Para calmar la sed

Claudio Favaretto tiene 35 años, es bioquímico, está casado y tiene dos hijos. Desarrolló la mayor parte de su carrera en un laboratorio que producía suplementos dietarios en base a hierbas. Pasó por las áreas de producción y control de calidad y llegó a encargarse de la dirección técnica de la planta. Tras una década de trabajar en relación de dependencia, decidió lanzarse solo e incursionó en un campo poco explotado a nivel nacional: las bebidas hidratantes en polvo.

El sueldo fijo como preceptor de una escuela y la oportunidad que significaba el negocio le brindaron el espaldarazo que necesitaba para aventurarse en el desafío.

Junto con Ariel Piazzese, un compañero del antiguo trabajo, montaron una planta productora en una casa, que reformaron y acondicionaron para lograr la habilitación de Bromatología. "Empezamos con muy poco: un tamizador, una mezcladora y un secadero: todo diseñado y hecho por nosotros".

Seis meses demandó el desarrollo del producto y fueron varias las pruebas necesarias para mejorarle el sabor. "La fórmula la hicimos pronto pero lo que llevó más tiempo fue desarrollar una combinación de sales y saborizantes que resultaran agradables. Tenés que lograr que la bebida le permita al atleta ingerir todo el líquido que necesita sin que le produzca rechazo", comentó Favaretto, quien recibió la colaboración del médico José Bettello y de un licenciado en comercialización.

Hidratón -el nombre que tomó el producto- posee carbohidratos, sodio y potasio que reponen en forma rápida las sales y líquidos corporales que los deportistas pierden cuando se ejercitan. Por sus componentes, activa el mecanismo de la sed para evitar una mala hidratación y puede ser consumido durante la actividad física debido a su velocidad de absorción.

Las primeras partidas de Hidratón se vendieron en dietéticas y farmacias de nuestra ciudad, Entre Ríos y en algunas localidades del norte y oeste de la provincia. El emprendimiento tenía aceptación pero al emprendedor le costaba insertarse en nuevos mercado. "La estructura era muy pequeña. Tenías que hacer todo: te sacabas el traje de operario y te ponías el de vendedor. El problema fundamental para mí es la comercialización porque cuesta mucho armar la cadena. Podés tener el mejor producto y si no lo sabés o no lo podés vender se te cae el proyecto", reconoció Favaretto, quien está alojado en la Incubadora de Empresas del Parque Tecnológico del Litoral Centro desde el inicio del proyecto y recibe el asesoramiento necesario para perfeccionar su plan de negocios.

Este año el emprendimiento tocó techo. "Estábamos estancados y el temor era la aparición de más competencia que pudiera hacer peligrar el emprendimiento. Necesitábamos cambiar de escala y entrar a distribuir a otras provincias y en Capital Federal. Y era indispensable conseguir financiamiento inmediato".

Cuando todo parecía detenerse, la fase de mayor expansión recién se inicia para Hidratón. En los próximos días el producto comenzará a producirse en Vidalac, empresa que sumará la bebida en polvo a su cadena de comercialización en el país y ya establecieron contactos en el exterior.

Debió sortear dificultades pero se mantuvo firme. "Hay que tener el horizonte claro para ser emprendedor, si no querés abandonar todo porque al principio no te da dinero, tenés poco tiempo para ver a tus hijos y no ves los resultados", sostuvo Claudio Favaretto.