Tickets, facturas y cuentas de hotel que apoyan historias
¿Necesita una coartada?... algunos sitios de Internet la proporcionan
Que un tercero sea el culpable que justifique una ausencia laboral o de una noche fuera de casa es la oferta de varias páginas de Internet que están en boga en los Estados Unidos y en Europa.

¿Necesita una coartada "para liberarse de ciertas obligaciones, justificar un plantón en una cita o vivir una aventura sin poner en peligro su matrimonio"?: búsquela en varias páginas de Internet, que se la elaborarán minuciosamente previo pago de los correspondientes honorarios.

Ya presente en el mercado estadounidense (Alibi network), británico y belga desde hace años, ahora el negocio despunta en Europa, especialmente en Suiza y Francia.

Así, el sitio suizo alibi-beton.com, lanzado en mayo y que ya ha tenido un centenar de clientes, ofrece en tres idiomas, inglés, francés y alemán, "una coartada sólida como el cemento (betón en francés), personalizada y creíble".

Alibi-beton procura a sus usuarios "pruebas como cuentas de restaurantes, invitaciones, facturas de hoteles, convocatorias a una conferencia, comprobantes de asistencia a congresos, reservas de avión o tren y llamadas telefónicas con voz masculina o femenina".

"Soy bastante imaginativa", explica a la AFP su fundadora, Christine Barnicol.

De esa creatividad nace su propia empresa, pues a fuerza de servir de coartada a una amiga que la utilizaba para cubrir sus aventuras amorosas, esta ayudante de enfermería dejó su trabajo y se lanzó como empresaria de las mentiras.

"Pero no acepto cualquier encargo. Un joven me pidió una coartada para no presentarse a sus exámenes y me negué", añade Barnicol, que trabaja desde la ciudad suiza de Basilea.

En Francia

Recientemente lanzada en Francia por una ex detective, Régine Mourizard, la agencia Ibila funciona con los mismos conceptos.

Su sitio, alibila.com, recibe por correo o teléfono las peticiones de sus clientes. En el contestador telefónico de la empresa, una agradable voz llena de comprensión, invita al cliente a dejar su petición, ofreciendo la promesa de propuesta de coartada y presupuesto correspondiente.

Las tarifas de Ibila varían a partir de 19 euros por una llamada de teléfono y 50 euros por un documento sencillo.

La cuenta sube en caso de que las cosas sean más complicadas o la coartada más elaborada. Además, si ésta última no funciona, Ibila precisa que el cliente no tendrá derecho a reembolso alguno.

En su página web, Ibila recuerda también la ley francesa sobre falsificaciones y uso de material falsificado, al tiempo que advierte a sus clientes que las coartadas que proporciona tienen un uso exclusivamente privado.

La empresa también "se exime de toda responsabilidad en caso de uso fraudulento por su cliente de los documentos suministrados".

Asimismo, creado hace pocos meses, el sitio francés prestige.alibi.com reivindica "300 peticiones desde marzo".

Su fundador lo ha puesto a la venta a principios de setiembre en la página de subastas en línea e-bay a un precio base de 500 euros y como "un sitio internet de coartadas para infidelidades al por mayor".

"Es un negocio rentable", dice el vendedor al explicar, amparado en un seudónimo, "no ceñirse únicamente al mercado francés, sino atacar también el mercado francófono en general, o sea, Suiza, Bélgica, Canadá, entre otros países".

La psicóloga social Claudine Biland ve en el desarrollo de las páginas de coartadas "la señal de que se han americanizado".

"El peso de la culpabilidad en relación con la mentira es muy fuerte en Estados Unidos, mucho más que en los países latinos", sostiene esta investigadora, autora también de un libro titulado "Psicología del mentiroso".

"Utilizando una agencia de coartadas, uno se descarga de la propia culpabilidad en un tercero", añade Biland.

"Todo ello es un poco perverso", recalca la psicóloga al señalar que, en su opinión, ese tipo de servicio "tendrá un alcance bastante limitado" en Francia.

Engaño muy caro

Un ex marido traicionado y engañado durante dos décadas por su mujer ganó una indemnización equivalente a unos 100 mil dólares por daños morales, señala una sentencia divulgada por el Tribunal Superior de Justicia de Brasil.

La ex esposa deberá pagarle 200 mil reales, por haberle omitido durante más de 20 años que él no era el verdadero padre de dos hijos nacidos durante el matrimonio, informó el tribunal.

El caso llegó al TSJ después de apelaciones interpuestas por la ex pareja, separada desde hace 17 años.

El ex marido requería que fuera mejorado el valor de la indemnización con la inclusión de práctica de adulterio y daño material asociado a los perjuicios patrimoniales sufridos.

La Tercera Sala del TSJ decidió por votación, de 3 a 2, rechazar todas las peticiones de las partes y mantuvo el valor fijado por la corte de Río.

La ponente del caso, magistrada Nancy Andrighi, argumentó que el desconocimiento del hecho de no ser el padre biológico de los hijos generados durante el matrimonio golpea la dignidad y la honra subjetiva del cónyuge, lo que justifica la reparación por los daños morales soportados.

Detienen a un Romeo online

La Policía india ha detenido a un individuo que engañó por Internet al menos a medio centenar de mujeres, a las que prometió matrimonio para sacarles sustanciosas sumas de dinero, informó la televisión india NDTV.

Liaqat Ali Khan, de 32 años y que se llegó a casar con tres de sus víctimas, se hacía pasar por médico, informático, banquero, ingeniero o incluso rico expatriado en los portales matrimoniales indios para seducir a las internautas.

Khan procedía después a la segunda fase de su plan: contactaba con los padres de la "novia", que enseguida daban su consentimiento para la boda.

El "Romeo" internauta, que ha sido también condenado por producir películas pornográficas, pedía dinero a las familias para el visado de su futura esposa, así como para los preparativos nupciales y la luna de miel en algún país extranjero.

De esta forma, Khan se casó con tres mujeres y aprovechó las relaciones sexuales que mantuvo con muchas de ellas para sacarles fotos desnudas.

Muchas de las víctimas del engaño le entregaron su pasaporte, una gran cantidad de dinero y algunas incluso dejaron sus puestos de trabajo para mudarse con el rufián.

Según la Policía, Khan comenzó a buscar "esposas on-line" hace dos años y es posible que el número de víctimas se acerque a cien.

Pascale Mollard-Chenebenoit (AFP)