Tal como era previsible, Australia- único bicampeón mundial de este deporte- tuvo un debut sin equivalencias en la VI Rugby World Cup que hasta el 20 de octubre venidero se desarrollará en Francia, Gales y Escocia.
Es que los Wallabies fueron impiadosos con el intrascendente Japón, batiéndolo por 91 a 3, resultado que por milagro no fue aún más categórico, en la apertura del Grupo B.
Más allá que el rendimiento aussie fue regular, lo mejor quedó expuesto en el complemento, cuando los nipones dieron cuenta del desgaste provocado en la etapa inicial (culminó 23 a 3), debido a la permanente actitud defensiva que debieron asumir en ese lapso.
Tres de los trece ensayos australianos en Lyon fueron apoyados por Rocky Elsom, quien fue electo Man of the Match por su estupendo rendimiento.
En lo que respecta al último match de la víspera, disputado en Lens, culminó con el triunfo de Inglaterra sobre Estados Unidos por un modesto 28 a 10, tras un trámite que dejó en claro las virtudes y defectos de ambos contendientes.
Lejos de ser el Rose Team que cuatro años atrás alcanzó el primer título mundial para el Hemisferio Norte tras derrotar a Australia en el mismísimo Telstra Stadium de Sydney, la versión actual inglesa denotó no pocas falencias, ante un adversario de modesto nivel.
Porque si bien nunca estuvo en duda que Inglaterra mantenía el control de las acciones, casi nunca logró expresar una superioridad acorde a las inconmensurables diferencias existentes desde el punto de vista rugbístico entre ambas naciones.
Dentro de una producción demasiado irregular, puede rescatarse la figura del apertura Olly Barkley, que amén de marcar un try, dos goals y tres penales, fue elegido Man of the Match por el buen desempeño mostrado en todas las funciones inherentes al puesto.
Con las preocupaciones a cuesta, las huestes de Brian Ashton están absolutamente pendientes de la posibilidad de recuperar al afamado Jonny Wilkinson para el encuentro del próximo ante Sudáfrica, del que sin dudas dependerá buena parte de la definición del Grupo A.
El match se disputó en Stade Gerland de Lyon, ante 40.000 espectadores, con el referato del irlandés Alan Lewis.
El match se disputó en el Stade Felix-Bollaert de Lens, ante 37.000 espectadores, con el referato del sudafricano Jonathan Kaplan.
De la Redacción de El Litoral