Preocupación por desactivar las protestas desde Gualeguaychú
Papelera: el presidente dice que al diferendo lo resolverá La Haya
Néstor Kirchner se reunió con las autoridades actuales y electas de Entre Ríos. Desmintió publicaciones sobre sus dichos en Nueva York. El gobernador Busti remarcó que la interrupción de rutas afecta al país.

Puesto a desmentir, el presidente terminó por confirmar de manera implícita que su estrategia para la relocalización de la pastera Botnia quedó reducida a la decisión que pueda adoptar la Corte Internacional de Justicia de La Haya, probablemente en 2009.

Néstor Kirchner salió ayer, tres días después de su publicación, a intentar un mentís a declaraciones que había hecho en Nueva York, horas antes de la infructífera reunión del sábado con Uruguay por la "facilitación" de España.

Según publicó Clarín el viernes, el presidente dijo que la planta de Botnia "ya está" en Fray Bentos y que "no hay nada más que hacer, sino esperar a La Haya". Sus dichos provocaron enérgica reacción de la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú con el corte temporario el domingo de la estratégica ruta 14, calificativos de "traición y canallada" a Kirchner y la promesa de obstaculizar la campaña de la primera dama y candidata Cristina Fernández en lo que resta hasta la presidencial del 28 de este mes.

El primer sorprendido

Después de declararse "el primer sorprendido" por la publicación del matutino porteño, Kirchner afirmó anoche, durante un acto en la Rosada, haber dicho que "no se podía generar expectativa" respecto de la "facilitación" encarada por España hace ya casi un año. La confirmación de ello fue la reunión a nivel de cancilleres y jefes de gabinete argentinos y uruguayos con el "facilitador" español José Antonio Yáñez Barnuevo, el sábado, en Nueva York, que terminó como empezó: sin ningún resultado.

"Dije que nuestra esperanza estaba puesta en el tribunal de La Haya para lograr la relocalización de la planta y dije que Uruguay no daba la posibilidad de relocalización", agregó el presidente.

Acababa de reunirse con las máximas autoridades políticas de Entre Ríos: los gobernadores en funciones, Jorge Busti; su electo sucesor, Sergio Urribarri; el actual vice, Pedro Guastavino; el intendente de Gualeguaychú, Daniel Irigoyen, y su sucesor, Juan José Bahillo.

Significativamente, junto a Kirchner estuvo en la reunión el ministro de Interior, Aníbal Fernández. Hasta ayer, en cada reunión por el conflicto por la pastera, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, en tanto máximo funcionario político, había estado presente. "La asistencia de Aníbal tiene que ver porque hay asuntos de seguridad en el tema", terminó por admitir a este diario una fuente del gobierno entrerriano. De Interior depende la Gendarmería Nacional, que sería encomendada para desarmar un eventual nuevo corte de la ruta 14 por parte de los ambientalistas.

El mensaje enviado a los asambleístas con la presencia del ministro de Interior buscó contrapesarse con el anuncio que, a tono con la pretendida desmentida de Kirchner, hizo el gobernador Busti, cuando afirmó: "El presidente nos ratificó que sigue defendiendo la bandera de la relocalización". De paso, les recordó a los asambleístas que el caso fue llevado por la Argentina a La Haya a pedido de ellos mismos y con la ratificación de los poderes legislativos provincial y nacional.

También emitió otra señal de reconocimiento a la protesta ambiental de Gualeguaychú: la posibilidad de que dentro de los próximos diez días la Justicia Federal entrerriana cite a declarar a los directivos de Botnia por el presunto delito de "contaminación en grado de tentativa". La causa fue impulsada hace dos años y medio por el gobierno de Busti y un grupo de asociaciones defensoras del medio ambiente.

Una sola posición

El ministro de Interior, Aníbal Fernández, aseguró hoy que el presidente de la Nación "nunca dejó sus convicciones" respecto del conflicto por la pastera de Botnia y consideró que el primer mandatario "no tiene que rendir exámenes todos los días". Para el funcionario, Kirchner tiene "una única posición" sobre el diferendo y admitió que de las conversaciones con la intermediación de un representante del rey de España, "no va a salir la solución" al diferendo".

Horacio Serafini