India busca ser superpotencia
Por Barry Parker y Nicolas Revise (AFP)

Sesenta años después de lograr la independencia, India quiere ser una superpotencia mundial y lo muestra con sus éxitos económicos, sus armas atómicas y su presencia a nivel internacional, aunque el gigante asiático todavía no consiguió superar el subdesarrollo.

India se entusiasma con las predicciones de los bancos extranjeros, que prevén que será la tercera economía del mundo en 2025, por delante de Japón. Para 2050, India espera ser la primera potencia económica, codo a codo con China y habiendo dejado atrás a Estados Unidos.>

De momento, su Producto Interior Bruto (PIB) supera el billón de dólares, lo que la convierte en la 11ª economía del planeta. Su crecimiento es del 9,4 %, el segundo mayor del mundo, por detrás de China.>

Los rascacielos y los centros comerciales crecen rápidamente en las megalópolis de Bombay, Nueva Delhi, Madras o Bangalore. La Bolsa vive momentos de euforia, y las inversiones extranjeras fluyen sin cesar. Además, desde hace un año, los conglomerados familiares indios están adquiriendo compañías occidentales.>

Los magnates de las finanzas de Bombay o los de la informática en Bangalore, las estrellas e incluso los escritores y deportistas son los nuevos íconos. De 1.100 millones de habitantes que cuenta el país, más de 100.000 son millonarios en dólares y 70 millones tienen salarios equivalentes a los occidentales.>

Por otro lado, el subcontinente indio sigue siendo un "campeón" de la miseria y la desigualdad. El primer ministro Manmohan Singh, del Partido del Congreso, elegido en 2004 con la promesa de reducir la pobreza, procura calmar el entusiasmo recordando el subdesarrollo que sufre el país.>

De 457 millones de trabajadores, casi nueve de cada diez ganan menos de medio dólar al día. Entre los niños de menos de tres años, el 46 % sufre malnutrición. Además, la tasa de alfabetización no supera el 60 % y 78 % de los indios no tienen baños. India tiene también el mayor número de seropositivos en todo el mundo.>

Las carreteras, los aeropuertos, los puertos, los ferrocarriles y las redes de abastecimiento eléctrico se encuentran en un estado lamentable, admite el propio Singh. Y la agricultura, de la que viven dos tercios de la población, atraviesa una profunda crisis.>