En nombre de la eficacia prohibió el gerundio

El gobernador de Brasilia, José Roberto Arruda, prohibió el uso de gerundios "como disculpa para la falta de eficiencia" y abrió una polémica que involucra a políticos y también a lingüistas que defienden esa forma gramatical.

Según informa el diario Correio Braziliense en su versión digital, todo comenzó ayer con la publicación de un decreto regional dictado por Arruda, según el cual "queda prohibido el uso del gerundio como disculpa para la falta de eficiencia" en toda la administración pública de la capital brasileña.

Esta medida significa que los funcionarios públicos de la administración regional tienen prohibido emitir expresiones como "estamos planificando", "estamos preparando" o "estamos estudiando", que, según el gobernador, son usadas como excusas para esconder la ineficacia.

"Llegué a pensar que se trataba de una broma, pero es en serio", dijo a Correio el secretario de Cultura del Distrito Federal de Brasilia, Silvestre Gorgulho, que no obstante coincidió con el gobernador: "Quien usa el gerundio quiere confundir", dijo.

Desde Washington, donde se encuentra de visita oficial, Arruda dijo a una radio local que el decreto "pretende ser un mensaje simpático contra la ineficacia".

Según el gobernador, la "regla" en su administración es que "la variable tiempo esté incluida en todas las discusiones" y que "las metas establecidas se cumplan en los plazos previstos".

El presidente del Tribunal de Cuentas del Distrito Federal, Paulo César Avila, consideró que el decreto puede superar los límites de la legalidad y dijo, sonriente, que podría ser un caso "como para pedir un examen de sanidad mental" del gobernador, aunque garantizó que no pretende llegar a tanto.

La discusión se extendió incluso a los círculos académicos. La doctora en lengua portuguesa Wania de Aragao, profesora de la Universidad de Brasilia, dijo hoy que Arruda demuestra un "profundo desconocimiento" de la gramática y el idioma.

"El gerundio es una categoría verbal y nominal. El decreto que pretende eliminarlo del uso cotidiano sólo demuestra una profunda ignorancia de la lengua portuguesa", declaró.

Según la lingüista, "siempre que se intenta legislar sobre el idioma resulta un desastre, ya que las palabras son de quienes las usan".

Télam