Análisis
Es una lástima
Por Luis Gudiño

Realmente, es muy lamentable que todavía haya gente del hockey que lo cuestione a Sergio Vigil, con todo lo que le dio a este deporte y al país. Nuevamente, vemos que hay argentinos sin memoria o mejor dicho, que saben pero que no la quieren poner en práctica dando prioridad a cuestiones personales.

Como siempre, cuando alguien es exitoso, hay muchos que le buscan la "quinta pata al gato" o hacen cualquier cosa para ocupar su lugar. Como también, algunos jugadores mediocres, que tenían asegurado un lugar en los viajes al exterior por ser hijos de dirigentes o amigos de algunos técnicos, se enojen por haber quedado afuera: y con motivos, porque nunca ganaron nada.

Nunca voy a olvidar lo que dijo un entrenador holandés en Rosario, cuando se jugó el Champions Trophy: "Mi equipo ideal sería Holanda, con la garra, entrega y solidaridad de Las Leonas". Y quien le dio ese plus, quien las llevó a los podios, quien las hizo ganar casi todo, ya que sólo les faltó el oro olímpico. Quien dejó todo para entrenarlas, quien armó el cuerpo técnico que las atendió en forma constante, quien se hizo cargo de las derrotas, quien tuvo la valentía de dar la cara cuando las cosas no salieron, quien discutió con los dirigentes para obtener beneficios para el seleccionado nacional, a quienes abrazaron todas cuando subieron a lo más alto del podio. Fue Sergio Vigil -un gran tipo y brillante técnico- y no hay más palabras.