La yegua de Paraná alcanzó una clara y esperada victoria en la prueba central de ayer en nuestro medio. Se disputaron las once pruebas programadas en una tarde espléndida desde lo climático.
Juan Raúl Moncada
La tarde ayudó bastante, a pleno sol y agradable por donde se la mire, mientras que el público no fue el esperado, más allá que la recaudación fue por demás de interesante con una venta final ascendió a los 58.334 pesos, un buen monto para incorporar a las arcas del Jockey Club de Santa Fe.
Como positivo rescatamos que hubo actividad en el hipódromo, pese a que no estamos para nada de acuerdo con el cambio de nombres de los ejemplares participantes, este hecho le resta transparencia al público apostador y se reduce el turf a un círculo muy chico, integrado por profesionales y propietarios, ya que ellos son los que conocen a cada caballo, mientras que el resto -llámese público en general- se queda sin entender nada; si hasta nuestra labor de informar queda desprotegida, rozando el "sin sentido", ya que los nombres de los caballos puros de ayer, seguramente no volverán a aparecer.>
Más allá de esto, se probó que el día sábado puede resultar una alternativa para la actividad y hay un hecho totalmente claro, las cortas aportaron en gran medida para la venta, pero si a las mismas cuadreras de ayer, se le hubiesen agregado las largas como se debe, hoy estaríamos apuntando de una recaudación que hubiese superado los 70 mil pesos; lo que habrá que entender que "escondiendo" solamente se achica y de esta manera no se llega a buen puerto.>
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Con claridad
Dejando en claro su notable superioridad, la yegua Compañera se quedó con el premio Los Afortunados, que fue eje de la reunión; pegada a los palos y con Carlos Oroño en su montura, la yegua se hizo de la punta al segundo tranco y de ahí en más se terminó la carrera, ya que Forest Gum que amagó a seguirla, se resignó a los pocos metros, mientras que Torta Frita por el centro mejoró grande para ubicarse segunda, pero sin inquietar a la ganadora.
Notable desempeño de Compañera que se destacaba plenamente del lote y respondió sin tener ningún sobresalto. Gran trabajo de un enorme profesional como Carlos Raúl Oroño, que además de llevar al disco a la ganadora, también fue el responsable de colocarla en la arena hecha un cuadro.>
