Vocero defiende a los McCann

Kate y Gerry McCann, declarados sospechosos por la Policía portuguesa de la desaparición de su hija Madeleine, son "víctimas inocentes de un crimen atroz", afirmó hoy su nuevo portavoz, Clarence Mitchell, que instó a que el interés vuelva a centrarse en la búsqueda de la niña.

Mitchell, que ha dejado su trabajo como funcionario público para asumir esta nueva tarea, aseguró que los padres de la pequeña son "inocentes de cualquier implicación en la desaparición y mucho más en la muerte de su hija Madeleine".

"Sugerir que ellos causaron algún daño a Madeleine de manera accidental o de cualquier otra forma es ridículo. Sería irrisorio si no fuera tan grave", indicó Mitchell, en un comunicado leído ante la casa de los McCann en Rothley, en Leicestershire (centro de Inglaterra), tras el que no aceptó preguntas.

"Ahora el foco debe trasladarse desde las especulaciones desenfrenadas, infundadas e incorrectas de los últimos días para volver a Madeleine. La tarea es simplemente encontrarla", continuó el portavoz, que insistió en que los McCann piden a todo el mundo que siga alerta porque creen firmemente que la niña "podría estar aún viva".

Mitchell, que pasó casi un mes con la pareja en Portugal, entre mayo y junio, mientras representaba al Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino Unido, dijo que hay "explicaciones sumamente inocentes" para cualquier cosa que la Policía pueda haber encontrado durante sus investigaciones.

Según el nuevo portavoz, antiguo reportero de la BBC, Kate y Gerry estaban encantados de seguir cooperando con las autoridades lusas para establecer qué le ocurrió a Madeleine.

Mitchell ha dejado su trabajo como director de la Oficina Central de Información, en la que supervisaba la unidad de medios de comunicación dentro del gobierno británico, para hacerse cargo de su nuevo trabajo.

Sedada

En tanto, los peritos forenses británicos que analizaron una muestra de ADN de Madeleine descubrieron que la menor era sedada con regularidad, según informó hoy la prensa local.

El periódico The Times publicó que el Servicio de Ciencia Forense de Birmingham detectó, a través del hallazgo de pelo de Madeleine, "que la menor era sedada regularmente, lo que hace pensar que pudiera morir por una sobredosis de somníferos".