DESTINOS
Punto de partida
San Salvador de Jujuy. Serena, pequeña, acogedora, entre los ríos Grande y Xibi-Xibi, se presenta ante los ojos de los turistas la ciudad de San Salvador de Jujuy, cabecera de la provincia. La Tacita de Plata -como se la conoce-, también es el punto de partida para el visitante hacia los distintos circuitos turísticos de Jujuy, tanto los tradicionales como los que se descubren a cada momento. textos de Rubén Monerris. fuente: Diccionario General de Jujuy

Con frescos y jóvenes 413 años, San Salvador de Jujuy pone a consideración de los turistas su rica historia -poco conocida en manuales escolares-, su cultura, sus paisajes, una heterogénea arquitectura que mezcla edificios de hierro y cemento, y casonas con paredes de adobe y floridos patios centrales. Y como valor común a toda la provincia, inalterable en el tiempo, se encontrará con la calidez del jujeño.

A diferencia de varias ciudades cabecera, la propuesta para el visitante que hace la Tacita de Plata, no se limita -geográficamente hablando- a las manzanas abrazadas por los dos ríos, ya que cuenta con circuitos dispuestos en imaginarios anillos.>

El más pequeño es una de las alternativas del City Tour, que se puede realizar a pie, entremezclándose con la actividad diaria del jujeño. Los puntos referenciales de este circuito son la Casa de Gobierno y su Salón de la Bandera, la Iglesia Catedral, el Museo Histórico Policial, el Taller de Arte Colonial y el Convento de San Francisco, a los que se pueden sumar el Teatro Mitre, el Museo Histórico Provincial y concluir en el Paseo de los Artesanos, vecino a la vieja estación del ferrocarril.>

La otra alternativa es hacerlo en vehículo para visitar el Centro Cultural y Museo Arqueológico "Pasquini López" en Alto La Viña, la Reserva Municipal de Flora y Fauna en barrio Los Perales, y el Cristo de la Hermandad, en cerro Las Rosas.>

Un poco más allá

El recorrido más alejado del centro de la ciudad, está integrado por cuatro paseos muy particulares: el circuito de los Diques; Puente Negro - Lagunas de Yala - Río Horquetas; Termas de Reyes; y Tilquiza - Ocloyas - Tesorero. Estos atractivos, por belleza y extensión, necesitan cuanto menos disponer de medio día cada uno.

El circuito de los Diques se extiende en los departamentos Dr. Manuel Belgrano, San Antonio y El Carmen, con un recorrido de 42 kilómetros totalmente asfaltados, uniendo los diques de Los Alisos, La Ciénaga y Las Maderas. Las particulares vistas que se encuentran durante el viaje, muestran la magnitud de los valles tabacaleros por los que atraviesa.>

En tanto, el paseo desde el Puente Negro hasta el Río Horquetas, pasando por las Lagunas de Yala (2.100 m.s.n.m.), es el entorno de la selva pedemontana o Yungas más cercano a la ciudad. Los principales puntos son las lagunas Comedero, Leach y Rodeo, considerados únicos reservorios de aves en altura en el país, custodiadas por los cerros Laguna y Azul.>

A 19 kilómetros se ubican las Termas de Reyes, en la quebrada del río homónimo; subir hasta El Mirador es situarse en una contrastante ventana de cerros y valles.>

Y el último de los circuitos, de 72 kilómetros, es para disfrutar durante todo un día transitando por la ruta provincial 35 y luego la 29. Por un camino de innumerables curvas que desafían significativos precipicios en medio de bosques de pinos y cedros, se llega a Ocloyas, un poblado del siglo XVII, tierra de gauchos, escenario de algunos combates de la Guerra de la Independencia y paso obligado del inca hacia el chaco salteño.>

Por historia, cultura, servicios y ubicación, a las puertas de la Quebrada de Humahuaca, Patrimonio de la Humanidad desde el año 2003, la ciudad de San Salvador de Jujuy es el punto de partida para unas vacaciones diferentes.>

El cuidado de la Historia

El Museo Histórico Provincial "Juan Galo Lavalle" se inauguró el 25 de mayo de 1943. En sus orígenes funcionó en una vieja casona situada en la esquina de las calles San Martín y Sarmiento de la capital jujeña y, a partir de 1962, la actual sede de Lavalle 256 fue declarada Monumento Histórico Nacional, en homenaje al primer centenario de la muerte del prócer ocurrida en este solar el 9 de octubre de 1841.

