pantanali de Busso (1967-1976), Mabel Fava de Belfiori (1976-1988), Alicia Gentile de Rey ((1988-1996), Isabel del Porto de Santucho (1996-1997), Ruth Leonhard (1997-1999), Marta Chiappero (1999-2000) y Claudia Vandenberghe.>

La publicación recorre la trayectoria del Conjunto de Flautas Dulces y la trascendencia que otorgó al Crei a través de presentaciones en distintos escenarios y la grabación de dos casetes. También rinde un homenaje a hombres y mujeres que han marcado un camino en estos 40 años de trayectoria. Un capítulo especial está dedicado a Abel Hereñú, primer docente, quien se incorporó en 1968 como profesor de Guitarra y siguió en esa función hasta el año 2006, siempre ligado a una rica trayectoria en la música folklórica.>

La revista repasa los aportes a otras instituciones educativas, los objetivos del Taller Interdisciplinario, entrevistas y artículos, con un espacio destinado a la evaluación institucional, además de una completa agenda de las presentaciones, cursos y espectáculos realizados hasta ahora, siempre en un marco de actividad constante, no sólo musical sino también coral y corporal y con el objetivo de "vivir la música".>

Un sentimiento compartido

Las frases escritas por los chicos siguen estampadas en la pizarra de una pared, y en la revista están los testimonios de ex alumnos que lo definen como "un lugar donde se enseña a compartir y disfrutar la música... Disfrutarla entre amigos... Amigos que son los mismos profesores y los compañeros".

La directora y vicedirectoras aportan: "tenemos un lugar en la sociedad y decimos presente a través de todos nuestros alumnos que se enriquecen con el lenguaje musical y lo llevan con ellos dondequiera que vayan, de los conciertos de los diferentes conjuntos y grupos, de los cursos extensivos a la comunidad educativa en general, también a través de los egresados que encuentran diferentes caminos en el hacer, el estudiar, o el dar música, del diario accionar de los docentes -muchos de ellos integrantes como músicos de distintos conjuntos y organismos-, y de discos compactos que en diferentes oportunidades hemos podido plasmar".>

Cada uno lo define a su manera. El Crei cumplió cuarenta años y tiene razones para celebrarlo.>

Para echar raíces

La historia del Crei, su crecimiento como institución educativa y su consolidación en la formación musical de chicos y chicas de la ciudad, va de la mano de otra búsqueda: la de una sede propia y adecuada a su función.

A lo largo de cuatro décadas funcionó en distintos lugares: primero en el edificio de la escuela N° 7 Presidente Juan Beleno; desde 1968 en la escuela N° 571 Constituyente, hasta que en 1969 el Ministerio de Bienestar Social le otorgó una antigua casa en calle San Martín 1359 donde comenzó a dar sus primeros pasos en la formación de la Escuela de Música.>

En 1975 se trasladó al 2° piso de la Escuela Bernardino Rivadavia, frente a la Plaza España y ya en 1977 el Ministerio le alquiló una casa de familia en calle San Jerónimo 2931.>

Fue en 1982 cuando la escuela se dirigió a su propio espacio en el 2° piso del Complejo Educativo Sarmiento, en 1° Junta 2895, donde permanece hasta el momento. Sin embargo, "con una matrícula de 600 alumnos, planes de estudio actualizados, una organización diferente que la de aquellos tiempos, una vez más la casa nos queda chica, situación que se agrava por el deterioro del Complejo Educativo Sarmiento", sostienen sus directivos.>

Todas las expectativas están puestas ahora en el proyecto anunciado por el gobierno provincial de recuperar las instalaciones del ex Molino Franchino, adonde se trasladará el Crei junto a otras tres escuelas de arte. "La historia muestra la búsqueda indeclinable de un espacio para que esta maravillosa `institución educativa' pueda echar sus raíces", escriben sus integrantes en la revista.>