DE RAÍCES Y ABUELOS
Historia de sacrificios y también reencuentros
Familia Andreu. Tras la partida de Palma de Mallorca, en España, los Andreu llegaron a la Argentina para hacer producir la tierra y conseguir su desarrollo. Los descendientes se reunieron en La Criolla para homenajear a sus antepasados. textos de Mariana Rivera

El 8 de julio pasado se realizó el primer encuentro de descendientes de los inmigrantes mallorquinos Plácido Andreu e Inés Roselló. El club de La Criolla congregó a más de 300 personas, aunque también concurrieron algunas autoridades del Centro Balear de nuestra ciudad.

Olga Giménez fue una de las organizadoras y la que se encargó de comunicarse con De Raíces y Abuelos para aportar su historia familiar y contar detalles de "esta fiesta genial e inolvidable" que tanto disfrutó.>

Según contó, del primer encuentro familiar "participamos 300 personas, muchos provenientes del campo. Los caminos estaban muy feos por la lluvia y, de los 17 hermanos que somos, fuimos tres, así que podríamos haber sido muchos más. También participaron algunas autoridades del Centro Balear (institución de la que soy socia), quienes estaban muy asombrados por la cantidad de gente que había concurrido. Aprovecharon la oportunidad para completar unas planillas destinadas a hacer una especie de censo de estos descendientes baleares".>

Gracias a su empeño, consiguió una bandera de España, de las Baleares (de Mallorca) y una de Argentina para adornar el salón del club. Luego de que ingresaron las banderas y fueron colocadas en el escenario, junto a su hijo bailó un típico paso doble español, a manera de homenaje. Luego, los presentes compartieron un asado con cuero y la sobremesa se prolongó hasta las 18.>

Olga Giménez dijo con satisfacción: "me reencontré con muchos familiares que conocía y con otros que no conocía. Vino gente de todos lados como Pehuajó y de nuestra provincia. Tenía que venir una viejita que tiene 97 años, pero estaba con gripe y no pudo concurrir. La gente del Centro Balear se asombró cuando llegaron al club y lo encontraron lleno de descendientes de estos baleares".>

Vida de gitanos

Olga aclaró que la suya "es una historia familiar muy triste, de mucho sacrificio, con una vida de gitanos cuando llegaron acá hasta que consiguieron instalarse". Sin embargo, quiso compartirla con esta sección de De Raíces y Abuelos con orgullo.

Ernesto Andreu fue el encargado de dejar escrita la historia de vida de esta familia, un primo hermano de la mamá de Olga Giménez. Tiene 14 hermanos y casi todos se dedican a la agricultura y al tambo, en la zona de La Criolla.>

El relato -según explicó- surgió de la recopilación de historias transmitidas oralmente "que nos fueron dejando nuestras raíces en los años que vinieron, ya que casi no contamos con documentos".>

"El nono Plácido -acotó- era una persona muy reservada y tenía cierto pudor para hablar de sus orígenes; les contaba con más gusto a sus amigos que a su propia familia. Él hablaba más de su niñez y su juventud con la nona que con mi papá".>

Plácido Andreu nació en Palma de Mallorca, España, el 5 de octubre de 1868, pero fue dejado en una especie de Casa Cuna por su madre, de la cual nunca se conoció nada. Un matrimonio de apellido Andreu-Febrer, que no podía tener hijos, decidió dirigirse a esa institución para adoptar un niño, que sería Plácido, y luego otro, del que sus descendientes desconocen el nombre.>

Aquella familia tenía una fe cristiana muy profunda, motivo por el cual -desde muy niño- la madre quería que fuera sacerdote. Posteriormente ingresó al seminario, pero luego le comunicaron que no podría ser ordenado sacerdote porque había sido adoptado.>

Fue muy grande su desilusión, ya que Plácido sentía que era su vocación. Sin embargo, permaneció en el seminario como hermano lego, atendiendo a los demás seminaristas y sacerdotes, cocinando frituras y ensaimadas. Cuando tenía más de 30 años comenzó a pensar en formar una familia, ya que no iba a poder ser sacerdote, para lo cual necesitaría una dispensa del Papa, hecho que lo hacía titubear.>

Rumbo a Buenos Aires

Plácido era vecino de la familia Roselló, donde vivía Inés. Un buen día se decidió a hablar con ella y a proponerle matrimonio. En este punto, Ernesto Andreu contó que "la nona había tenido una experiencia desdichada con un hombre, de quien se había enamorado, pero murió a causa de la bebida. Ella había decidido quedarse con su familia, mientras el nono esperaba la dispensa del Papa, que sólo se concedería si existía un compromiso formal. Fue así que comenzaron a pensar juntos en formar una familia, dejar la España natal y venir a América".