Cuenta con un total de siete salas de exposición permanente, con dos patios, característicos de las casonas de antaño, y un fondo que en su momento fue un corral.>

Las salas se denominan "Exodo e Independencia", en la que se guardan los trofeos de Suipacha, uno de los estandartes de Ayohuma, cartas del Gral. Manuel Belgrano, armas y cuadros; otra es "Dora Liza Blas de Zenarruza", quien fue miembro de una calificada familia jujeña que heredó la conocida "Casa de Lavalle"; la "Sala de Gobernadores", que guarda en el lienzo el retrato de 40 gobernadores de entre 1834 y 1943, y también valiosas reliquias del rico pasado provinciano.>

La "Sala de los Vestidos - Siglo XIX", despierta remembranzas de un pasado todavía vivo, quizás en los ojos de alguna abuela; la de "Arte religioso y Colonial", recrea la atmósfera de aquellas pocas con documentos, estatuillas religiosas, óleos de la Escuela Cuzqueña y un piano de la Capilla de Huacalera.>

En la sala "Doctor Macedonio Graz", primer periodista, político y funcionario de Jujuy, se pueden observar muebles, recuerdos y retratos vinculados a la vida de quien fundó en 1856 el periódico El Orden e introdujo la primera imprenta a Jujuy.>

Y la sala "General Lavalle", en homenaje al héroe de Riobamba, entre sus gruesas paredes y ventanas con rejas de hierro forjado, alberga la legendaria puerta a través de la cual -según Lacassa y otros historiadores- fue baleado, versión que sigue alentando la controversia de los investigadores y eruditos de la historia. Se conservan también cartas originales del general, las que envió a Dolores, su esposa, un cofre conteniendo tierra de Riobamba, entre otras cosas.>

Alrededor de la plaza

Al salir de vacaciones, casi en la totalidad de los casos, al primer lugar que uno llega es la plaza principal, y buscamos instintivamente la iglesia, el cabildo y otro edificio más, que represente a un gobierno. Esto también lo hace todo visitante que llega a San Salvador de Jujuy, y encuentra alrededor de la Plaza Belgrano tres edificios característicos, representativos, pero lo que pocos imaginen es la historia que tienen para contar cada uno de ellos.

Además del Cabildo (ver aparte), hay otros edificios con historia e historias para contar, ya que el paseo resultará incompleto si no se visitan dos solares más ubicados muy cerca, alrededor de la Plaza Belgrano. Se tratan de la Iglesia Catedral y el Palacio de Gobierno.>

La Iglesia Catedral de Jujuy -que desde 1973 lleva el honorífico título de Basílica Menor y se levanta a la derecha del Cabildo- cobija entre sus paredes tres piezas, cuyo valor intrínseco y extrínseco es hoy incalculable. Se encuentran allí desde 1765, año de su construcción definitiva.>

El primero de ellos es una delicada imagen del Cristo Yacente, de tamaño natural, traído desde España, una pieza de las más suntuosas que se elaboraban en aquella época y llegaron por los mismos días también, exquisitos cuadros de Cuzco y de la entonces Villa Imperial de Potosí. El camarín donde se encuentra esta obra de arte no hace más que llamar al recogimiento y no resulta difícil para el visitante imaginarse estar en el Santo Sepulcro.>

El siguiente hito, es el púlpito. Un descubrimiento fortuito en 1968 por parte de monseñor Germán Mallagray (ya fallecido) permitió esclarecer varios detalles de esta pieza, principalmente en el aspecto técnico. Mallagray tuvo en sus manos un testamento del general Agustín de Leyza y Latijera en que comentaba que había mandado a construir en 1761 el púlpito por un tallista tucumano, llamado Alonso de la Plaza.>

El púlpito fue construido en madera de ñandubay, que no se resquebraja ni se la come la polilla, y en determinados momentos, el brillo natural de la madera le otorga una mayor majestuosidad. Lleva una pátina de oro en pan puesto sobre talla con buril, a la moda veneciana.>

Asegura Mallagray que es el único púlpito que tiene un argumento, el dogma de la Iglesia Católica. En él se refleja la Escala de Jacob, representando su sueño con significativas imágenes, donde se ubican a los apóstoles Mateo, Marcos, Lucas y Juan.>

A los costados del púlpito está la genealogía de Nuestro Señor completa, hecha con signos hebreos, aunque escrita con caracteres latinos, destacándose en el centro del retablo la figura de San Agustín. Coronando esta obra se distingue el Angel con la Trompeta del Juicio Final.>

Y la restante pieza, es la Custodia (pieza de oro, plata u otro metal) donde se expone el Santísimo Sacramento a la pública veneración. En el caso de la Catedral jujeña, está realizada en oro amarillo, plata y esmeralda y la adquirió en la ciudad de Cádiz (España) el general de Leyza y Latijera, junto a varios otros ornamentos sagrados para la antigua Iglesia Matriz en la década de 1750.>

