Completan visita real

El rey Juan Carlos completó hoy en Melilla sus dos visitas a los enclaves españoles en el norte de Marruecos, en un viaje, que ha suscitado una viva polémica diplomática con Rabat, que considera Melilla y Ceuta, ciudades "ocupadas".

"No podía dejar pasar más tiempo sin venir a Melilla, para expresaros todo nuestro afecto y apoyo, al igual que lo hemos querido hacer en tantas otras ciudades", dijo el monarca español en un discurso en el ayuntamiento de esta ciudad autónoma.

El rey, acompañado de su esposa, la reina Sofía, había llegado sobre las 12.15 locales a la Plaza de España de Melilla, donde fueron recibidos por miles de personas al grito de "íMelilla os quiere!" y "íQue lo sepa todo el mundo, Melilla es española!" en medio de un mar de banderas españolas.

El monarca, que tuvo que salir hasta en dos ocasiones al balcón del ayuntamiento a saludar a los melillenses, recibió las llaves de oro de la ciudad de manos de su alcalde, Juan José Imbroda, en una breve ceremonia.

"Como rey que se debe a todos los españoles, tenía contraído el compromiso de visitar Melilla junto con la reina", afirmó Don Juan Carlos, en un discurso prácticamente idéntico al pronunciado la víspera en su visita al enclave de Ceuta, en el que de nuevo evitó referencias a la polémica con Marruecos.

"Veo con especial satisfacción cómo la inconfundible personalidad histórica y la riqueza cultural de esta ciudad, se han sabido enriquecer con un armónico espíritu de integración y convivencia", afirmó, en cambio, en referencia con la cohabitación entre religiones y culturas.

El alcalde-presidente de la ciudad autónoma, Juan José Imbroda, expresó a los reyes su agradecimiento por la visita y recordó que "Melilla siempre mantuvo y mantendrá los vínculos históricos de cariño y lealtad a la Corona".

La visita a Melilla, ciudad de unos 70.000 habitantes, completa la que el monarca hizo el día anterior a Ceuta, los dos enclaves españoles norafricanos y las últimas regiones españolas que le quedaba por visitar oficialmente desde su ascensión al Trono en 1975.

La presencia de don Juan Carlos en Ceuta y Melilla ha provocado una viva polémica con Marruecos, que reinvindica ambas ciudades, hasta el punto que el rey Mohamed VI decidió llamar a consultas a su embajador en Madrid.