Ambas familias apoyaron la decisión de la pareja, que contrajo matrimonio en 1900. Luego comenzaron a hacer las gestiones para viajar a América. Pensaban ir a Brasil pero en aquel año hubo una epidemia de fiebre amarilla y se prohibió toda entrada y salida del país. Entonces, les aconsejaron venir a la Argentina, tras lo cual obtuvieron sus pasaportes y la autorización para viajar.>

Inés quedó embarazada del primer hijo, Bartolo, y como el viaje no era muy aconsejable para una mujer en esas condiciones, permaneció con su familia en España, con el acuerdo de su esposo, quien viajó a la Argentina solo. Se alojó en el Hotel de Inmigrantes, en Buenos Aires, adonde le ofrecieron varios destinos para trabajar. Él quería ir al norte de la Argentina pero le ofrecieron un trabajo en Coronda, donde la tierra ya estaba limpia y rápidamente se podía comenzar a trabajar. Como estaba solo, le dieron unas 50 cuadras de tierra para explotar, además de un arado de una reja, dos yuntas de bueyes y una rastra de dientes.>

Más trabajo

Plácido Andreu pretendía lograr una cosecha de lino y trigo de manera de poder reunir los fondos necesarios para ir a buscar a su familia. "Y Dios lo ayudó con una muy buena cosecha", según solía decir.

Al año, cuando había hecho una buena cosecha de lino, con ese dinero pudo ir a buscar a su esposa y a su hijo, que todavía no conocía. Pero pensó que si se iba iría a demorar mucho tiempo (alrededor de dos meses) y dinero, que podía ocupar para seguir produciendo y hacer otra cosecha. Fue así como le envió el dinero para que viniera con su hijo y acompañada por un hermano. Ayudado por su tío Jaime Roselló, Plácido consiguió -durante su segundo año de estar en Argentina- sembrar unas hectáreas más de lino y trigo, además de maíz para el consumo de chanchos, ovejas y gallinas.>

En 1903 finalizaba el contrato de arrendamiento del campo y a Plácido Andreu se le presentó una oportunidad en Santo Tomé, con un nuevo contrato. En esa ciudad nació su segundo hijo, Jaime Andreu, en 1904, y en 1909, Juan, el tercer hijo de la familia.>

Nuevamente finalizaba el contrato de arrendamiento y, en esta oportunidad, las posibilidades surgieron en Emilia, donde vivían las familias Lanteri y Didier, amigas de los Andreu. A través de ellos consiguieron arrendar un campo en la estancia Los Paraísos, donde nació Antonio, cuarto hijo, el 2 de abril de 1911.>

Por esa fecha también tuvo un hijo el matrimonio Didier-Lanteri, pero como la mamá no tenía leche le pidieron a Inés de Andreu que fuera su madre de crianza y amamantara también a ese pequeño. Por eso, Néstor Didier es hermano de crianza de Antonio Andreu.>

Otro destino

Luego de Emilia, la familia vivió en Cayastacito, al este de Emilia, donde nació la única y última mujer de la familia, Apolonia, el 1° de marzo de 1914, a quien todos llamaban querida tía Ñata.

En 1917, Plácido Andreu se enteró que a unos 70 kilómetros del pueblo de San Justo había una compañía denominada La Criolla, con administración en la localidad, en ese tiempo denominada Fives Lille. "El nono y el tío viejo Jaime viajaron hasta allá y la nona con sus hijos mayores quedaron al cuidado de los niños y de todas las posesiones", contó Ernesto.>

Eligieron un campo ubicado entre Fives Lille y Cañadita, que fuera de Ramón Martínez y donde después se fundara el cementerio viejo. Pagaron un valor mayor por el arrendamiento pero, como estaba limpio, pudieron empezar rápidamente a preparar la cosecha fina. Luego se trasladó toda la familia, adonde permaneció hasta 1922.>

Posteriormente, los Andreu vivieron los años más duros: Inés enfermó y falleció el 10 de febrero de 1921 en Santa Fe, adonde fue sepultada porque no tenían los medios necesarios para trasladar su cuerpo. A pesar del fuerte golpe para la familia, sus integrantes permanecieron unidos, aferrados a la fe, y entre todos lograron salir adelante. Contaron con la colaboración del tío Jaime viejo.>

Nuevos destinos

A partir de 1922, la historia de los Andreu continuó de la siguiente manera: se trasladaron a Colonia La Mora, Bartolo se casó con Magdalena Cuatrín y Jaime con Regina Cuatrín.

Como Plácido vio que la familia crecía, decidió pedirle a La Criolla que les arrendara otra fracción de tierra, adonde fue a vivir Bartolo. Posteriormente, la compañía La Criolla les ofreció un contrato en Colonia Ovejita, que era todo monte frondoso y tupido. A cambio de la limpieza les ofrecían cuatro cosechas gratis. Fue entonces que se instalaron al norte de lo que hoy es la estancia de Taverna, en la zona del quebrachal.>

Vendían las vigas de quebracho colorado a La Forestal, que todavía funcionaba en Calchaquí. La compañía La Criolla les compraba aquellos postes de ñandubay que tuvieran medidas apropiadas para los alambrados, y el ferrocarril les compraba el carbón. Así se convirtieron en una pequeña empresa familiar y llegaron a contratar hasta 15 hacheros.>

En 1930, con la crisis mundial, aquella empresa comenzó a declinar y lograron paliar la situación con la siembra de lino, además de girasol y maíz. Luego organizaron una huerta y granja, para que no faltara el alimento. En 1934, La Criolla les ofreció otro lote en las mismas condiciones que el anterior y no dudaron en aceptar otro contrato por 400 hectáreas.>

Así, la familia siguió creciendo y sus miembros se fueron arraigando por la zona.>

El nono Plácido falleció a los 89 años, el 9 de febrero de 1958. Todos lo recordaron en el primer encuentro familiar realizado en La Criolla, el 8 de julio pasado.>