Conmemoraron el 30 de septiembre el Día Mundial del Corazón
Todos unidos por un corazón sano
el 60% de la población muncial no cumple la recomendación mínima de 30 minutos de actividad física diaria moderada para los adultos y 60 minutos para los niños. Foto: Archivo El Litoral.. 

Las enfermedades cardiovasculares son la mayor causa de muerte en el mundo. Éstas pueden prevenirse en gran medida reduciendo los factores de riesgo más importantes, como presión arterial alta, niveles elevados de colesterol y glucemia, consumo de tabaco, sobrepeso, o inactividad física. Para ello, los padres deben dar el ejemplo a sus hijos para tener conseguir vivir sanamente.

En cualquier familia, los padres deben ser los encargados de marcar las pautas necesarias para que sus hijos se formen y desarrollen adecuadamente, para poder desenvolverse correctamente cuando sean adultos. Esto comprende su educación, instrucción, pautas morales y de convivencia, entre otras cuestiones.

Sin embargo, el ejemplo también debe pasar por mostrarles y enseñarles hábitos saludables respecto de la alimentación y a la realización de actividad física, no sólo en beneficio de su propia salud cardíaca sino también de la de sus hijos.

En esta idea se basa el lema que este año propuso la Federación Mundial del Corazón para la celebración del Día Mundial del Corazón -que se festejó el domingo pasado-, cuando sugirió que estemos "Todos unidos por un corazón sano". Se invitó a todo el mundo, mayores y jóvenes, a apoyarse los unos a los otros para desarrollar hábitos saludables para el corazón, ya sea en familia, en la escuela, en el lugar de trabajo o en cualquier otro grupo de la comunidad.

Según las estadísticas mundiales, por lo menos el 60% de la población mundial no cumple la recomendación mínima de 30 minutos de actividad física diaria moderada para los adultos y 60 minutos para los niños. Además, tanto adultos como niños necesitan seguir una dieta equilibrada, que incluya mucha fruta y verdura, cereales integrales, carnes magras, pescados y leguminosas, además de productos bajos en materia grasa y en sal.

Un estudio llevado a cabo en Noruega descubrió que si ambos padres adoptan una dieta baja en grasas, se duplican las posibilidades de que un hijo adolescente también siga esa dieta.

Además, los jóvenes obesos tienen un 80% más de posibilidades de tener sobrepeso de adultos y, por lo tanto, el riesgo de enfermedades cardiovasculares será mayor. Los niños con sobrepeso tienen entre el triple y el quíntuple de probabilidades de sufrir un infarto o un accidente cerebrovascular antes de llegar a los 65, en comparación con un niño con un peso normal, a lo que hay que añadir el riesgo inmediato de aterosclerosis en las arterias y de una probabilidad mayor de desarrollar diabetes tipo 2.

Expertas opiniones

"Ya con 10 años, los niños reflejan los hábitos de salud de sus familias, de los otros chicos de su edad y de su entorno social. Las últimas investigaciones demuestran que los hábitos alimenticios y de ejercicio se forjan a esta edad y permanecen para siempre", afirmó el Prof. Shahryar Sheikh, presidente de la Federación Mundial del Corazón.

Por lo tanto -agregó-, es fundamental que la prevención de las enfermedades cardíacas y de los accidentes cerebrovasculares empiece desde pequeños de la mano de los padres o de otros grupos de la comunidad y que se reconozca la oportunidad que tienen de influir considerablemente en la enfermedad.

"Los estudios demuestran que los padres desempeñan un papel crucial a la hora de influir en los hábitos para mantener la salud cardíaca de sus hijos durante toda su vida, lo que incluye la dieta, la actividad física y el no consumo de tabaco", comentó el Dr. Rafael Shuchleib, presidente de la Fundación Interamericana del Corazón.

"Con la ayuda de los padres, las escuelas y la comunidad, los niños necesitan establecer dietas equilibradas que incluyan muchas frutas y verduras, granos integrales, carnes magras, pescados y legumbres, además de productos bajos en grasas", sugirió el Dr. James Hospedales, jefe de la Unidad de Enfermedades Crónicas de la Organización Panamericana de la Salud.

Por su parte, el Dr. Guillermo Fábregues, vicepresidente de la Fundación Cardiológica Argentina, recomendó: "Con la ayuda de los padres, de los colegios y de los clubes deportivos, los niños necesitan establecer dietas equilibradas que incluyan una gran cantidad de frutas y verduras, granos integrales, carnes magras, pescados y legumbres, además de limitar la ingesta de comida chatarra, gaseosas y alimentos que contengan grasas trans, como galletitas dulces y alfajores".

No al tabaco

El consumo de tabaco también es un factor de riesgo importante para las enfermedades cardiovasculares. Dejar de fumar reduce los niveles de coágulos sanguíneos y disminuye las probabilidades de que se produzca una obstrucción repentina en vasos sanguíneos. Los estudios han demostrado que los niños tienen menos probabilidades de fumar si sus padres no lo hacen y pasan más tiempos juntos en familia.