Con casi un metro de altura, la pieza fue trasladada a lomo de mula desde el puerto de Buenos Aires y está compuesta de un sol de más de cien rayos de plata, rematado por una cruz de oro, con un viril circundado por una representación de nubes de plata repujada con ocho querubines. El remate contiene motivos de las Sagradas Escrituras, a saber: El arca de la Alianza, La mesa de los panes de la proposición, El libro del cordero, y El pelícano.>

A todo esto, se suma un enorme cuadro del pintor Luis de Servi, que representó el momento en que el general Manuel Belgrano hiciera bendecir la primera bandera nacional por el canónigo José Ignacio de Gorriti, obra que fue presentada al conmemorarse el centenario de tan caro acontecimiento.>

El más joven

Al otro lado de la Plaza Belgrano -como enfrentado al Cabildo- se levanta el edificio más moderno de este conjunto urbano: el Palacio de Gobierno, sede del Poder Ejecutivo Provincial desde 1921, año de su habilitación.

Construido a partir de un patio interior, con dos plantas superiores, tiene una ajustada imagen a los castillos franceses del siglo XVII. Está rodeado de jardines que, además del valor estético, independizan el edificio del resto del éjido urbano y se completa con cuatro magníficas obras escultóricas de Lola Mora, las que representan La Paz, La Justicia, La Libertad y El Progreso.>

El 20 de abril de 1927, en el primer piso del edificio fue habilitado el Salón de la Bandera, lugar donde está depositado el legado del general Belgrano al pueblo de Jujuy, luego de haber sido guardado en el Cabildo, la Iglesia Matriz y la Legislatura.>

El salón, de estilo barroco francés, fue una iniciativa de Octavio Iturbe. En ese recinto, además del paño, se hallan cuatro estatuas en sus respectivos nichos, obras del profesor Nicasio Fernández Mar, que representan las virtudes del general Belgrano, la Fuerza, la Fe, el Derecho y la Gloria.>

Completan la ornamentación del salón, un busto del creador del símbolo patrio y un escudo, que el mismo Belgrano mandó pintar. El óvalo de madera representa al escudo nacional y está rodeado por la leyenda "Venid que de gracia se os da el néctar agradable y el licor divino de la sabiduría", perteneciente al profeta Isaías.>

El Cabildo siempre está

Ni las invasiones realistas que se sucedieron entre 1810 y 1824, ni las disputas políticas que se presentaron hasta 1835 pudieron con el edificio del Cabildo de Jujuy. Solamente un temblor de importante magnitud en enero de 1863, pudo someter a ese edificio original tan lleno de historia.

Pero este hecho poco importa a los jujeños, quienes están convencidos que entre sus paredes de adobe de un metro de ancho, aún pervive el espíritu de libertad y de lealtad que el general Manuel Belgrano destacó el 25 de Mayo de 1812, cuando presentó ante aquel pueblo de Jujuy y al Ejército del Alto Perú la primera bandera nacional, para hacerla bendecir por el canónigo Juan Ignacio de Gorriti.>

La mayor parte de la historia de este edificio que se conoce es a través del relato oral, ya que las contínuas evacuaciones de la ciudad ocurridas durante los años de la Guerra de la Independencia fueron la causa por la que se extravió gran cantidad de documentación con datos de San Salvador de Jujuy, como del Cabildo propiamente dicho.>

No obstante, existen certezas sobre su valía. Por un lado, el actual edificio, terminado de construir en 1864, un año después de su destrucción por un temblor, está ubicado en el mismo sitio donde se levantó aquella Casa para el Ayuntamiento en 1593, como mandaban las Leyes de Indias.>

Y, por otra parte, que tanto uno como otro fueron escenarios de hechos relevantes en la Historia jujeña. Entre ellos, lo ya relatado con el general Belgrano de protagonista, también el 18 de noviembre de 1834 sus dependencias albergaron a los firmantes del Acta de Autonomía Provincial. Más adelante en el tiempo, en julio de 1878, en ausencia del entonces gobernador Martín Torino, fue escenario del levantamiento oficialmente encabezado por José Benito de la Bárcena, Plácido Sánchez de Bustamante y Silvestre Cau, hecho que se repitió con los mismos insurgentes en mayo de 1879.>

En la actualidad, el edificio se muestra con gruesas paredes de adobe, de alrededor de un metro de espesor, con una prolongada galería de 2,50 metros de ancho en su frente configurado por diecinueve arcos que se apoyan en columnas o pilares. El desarrollo horizontal de la construcción, de una sola planta, remata en una torre.>

No obstante resultar una obra de relativa actualidad -comparada con los 414 años de la ciudad- su carácter de testigo de hechos trascendentes de la política jujeña, le valieron ser declarado Monumento Histórico Nacional por Decreto Nº 95.687 del 14 de julio de 1941.>