"Trucholandia" genera pérdidas millonarias

Buenos Aires (DyN) - La venta de discos y películas "pirata" genera en la Argentina pérdidas para la industria de 600 millones de pesos, según informó hoy la Cámara Argentina de Productores de Fonogramas y Videogramas (Capif).

El abogado de Capif, Javier de Lupi, sostuvo que si se toma en cuenta sólo la venta de productos, sin contar los que se bajan de Internet, "la piratería representa el 60 por ciento", con lo cual, dijo que "sólo el 40 por ciento corresponde al mercado legal".

"Las pérdidas por piratería alcanzan los 600 millones de pesos por mercado físico comercializado ilegalmente, a lo que se le debe sumar el 21 por ciento del IVA (Impuesto al Valor Agregado) ascendiendo a 620 millones de pesos", alertó De Lupi, quien sostuvo que "26 millones de discos se venden ilegalmente en nuestro mercado".

De Lupi participó en un panel sobre "La piratería de obras musicales y cinematográficas" desarrollado en el marco de la segunda jornada de la Conferencia Internacional sobre la "Lucha contra la Falsificación y la Piratería", organizada por la Aduana.

El abogado de Capif expresó que si se intenta cuantificar la circulación por Internet, donde la piratería alcanza el 90 por ciento, el tráfico no autorizado en el país llega al 80 por ciento de las obras.

Asimismo, puso como ejemplo que en la conocida feria La Salada, situada en el partido bonaerense de Lomas de Zamora, "un disco se vende entre 1 y 1,25 peso, pero incluso se consiguen ofertas de 10 discos por 8 pesos".

El abogado destacó las tareas de la Aduana Argentina, que en 2007 detectó 4 millones de unidades pirateadas, cuando en agosto de 2006 incautó un millón de discos ilegales, precisó.

"Debemos trabajar con acciones elocuentes, como la destrucción del material por una cuestión de claridad, dejando el mensaje de que ese material no vuelve al mercado", exhortó De Lupi.

En ese sentido, manifestó que "los organismos estatales deben tratar de que la piratería no sea un negocio redituable con baja penalidad", porque "la música es una expresión creativa que genera bienes intelectuales".

Otro de los expositores fue el secretario de la Asociación Argentina de Distribuidores Cinematográficos (AACD) y de la Unión Argentina de Video Editores (UAV), Juan Carlos Alesina, quien advirtió que en esa industria "una sola película pirateada genera un perjuicio incalculable, incuantificable".

"En derechos de autor, hay contenidos que tienen valores inestimables, que rompen la matriz económica de un país, por lo que la pérdida es intangible en el mediano plazo pero en el largo plazo es devastadora", alertó.

Además, se refirió a la problemática generada por los avances en la tecnología, al señalar que "con el DVD las fronteras desaparecen, porque no pasa por la Aduana para entrar a un país.

Así, los estrenos de cine que deberían salir con diferencias de seis meses según el hemisferio del que se trate, en dos días está en la Argentina a través de procesos irregulares".

Por su parte, el abogado Roberto Porcel sostuvo que los casos de piratería deben ser enfrentados "con el código penal y no con el civil".

"La falsificación es un delito más grave aún que el tráfico de drogas, porque financia el terrorismo, por lo que no se pueden utilizar las herramientas del pasado para enfrentar al crimen organizado", sostuvo.

El letrado integra el Estudio Porcel & Cabo, dedicado a la lucha contra la falsificación.

Carlos Soto, representante de la Cámara Argentina de Fabricantes de Medios Magnéticos y Opticos (Cafmo), remarcó los avances en materia de trabajo conjunto entre autores, distribuidores y Estado para combatir la piratería y destacó que la "intensa interacción con la Aduana Argentina resultó ser muy importante, porque significó un mejor relevamiento de los flujos de exportación e importación".