Cada vez hay más pruebas que indican que los niños pueden recibir un impacto positivo gracias a los hábitos de salud de sus padres, también en el caso del consumo del tabaco. Un estudio demostró que las chicas que pasaban poco tiempo en familia tenían casi el quíntuple de posibilidades de fumar que aquellas que pasaban más tiempo con los suyos. Además, se tiene el doble de posibilidades de éxito para dejar de fumar en un grupo de apoyo que tiene ese objetivo, que intentándolo por uno mismo.

Actividad física

La actividad física es vital para una buena salud cardíaca y su carencia favorece el desarrollo de cuadros de obesidad, diabetes tipo 2 e hipertensión. Contribuye a evitar el estrechamiento de las arterias, permite que el organismo consuma el exceso de grasa acumulada, puede ayudar a reducir la presión sanguínea alta, mejora los niveles de colesterol "bueno" (colesterol HDL) y mantiene normales los niveles sanguíneos de glucosa.

Los niveles de actividad de los niños pueden mejorar considerablemente a través de actividades que desarrolle la familia en su conjunto.

Durante los últimos diez años, el número de niños con sobrepeso ha aumentado de dos a cinco veces en los países desarrollados, y casi cuatro veces en los países en vías de desarrollo.

En todo el mundo, suman 155 millones los niños obesos y con sobrepeso. Los estudios han demostrado que los padres pueden desempeñar un papel crucial ayudando a controlar el peso de sus hijos y desarrollando otros hábitos saludables para reducir los principales factores de riesgo de las enfermedades cardíacas y los accidentes cerebrovasculares en la adultez.

Además, los niños también pueden participar en esta propuesta llevando a sus casas información sobre salud, desde sus colegios, para influir sobre el comportamiento de otros miembros de la familia.

Otros beneficios

Si se mantiene una actividad física en forma regular se atenuarán los incrementos en el porcentaje graso asociados al aumento de la edad. Sin embargo, la actividad física sólo será beneficiosa si reúne las siguientes características: intensidad (la necesaria para elevar la frecuencia cardíaca), duración (mínimo 30 minutos) y frecuencia (mínimo tres días por semana).

Las actividades más aconsejadas para mantener un corazón sano son: la caminata, la natación y el ciclismo. Caminar es un ejercicio que personas de todas las edades pueden realizar durante su vida cotidiana, como por ejemplo, caminar en vez de usar el colectivo o el automóvil; utilizar las escaleras en vez del ascensor. Por otra parte, la natación fortalece los músculos y es ideal como deporte; mientras que el ciclismo además aumenta la resistencia y permite adelgazar. Otro ejercicio recomendable es el baile, una actividad que mantiene la agilidad y permite la relajación

Sin embargo, los pacientes que ya tuvieron eventos cardiovasculares deben realizar actividad física enmarcada dentro de un programa de rehabilitación cardiovascular. Aquellas personas, especialmente los hombres mayores a 45 años y las mujeres mayores a 55 años, aún no habiendo tenido un evento coronario, es aconsejable que antes de iniciar una actividad, realicen un chequeo médico que evidencie que el paciente se encuentra apto para iniciar la actividad física adecuada para su edad y sexo. Para asegurarse un corazón sano durante el transcurso de la vida es fundamental realizar actividad física moderada de manera regular.

Más información En Internet: Día Mundial del Corazón 2007: www.worldheartday.com; Federación Mundial del Corazón: www.world-heart-federation.org; Fundación Cardiológica Argentina: www.fundacioncardiologica.org.

Simples recomendaciones

La Federación Mundial del Corazón da los siguientes consejos para ayudar a proteger a la gente y a sus familias de las enfermedades cardiovasculares:

Promueva el consumo de productos equilibrados, incluyendo la carne magra (cocinada al vapor, hervida, a la parrilla o al horno), el pescado, la verdura, las legumbres, la fruta y los productos con poca materia grasa. Coma como mínimo cinco raciones de fruta y verdura diarias. Ofrezca agua, leche descremada o fresca, jugos sin azúcar añadido en vez de bebidas gaseosas. Incluya fruta o verdura en el almuerzo o la merienda de sus hijos. Convenza a los padres de los amigos de sus hijos de que sigan su ejemplo y consiga el apoyo del profesor para que se trate el tema de la comida sana en clase. Asegúrese de no consumir demasiada sal, especialmente en comidas precocidas. Organice más actividades familiares al aire libre. Añada 30 minutos diarios de ejercicio físico regular e introduzca la actividad física en su rutina diaria. Use las escaleras en vez del ascensor, por ejemplo. Haga de su casa un espacio libre de humo de tabaco y asegúrese de que sus hijos no empiecen a fumar o no inhalen ese humo en ningún otro lugar. Limite el tiempo frente a una pantalla. Mantenga apagados la computadora y la televisión por tanto tiempo como le sea posible y asegúrese de que el tiempo de ocio de sus hijos incluya mucha actividad física. Es una buena idea acompañar a sus hijos al colegio en bicicleta o a pie. Dé el ejemplo como miembro de una familia y coma de manera sana y equilibrada, sea físicamente activo de forma habitual y no fume. Consulte a un médico si cree que algún miembro de su familia corre el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.

Mariana Rivera