Dirigentes actuales y ex dirigentes expulsados de Smata por la conducción de José Rodríguez se reunieron en esta capital y resolvieron constituir una línea interna para "recuperar el gremio y la obra social para los afiliados y no para la familia Rodríguez".
El santafesino Jorge Cura recibió a Luis Gauna, ex secretario general de la filial Entre Ríos; Daniel Cárdenaz de Río Gallegos; Aldo Alé, de Resistencia; Rubén Alegre, Santiago del Estero y Raúl Amín, de Morón, provincia de Buenos Aires, alguna vez secretario adjunto de la CGT con Saúl Ubaldini. Los testimonios plantean el drama de los afiliados de esas regiones por carecer durante años de los servicios de obras sociales por los manejos realizados desde Buenos Aires; de haber sido expulsados por disentir con la conducción y las quejas por lo que consideran "arbitrarias decisiones del Ministerio de Trabajo".
Alegre muestra la impotencia de mecánicos con serios problemas de salud y sin servicios médicos pese a realizar los aportes y la intransigencia de la conducción en enviar fondos a Santiago del Estero, y Cárdenaz testimonia cómo soporta en la Justicia las decisiones de intervención.
"Se manipuló el estatuto para ralear a las conducciones del interior que se oponían al secretario general. Lo he enfrentado por la Justicia para que cumpla con las prestaciones sociales y aguanté la usurpación del local gremial" cuenta el santacruceño.
"La idea es formar una línea interna para recuperar la organización", acota Cárdenaz quien denunció penalmente a Rodríguez por la enajenación de bienes del sindicato y la obra social. "Se está haciendo desaparecer institucionalmente y forzadamente a los dirigentes dentro del propio Smata y ningún gobierno democrático puede permitir esto. Pedimos al Ministerio de Trabajo que sea imparcial en este tema".
Amín lamenta los fallos del ministro Tomada quien fuera asesor de la conducción de la CGT que él integraba. "Debemos recuperar la organización para que sirva a los intereses de los trabajadores. Nuestra obra social hoy no sirve, y en el interior no da servicios".
Refiere que el actual estatuto coarta la libertad sindical y no tiene en cuenta que una disposición del ex presidente Duhalde impide la participación de dirigentes procesados en las conducciones gremiales y sin embargo esto no es tenido en cuenta por Smata.
"Hoy, el gremio no gravita. Está para hacer negocios y no para los afiliados" señala Amín recordando que fue uno de los primeros sindicatos en aceptar la polivalencia para los obreros del sector. "No puede ser que siga al frente del gremio alguien que ha dejado de ser un dirigente gremial para ser millonario" señala -por último- en alusión al actual secretario general.