"Más que un hombre"
Humor en tiempos muy negros

La ópera prima de Dady Brieva en principio sorprende, porque no despliega el tipo de comicidad que caracteriza a Midachi o a una película como "Incorregibles", su reciente experiencia cinematográfica, donde Brieva comparte cartel con Francella. "Más que un hombre" es una comedia farsesca pero con un humor muy especial por el contexto en que transcurre, a principios de 1977, en un pueblo del interior, cuando en todo el país se convivía con operativos militares que podían irrumpir en cualquier domicilio y llevarse a cualquier sospechoso con el rótulo de subversivo.

A pesar de esa ambientación en tiempos trágicos y peligrosos, la obra logra imponer aspectos costumbristas y cómicos, hasta alcanzar la victoria del humor por sobre lo trágico, desde la base de un argumento con personajes al borde de la caricatura: un amanerado modisto pueblerino (Luis Ziembrowski) que acepta esconder a un joven guerrillero (Julián Krakov) en su casa, donde vive en compañía de su madre afectada por el Alzheimer (Mabel Manzotti).

Las permanentes situaciones de contraste y suspenso dibujan una mascarada carnavalesca con constantes cambios de tono, multiplicidad de subtramas y personajes secundarios, algunos pequeños pero otros muy efectivos, como el que interpreta la nieta de Luis Sandrini (Carla Pantanali), encarnando a la joven hija de un militar; el eficiente actor Esteban Mellino, como un vecino resentido y delator; o Mabel Manzzoti con un personaje almodovariano, que interpreta con enorme solvencia.

Brieva no se reserva el rol protagónico sino el de observador testigo, el de un amigo -también gay- del modisto. Su rol aporta distensión a la trama y conduce el hilo de la narración. Así inicia en tiempos actuales (la escena inicial), el relato de la historia ocurrida en los violentos setenta, como un gran flash back. Precisamente ese cruce temporal se apoya en la banda sonora, que pasa de una melodía romántica y nostálgica, al tableteo de las ametralladoras, gritos y golpes de un operativo militar.

En la convivencia de estos distintos registros se activa una fórmula que busca, a través de la risa, la válvula de escape a un contexto oscuro y aún no cicatrizado.

Hallazgos y exabruptos

"Más que un hombre" es una película que luce una gran solvencia técnica sustentada en el profesionalismo de Ricardo De Angelis en la fotografía o de Miguel Pérez en la edición, donde sobresalen los montajes paralelos que se vuelven simbólicos, como la alternancia entre el tango que bailan los protagonistas y la violencia de soldados descolgándose de camiones, armados hasta los dientes, para patrullar las calles del pueblo.

Existen también baches narrativos y caprichos artísticos, de situaciones que no se resuelven o que no lo hacen de la mejor manera, inclinándose (como en la escena final) al chiste de brocha gruesa.

Inclasificable, apasionada y provocadora, la película se arriesga fuera de lo convencional, sin complacer a los seguidores de un humor más superficial o de irritar a quienes no admiten un tratamiento farsesco de aquellos violentos años opresivos.

Lejos del refinamiento exigido por los cinéfilos, pero más cerca del cine nacional que convocaba popularmente antes del reinado de la televisión, "Más que un hombre" aporta una suerte de mirada cariñosa que pareciera aspirar a la búsqueda de la risa comunitaria como ocurría en los antiguos cines de barrio. Algo parecido a "un canto de amor" como subraya el estribillo de una canción folclórica que se reitera en algunos desenlaces felices. También "Más que un hombre" deja un interrogante pendiente: ¿en dónde termina lo trágico, en dónde lo cómico?; ¿dónde comienzan los límites? Los frenos están en la compasión de cada espectador para recepcionarla, resistirla o dejarse llevar.

Más que un hombre

Origen: Argentina/2007.

Dirección: Dady Brieva y Gerardo Vallina.

Guión: Javier Morello, Josefina Di Toto y Dady Brieva.

Elenco: Luis Ziembrowski, Julián Krakov, Dady Brieva, Violeta Nan, Mabel Manzotti, Juan Acosta, Carla Pantanali Sandrini, Ricardo Galli, Esteban Mellino y Norma Argentina.

Fotografía: Ricardo De Angelis.

Música: Martín Bianchedi.

Edición: Miguel Perez y Lucas Scavino.

Dirección de arte: Fabián Harsanyi.

Duración: 93 minutos.

Se exhibe en Cinemark.

Rosa Gronda